La magia de Ela

Pastel milagro

Me levanté del suelo, busqué mi teléfono, eran poco más de las 4 de la tarde, sentí algo de hambre así que fui a la cocina, no encontré nada que realmente me apeteciera almorzar...

Regresé a mi sofá con una tostada de jamón y queso y por mi teléfono, Susan me había escrito

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Susan
15:30 " Lamento mucho lo de tu mano 😔
15:32 La fiesta está increíble, todos son muy divertidos.
Hay chicos muy guapos 😍
15:33 Teo me presento a un amigo suyo, es todo un sueño 😏
Me ha invitado a su casa después de la fiesta
15:35 Mañana iré a visitarte, si me desocupo temprano 😏🤭

Ela
*****

Dejé el teléfono en la mesa.
-Quiero escuchar me muero de Carlos Rivera

-Reproduciendo me muero de Carlos Rivera-se escuchó el eco del asistente.

Eran cerca de las 7.30, con mucha dificultad había logrado bañarme y cambiarme de ropa, no sabes lo que te hace falta una mano hasta que no la puedes usar, en fin, entré al chat de la empresa porque tenía más de 50 notificaciones y me pareció muy extraño, la mayoría eran llamadas de un número desconocido, también había un par de mensajes del mismo número,

0987654321
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19:05... es sobre los arándanos

19:12... ¿dónde estás?

19:21... Me dijiste que viniera hoy en la noche.

19:30... 😩contesta por lo que más quieras

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Decidí llamarlo.

-Hola.

-¿Quién es?

-Ela, la pastelera

-Oh, por fin,
¿dónde estás?

-En mi casa, hoy es feriado, nadie trabaja.

-Lo sé pero tu dijiste que podía venir hoy.

-¿Los conseguiste?

-Estoy en tu trabajo, ¿Podrías venir para hablar personalmente?

-Imposible, no tengo como llegar.

-Puedo ir a donde estés.

-Quiero que seas sincero ¿los conseguiste o no?

-Yo siempre consigo lo que me propongo. Ahora por favor dame tu dirección.

Dude por un momento si enviársela o no, pero al final accedí

-Ya te la envío.

Cerré la llamada y le envié mi ubicación.

Me levanté y me cambié de ropa nuevamente, fue toda una tortura, pero lo logré

Minutos después mi teléfono empezó a sonar, era Cristian.

-Ya estoy en la dirección que me enviaste, puedes salir.

Me asomé por la ventana, él estaba justo frente al edificio.

-¿Ves el edificio de vidrios verdes? -mencioné- Ingresa y sube al tercer piso. Ya salgo.

Me dirigí a la puerta y esperé a que subiera.