CAPÍTULO 14 | ABOGADA

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Todo está yendo bien, sorprendentemente. Al día siguiente de lo que ocurrió en el hospital, tuve que salir antes de casa de Axel y le dejé una nota, como cuando estuvimos en Bergen, explicándole que Holly me había llamado para darme noticias importantes. Lo entendió perfectamente porque en cuanto se despertó, me llamó preguntándome si todo iba bien y, joder, iba de maravilla.

Sternbilder por fin empezamos a ver la luz del final del túnel. Jackson se puso en contacto con una abogada, porque todos sabíamos que no podríamos hacer mucho más, y fue ella quien se encargó de hacer las investigaciones necesarias. Nos habló acerca de la relación de Lisa y Ricky Harry que, por lo visto, ha ocurrido durante bastante tiempo.

Según la abogada todo empieza a dejar de tener sentido cuando salen las primeras conversaciones entre ellos dos. HidOut siempre ha compuesto sus canciones, pero desde hace un año o así, dejaron de hacerlo y empezaron a sacar discos con canciones compuestas por otros artistas o grupos. Todo legal, obviamente. Hasta que llega «El juego». No hay ningún papel que indique que la han escrito ellos o que un artista le está vendiendo los derechos de autor. No hay absolutamente nada. Conforme la abogada investiga, se encuentra con que Ricky Harry también ha estado en Estados Unidos como mánager y también ha habido denuncias por plagio de sus propios artistas.

Ahora estamos los cinco en la puerta del despacho de Lisa con la abogada. Sí, los cinco. Porque desde que se lo dije a Axel se ha empeñado en estar con nosotros si le dejábamos. No tuve que pensar demasiado en decirle que podía quedarse, porque ha estado con nosotros desde el minuto cero y este logro es tanto nuestro como suyo.

Siento su mano posarse en mi pierna y lo miro para después sonreírle. Se está convirtiendo en rutina regalarle sonrisas cada dos por tres. No es que quiera hacerlo, pero salen solas y no me preocupo por retenerlas. Es de las pocas veces que hemos tenido contacto físico con alguien más delante, aunque nadie parece darse cuenta. Tenemos pendiente la conversación de lo que ocurrió en Sognsvann Lake, pero no hemos tenido tiempo para hablar de ello. Aun así, ninguno nos reprimimos a la hora de tener contacto físico cuando estamos solos. Es como si todo fuese normal y rutinario, a pesar de que no hay nada de normal cuando sus dedos me tocan.

—Pase lo que pase, estoy aquí para todos. Para ti, ¿vale? —me tranquiliza, sin quitar la mano de mi rodilla. Asiento sabiendo que no hay ni un ápice de mentira en lo que acaba de decir.

Lisa sale por fin del despacho y se queda asombrada cuando nos ve a todos allí. Creo que no nos esperaba. Me apresuro a levantarme y me coloco delante de todos. No lo hago con aire de superioridad, más bien es porque necesito protegerlos y siento que si están detrás de mí va a ser más difícil hacerles daño.

—¿Podemos hablar? —pregunto sin moverme del sitio. Voy a tratarle como ella nos ha tratado a nosotros en los últimos meses: como simples desconocidos. Asiente, dejándome pasar—. Te presento a Lina Olsen, nuestra abogada.

—¿Vuestra qué? —pregunta, atónita. Se queda de pie al lado de su escritorio sin acercarse a la silla, apoyándose en él mientras nos mira sin saber que decir—. Chicos, ¿qué está pasando?

—Buenos días, señora Lie. Como ya le ha dicho mi cliente, soy Lina Olsen y soy la abogada que va a llevar el caso del plagio de «Revancha» de Sternbilder, la banda a la que usted lleva. —Lisa frunce el ceño, intentando comprender lo ocurrido. Niega, despacio, como si no se creyese la situación—. ¿Empezamos?

Holly afirma y se acerca a nosotras para sentarse. El único que se queda detrás es Axel, que se mantiene al margen de lo que está ocurriendo. Se lo agradezco porque está para nosotros, pero no brilla por encima de ninguno. No quiere meterse en líos, solamente hace acto de presencia para demostrar que esto no es solo de cuatro, sino que también es de cinco.

Una canción robadaWhere stories live. Discover now