❤️ Capítulo 31🩹

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-NOOOO –

-Vas a estar bien, respira –

-Papi, papá – lloraba la pequeña Mei.

El sonido de las sirenas se escuchó, las patrullas llegaron al lugar, descendieron y directo fueron hasta donde se encontraba la de color azabache retenida por los brazos y el peso del cuerpo de Yue. Le enmarrocaron y Yue pudo ir al encuentro de Yibo.

- ¿Cómo está? – Preguntó al llegar al lado e Yibo. Comenzó a sacarse el saco y una de las mangas de su camisa se las rasgo para ponerlo encima de la herida de bala de Zhan en el hombro.

Yibo que tenía a Zhan en sus brazos lo soltó con cuidado en el pasto para abrazar a su princesa.

- Mi amor no llores – Zhan alzó su mano hacia su rostro de Mei – Estoy bien... - hizo una mueca de dolor – Yibo...-

-Permiso, lo vamos a llevar para que puedan sacar la bala antes que se infecte – interrumpió uno de los paramédicos.

-Sí, sí, claro – contesto Yibo tratando de ponerse de píe – Gracias – Zhan solo llegó a regalarle una sonrisa antes de que los paramédicos lo subieran a la ambulancia para llevárselo.

Al ver esto Yibo no aguanto más, cayó de rodillas ante la mirada de su hija y prometido.

-Yibo, cariño – Yue trató de levantarlo.

-Mi... AHHH!! – se quejó – Mi be... bebé – posó su mano sobre su vientre mientras Yue se quedaba en shock por lo que acababa de escuchar - ¿Yue? – Yibo lo llamó para que reaccionara. Cuando Yue volvió en sí, levantó al castaño en sus brazos – Mei sígueme – pidió a la pequeña y llevarlo lo más rápido posible para que lo atiendan.

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- ¿Cuándo pensabas decírmelo? –

-Cuando... pasara lo de la boda –

Yue se paró de golpe, asustando al castaño. Se pasaba las manos por el rostro hacia su cabello, en forma de frustración, caminaba de un lado a otro tratando de regular su respiración que estaba muy alterada. ¿Cómo podía ser posible? ¿Cuándo paso todo? ¿Cómo pudo haberle hecho eso? Corrección él sabe todas las repuestas, solo que cuando Yibo quiso decírselo desde hace unos meses él no lo quiso escuchar y hacer de oídos sordos y pintarse su mundo de "amor" de colores.

-Yue... yo... perdóname – lo sacó de sus pensamientos

-Yibo... es mejor-

- ¡NO! – se exalto – Quiero seguir con los planes de boda, yo te quiero –

-Necesito salir –

-No te vayas por favor – al escuchar el sollozo y suplica del castaño, Yue paro en seco y regresóna su lado.

-Yo te amo Yibo – tomó la mano del castaño - ¿Estás seguro que deseas seguir? –

-Si, quiero casarme contigo – Yue ante la repuesta sonrió y Yibo le devolvió el mismo gesto, pero esa sonrisa no estaba llena de felicidad.

Yue se replanteo si de verdad amaba al castaño ...

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-No vuelvas hacerte el héroe hijo – Xiao Li dejó un beso en la frente del pelinegro.

-Ay mamá – rió – Ma... ya lo tengo decidió, me iré a Inglaterra dentro de dos semanas –

- ¿El día del matrimonio de Yibo? –

-Sí, no quiero verlo – una lagrima caía por su mejilla.

-Mi pequeño Sean – con su pulgar, la mayor limpio el rostro de su hijo – Eres fuerte, lo sé – lo abrazó y ese gesto fue correspondido afianzando más el agarre, haciendo que Zhan llorara como cuando tenía 3 años – Todo estará bien mi pequeño –

Le practicaron una cirugía simple en el hombro para quitar la bala, para tranquilidad de todos no llegó a mayores y pudieron sacarla con éxito. La pequeña Mei se quedó con su tío Dalú ya que ambos padres se encontraban internados, solo que Zhan estaría una semana y Yibo un par de días en observación por el estrés y el susto ejercido en el ataque.

A Zhan y a sus padres, solo se les dijo que Yibo se desmayó por el estrés y que estaría bien en un par de días y regresaría a trabajar, a diferencia de las hermanas que ya sabían la verdad.

La pequeña Mei visitaba a ambos papás, recogió a su papi Yibo feliz, sobre todo porque se convertiría en su doctora personal y estaría unos días más en casa, ya que el señor Xiao no quería apurar al castaño a regresar.

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Los días siguieron su curso, a la pequeña Mei le informaron sobre el viaje de su papá Zhan, la pobre lloraba y lloraba todos los días. "¿Me va a dejar de nuevo?" "¿Ya no me quiere?" eran una de las preguntas que se hacía la pequeña, por más que ambos padres le trataban de explicar. Hasta que ella entendió y le prometieron que se iría una temporada a pasarlo con él, además de la condición de que él regresara un fin de semana cada una o dos veces al mes, más llamadas o videollamadas todos los días y adicional regresar con muchos regalos para ella.

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El Matrimonio requiere fidelidad mutua para la vida.

El día llegó. El lugar que habían alquilado para el evento sería en el mismo club donde fue la fiesta de aniversario. En una de las habitaciones se encontraba un chico castaño mirándose al espejo, arreglando lo último, su corbata. Vestía un terno negro ceñido a su cuerpo, camisa blanca. Un pequeño bulto acompañaba a esa vestimenta. Sonreía al verla, se puso de lado para verse mejor en su reflejo.

-Perdóname Zhan – pensó mientras se lo acariciaba. – Sé feliz, que te valla bien en tu nueva vida – A la misma hora que él se estaría casando, Xiao Zhan estaría viajando hacía su nuevo destino.

- ¿Listo hijo? - Entraba la señora Wang. – tomó su mano – ¿Estás seguro del paso que darás hoy?-

-Si, vamos – la mayor asintió.

-Vamos que Mei esta esperando para las fotos – ambos rieron.

Se tomaron las fotos respectivas. Los Wang tenían sus dudas, Yibo no irradia la luz que hacía notar cuando fue el día de su supuesto matrimonio con el pelinegro, esta "felicidad no tenía brillo". Ambos mayores solo se resignaron a la repuesta que les dio su hijo un día antes. "Yo sí me voy a casar, quiero casarme."

Yibo avanzaba de la mano de su padre, estaba nervioso, a pesar de que ya lo había decidido, su corazón quería correr, tomar a su hija e ir con Xiao Zhan. Ya era tarde, hasta el último momento su cerebro le decía que debía de quedarse con Yue, mientras su corazón y alma gritaban otra cosa.

El señor Zhen al llegar al pequeño altar improvisado, tomó al mano de su hijo y la unió con la de Yue.

-Hazlo feliz – miró a Yue

-Haré que sea feliz- respondió seguro. Miró a Yibo y sonrió.

Tomaron sus lugares y el juez encargado empezó la ceremonia.

-Buenas tardes, estamos aquí reunidos para celebrar la unión de estas dos personas, estas dos almas, las cuales se unirán por amor... Antes de comenzar haré la siguiente pregunta: ¿Alguien de los presentes sabe alguna objeción o impedimento para que se celebre este matrimonio? – silencio – Bien...-

- ¡Alto! –

El amor no es como lo pintan - ƶɦαɳყเWhere stories live. Discover now