Epílogo

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Abrí la puerta encontrándome a mi hermano organizando unas hojas. Entre él y San se distribuían la mitad del trabajo de Jungkook y mío. Así todos hacíamos algo y teníamos tiempo para nosotros mismos.

—¿Viste a-?

Sonrió señalándome con los papeles.

—¿Cassian?

Asentí avergonzada. Los últimos cuatro meses habían sido así, él desaparecido y yo buscándolo. Haise negó con la cabeza dejando las hojas en una de las torres de su mesa. Se levantó metiendo las manos en sus bolsillos.

—Mis sobrinos están en al campo de tiro, tal vez con Lein o tal vez jugueteando con el arco que dejas a la vista de unos niños de diez años.

Notaba ese tono típico de los regaños en su voz; el que usaba con mis hijos cuando rompían o se escapaban. Me estaba juzgando por enseñar a usar el arco a mis hijos o por dejarlo muy accesible... seguramente la última. Me crucé de brazos en la puerta y me apoyé en el marco.

—¿Lo dice el tío que les da a probar el licor?

Se sentó con una sonrisa traviesa, esa que hacía cuando me empujaba al lago de pequeños.

—Solo fue un sorbo—dijo hojeando unas hojas.

—¡Tienen diez y siete años!

Ya estaba alcoholizando a mis bebés...

—No seas dramática, Cirene, tú bebiste del vaso de papá a los diez y no saliste alcohólica.

Iba a volverle a gritar lo irresponsable que era eso cuando alguien tosió tras de mí. Me giré encontrándome a Jungkook, observó la situación antes de agitar las hojas de su mano y afirmar un: "perdiste a los niños de nuevo"seguido de una sonrisa divertida. Ni siquiera lo había preguntado, lo había afirmado. Asentí tras un suspiro. Cerré la puerta de mi hermano y comencé a andar al lado de Jungkook por el pasillo. No hacía mucho había terminado mi tarea y asistido a una reunión, pensaba pasar un rato con esos dos niños.

—Te juro que desaparecieron en cuanto me di la vuelta.

La cabellera de Jungkook estaba mucho más largo, a veces se hacía una pequeña coletita para dormir. También la usaba para suplicarme un tercer hijo. Después del nacimiento de Cassian inventaron un objetito maravilloso que evitaba mi embarazo cada dos por tres por la sonrisa embaucadora de Jungkook; él insinuaba dejar de usarlo como si yo fuera estúpida.

—Siempre dices eso Cirene—dijo con una sonrisa—Al final Arrow salió idéntico a tí.

Arrow tenía literalmente la cara de Jungkook con pecas y una nariz más moderada; ¿Y decía que era idéntico a mí?

—¿Sólo porque se escapa?

Me empujó contra la pared acorralándome entre sus brazos.

—Porque replica todo, hace lo que quiere, le gusta el bosque, el arco y se escapa hasta de las comidas.

Vale, sí que tenía mucho de mí. Jungkook besó mis labios delicadamente antes de señalar la puerta de la derecha, su despacho.

—Termino esto y vamos a dar una vuelta.

—¿Los dos?—pregunté abrazando con mis brazos su cuello.

Jungkook sonrió de una forma bastante pervertida.

—Los dos, si tal vez aparece un tercero; sino en familia.

—No, usarás el invento ese...¿condón?

—¿Por qué?—preguntó suplicante.

—Termina tus papeles—dije alejándome dispuesta a encontrar a mis dos criaturitas.

Salí al jardín, efectivamente estaban en la zona de tiro junto a los aprendices. Lein se encargaba de eso, y al parecer había adoptado a dos principiantes más. Subió el arco de Cassian para que la flecha llegara a la diana.

—Lein, ¿Cómo se calcula la distancia?—preguntó Arrow colocando la flecha.

Mi pequeño tenía el arco de mi madre en sus manos. Le estaba enorme, pero no parecía importarle. Tenía sorprendentemente una buena postura, y eso era mucho decir. Mi niño se veía muy guapo concentrado, normalmente tenía una cara de travesura pura.

—No sabría decirte...

Lein se rascó la nuca, él tampoco lo entendía cuando era aprendiz.

—Intuición—dije apoyada en la madera que casualmente me llegaba por el cuello.

Habían subido la tarima un par de tablones hacía poco.

Mis hijos se giraron sonrientes, como ángeles inocentes.

—Si tenéis la intuición de los Jeon lo pillaréis rápido.

Arrow casi acertó en el blanco, le faltó un poco de altura. Cassian casi llegó a la diana, era demasiado pequeño para una tan lejana.

—Majestad, ¿Hace los honores?—preguntó Lein señalando las dianas.

Me llevé de las manos de mi Arrow el arco y agarré la flecha de Cassian. Armé todo y apunté a la diana más lejana acertando de lleno; había perdido práctica igualmente.

—¡Qué pasada, mamá!

—Señorita, es usted toda una cazadora, ¿Has encontrado a tu presa?

Miré tras de mí viendo a Jungkook apoyado también la barbilla en la madera como yo antes.

—La tengo justo en frente.

Subió a la tarima y besó mis labios como el día de nuestra boda, uno lento que transmitía tantas cosas... Se separó y juntó nuestras frentes susurrando un: "no me arrepiento de haberte encarcelado cuando te vi en castillo" sonreí con ironía, "yo tampoco por pensar que eras arrogante"

—¡Papá mira, mira!

Le di el arco a Arrow. Se relamió los finos labios idénticos a los de Jungkook y tensó la cuerda acercando la flecha a sus pómulos repletos de pecas. Lanzó la flecha acertando en el blanco.

Jungkook subió a sus brazos al mayor de sus hijos felicitándolo.

—¡Si eres igualito a tu madre!

—¿De verdad?—preguntó emocionado—Siempre quise ser como mamá.

Se puso serio mirando la sonrisa de su hijo.

—Haré como si no escuché eso.

Jungkook me miró con enojo. Sonreí traviesa. El pequeño Cass tiró de mi vestido exigiendo que lo subiera también.

—Papá es muy guapo, a que sí mamá.

Asentí mirando a mi lindo Rey.

—¿Por qué no nos vamos en familia de vacaciones ?

Oh, me estaba gustando eso de unas vacaciones.

—¿No tenéis reunión?

Negamos sonrientes.

—¡Quiero visitar a Yoongi!—gritó Cassian sonriente.

—¿Yoongi? ¡Si Taehyung y Namjoon son más divertidos!

Miré a Jungkook, al parecer sería una visita a sus amigos.

—Iremos a ver a Yoongi, porque una linda pelirroja que conozco quiere ver el mar.

Una excursión en familia... estaba deseando conocer el mar con mis pequeños y revoltosos hijos.

El Secreto mal Guardado De La Corona- JK  Where stories live. Discover now