CAPÍTULO 13 | DESCONTROL

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Axel

Hemos pasado toda la tarde juntos en el césped. Hemos hablado de Lisa, de Ricky Harry, de los chicos... Hemos hablado de sus miedos con respecto a la canción. Tiene un lío en su cabeza difícil de alejar. Por lo visto, sí se replanteó la opción de dejar ir a su discográfica, pero no está segura de querer abandonar todo de un día para otro. Y la entiendo. Nadie sería capaz de tomar esa decisión de la noche a la mañana. Es algo que pensar y repensar. Es lo único que ha hecho estas semanas.

—¿No crees que el primer paso es hablar con Holly, Jackson y Brett? —pregunto cuando el sol se está poniendo.

—Lo mejor es tomar una decisión y ya hablar con ellos, ¿no? —Suelto una pequeña carcajada que la pilla desprevenida—. ¿Qué?

Me giro a mirarla y, durante unos segundos, me concentro en ella. El pelo rojizo brilla más a esta hora de la tarde, con el sol escondiéndose y la luna haciéndose presente detrás de ella. No me mira porque tiene la vista puesta justo enfrente, pero yo sí recorro su rostro varias veces. Me cosquillean los dedos cuando me contengo para no apartarle el mechón de pelo que se le ha escapado.

—La decisión tenéis que tomarla juntos, Daila—. Vuelvo a centrar mi atención en la conversación—. No tienes que enfrentarte tú sola.

Se queda pensativa durante unos segundos y luego me mira. Sonrío de forma involuntaria y me tumbo sobre mi codo, esperando que hable.

—Siempre hablamos de mí —pronuncia en un susurro.

—Siempre que hablamos de ti es por el mismo motivo —hablo, sin eliminar la sonrisa.

—Cuéntame algo sobre tu vida. —Se coloca en la misma posición que yo, mirándome.

—Pregunta —susurro, esquivando su mirada y deslizándola durante un milisegundo a sus labios.

—¿Desde cuándo conoces a Leo?

Su pregunta no me sorprende. Al final, es la única persona de mi alrededor que conoce.

—No recuerdo como fue nuestra presentación. Toda mi vida he estado con él —susurro—. Es como un hermano.

Agradezco haber tenido con él una conversación esta mañana. Hemos podido solucionar el problema que tuvimos hace unos días. Me ha pedido perdón por ponerse siempre del lado de Matthew y yo me he disculpado por estar tan a la defensiva.

—Te aprecia mucho —susurra y la miro con el ceño fruncido, hasta que me acuerdo de cuando lo encontré mirando en mis contactos y después lo escuché hablar con ella. Me hizo sentir bien que se preocupase por mí y por ellos, y que encontrase una forma de contactar con Daila y disculparse de nuevo con ella.

—Yo lo aprecio de la misma forma.

—Se nota la forma en la que lo cuidas. Bueno, la forma en la que cuidas a la gente de tu alrededor.

Mi corazón da un vuelco y me contengo para no volver a sonreír, aunque por dentro esté saltando de felicidad.

—A veces no lo consigo.

—Créeme que el noventa por ciento de las veces sí lo haces —asegura—. Con nosotros lo haces cada día.

Lo intento. Desde el día que nos conocimos. Quiero creer que mi ayuda les alivia o les da la esperanzas para poder levantarse cada día con ganas de seguir componiendo, aunque a veces me pese que encuentren callejones sin salida o no les gusten esas pocas salidas.

—Solo quiero daros la tranquilidad que se merece cualquier artista —me sincero—. ¿Cómo vais con la composición y creación del siguiente disco?

Una canción robadaWhere stories live. Discover now