CAPÍTULO 17 | PISTOLAS LÁSER

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Después de salir del despacho de Lina, nos subimos en el coche y casi obligo a Holly a contactar con Leo. Lo hace de inmediato y nos cuenta que está en Megazone con Axel y Matthew.

—La dirección —le grito mientras pongo el intermitente.

Se la da a Holly y ella la escribe en el GPS. Le explicamos que queremos hacerle una sorpresa y aparecer para estar con él. A lo mejor no quiere vernos, pero yo sí tengo unas ganas horribles —y difíciles de admitir— de ir allí. Tengo que agradecerle todo lo que ha hecho cada día por mí y por Sternbilder.

Tardamos unos diez minutos en llegar y cuando lo hacemos, entramos de golpe, dándonos de lleno con Leo. En cuanto nos ve, sonríe de oreja a oreja y se acerca a nosotros. Mira de vez en cuando hacia detrás, asegurándose de que Axel no nos ve. Parece estar mirando lo que están haciendo dentro de la sala.

—¿Queréis jugar? —pregunta antes de saludar—. Hemos reservado solo para los tres, pero eso iba a ser increíblemente aburrido. Puedo avisar de que somos cuatro más.

—Sí —respondo sin pensar—. Nos apuntamos.

Miro a los demás que asienten a lo que he dicho y avanzamos hasta que estamos detrás de Axel y el que supongo que es su amigo Matthew. Toco su espalda con el dedo y se gira, poniendo toda su atención sobre mí. Parece sorprendido ante nuestra aparición y, aunque tarda unos segundos en reaccionar, sonríe ampliamente.

Está totalmente despeinado y lleva una camiseta sin mangas, que enseña sus brazos ajenos totalmente a los tatuajes. No está increíblemente fuerte, pero sí se deja entrever los pocos músculos de sus brazos.

—Feliz cumpleaños —lo felicito sin moverme del sitio.

Es él quien se acerca a mí y me abraza, alzándome un poco del suelo. El corazón me da un vuelco en el pecho. Por unos segundos, me asusta que, al bajarme, se acerque a mí y me bese como hace cuando estamos solos, pero, en su lugar, se aparta de mí y saluda a los demás, agradeciéndoles por haber venido.

El tacto de sus brazos sobre los míos en un sitio público ha creado una montaña de sentimientos que no soy capaz de describir.

—¿Cómo ha ido la reunión? —se interesa volviendo a mí.

—¿De verdad quieres saberlo? —pregunto, curiosa—. Es demasiado aburrido.

—Puedes contármelo luego si quieres —susurra en mi oído. Le doy un pequeño golpe en el brazo y me quedo mirando a su amigo, que nos observa en silencio—. Él es Matthew y ellos son Collins, Brett, Jackson y Holly.

Sonrío al escucharlo presentarme como Collins y no como Daila.

—Los chicos de Sternbilder —murmura—. ¡Encantado!

—¡Igualmente! —Brett se acerca a él y le estrecha la mano.

Todos se saludan, incluida yo, que vuelvo a poner mi atención sobre Axel. Siento su mirada observarme con una sonrisa, así que me acerco a él, ignorando al resto de personas.

—¿Qué pasa, Miller? —Alzo las cejas y sonrío de lado—. No te veía jugando a disparar.

Suelta una carcajada que consigue sacarme otra a mí y niega.

—Yo no te veía aquí. Conmigo. —Se acerca a mí, manteniéndose en silencio durante unos segundos—. Pero sí jugando a este tipo de cosas.

—¿Tan agresiva soy? —frunzo el ceño, esperando una respuesta.

—¿Es una pregunta seria o de verdad dudas de tu carácter?

—Lo digo en serio —me reafirmo, cruzándome de brazos.

Una canción robadaWhere stories live. Discover now