Arriésgarte

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—Creo que tenemos un pequeño problema —dijo Julián

—¿De que hablas?

—Creo que hay un ratón en la cocina

—¿Qué? ¿A dónde? —grité nerviosa—

No me gustan los ratones me provoca demasiada ansiedad la idea de  tener que matarlos para deshacerse de ellos.

—Tranquila, no lo he visto, pero esta funda tiene pequeñas mordeduras, puede ser de un ratón o de una cucaracha.

—¿Cucaracha? Eso es peor que el ratón —chillé

Julián empezó a reír, —¿Tienes más miedo de las cucarachas que de un ratón?

—No es miedo, es asco —mencioné con una mueca de pavor y pánico juntas y empecé a estremecerme y sacudirme como si los pequeños rastreros ya estuvieran subiendo por mi ropa.

—Ela tranquila, no hay mucho trabajo pendiente te parece si hacemos una limpieza profunda? Quizás encontremos al culpable —mencionó Julián trantando de confortarme

—Eeee, no estoy segura de querer encontrarlo —murmuré con cara de asco.

Julian se acercó a mí, sigilosamente, y cerca de mi oído pronunció en voz baja…

—Bueno, no podemos quedarnos con la duda tampoco. —

Una ligera sensación de cosquillas recorrió mi cuerpo, bastante agradable y me hizo sentirme feliz

—dale, tú empieza con esa sección de allá y yo limpio lo de acá.—
continuó diciendo en un tono más alto y bromista.

Pasamos toda la tarde limpiando y no encontramos nada.  Al final concluimos que talvez alguno de nosotros lastimó el empaque sin darse cuenta o llegó en ese estado desde el súper

Julian llevaba aquí solo unos pocos días, pero  había dejado de ser un extraño, su presencia era demasiado cómoda para mi, para nosotras incluyendo a Susan.

******

Teo fue por mi a la salida del trabajador como de costumbre, antes de subir le pregunté si podía llevar a Susan a su casa también ya que su auto estaba en el taller y no estaría listo en una semana, él aceptó y subimos.

Susan decidió ir en la parte de atrás y yo de copiloto.

—¿Y cómo ha estado el trabajo hoy? —preguntó Teo

—genial como siempre —contesté

—agotador —mencionó Susan— un cliente esperó que le hiciera un reembolso porque su cupcake de chispas de chocolate no tenía chispas

—¿y le hiciste el reembolso? —quizo saber Teo

Susan río.

—Claro que no, le dije que tenía que devolverme el cupcake primero, pero ya se lo había terminado, se molestó y dijo que no volvería, una hora después envío a un niño a comprar media docena más y vi como los devoraba cerca de la parada del bus.

Teo nos contó que hoy le había pasado de todo en el minimarket, rompió varios productos y recibió un pedido equivocado, pero el broche de oro ocurrió cuando sin querer había caído sobre su jefa porque el piso esta a mojado quién sabe de qué y ella resbaló, trató de sostenerse de él pero ambos cayeron al piso....

Todos reímos con esto hasta que llegamos a mi edificio

Le pedí a Teo que bajara un momento y me ayudase con el candado de la entrada del edificio porque últimamente no abría fácil y aún me dolía un poco mi mano.

—dame las llaves —me pidió

Saqué las llaves de mi bolso y se las entregué

—no hay problema con el candado —contestó — al abrirlo inmediatamente

—no es por eso que te he hecho bajar, —confesé — quizás podrías aprovechar el momento a solas con Susan, dile lo que sientes por ella —lo animé

—Ela ya hablamos de eso, no quiero que ella me rechace.

—Si no lo intentas jamás estarás seguro de lo que ella siente por ti.

—¿Ella siente algo por mi? ¿Te ha dicho algo al respecto? —Comentó Teo muy emocionado.

Vacilé un poco en contestar, pensé en si sería correcto engañarlo para darle valor, la verdad es que nunca había hablado con Susan del tema pero ella siempre decía que Teo le caía muy bien, que era un chico muy responsable y de bonitos sentimientos y que le gustaría enamorarse de alguien así algún día.

—no me ha dicho directamente que le gustas, pero tampoco lo ha negado respondí evadiendo sus ojos.

—Teo empezó a dar pequeños saltitos, ¿estás segura? —volvió a inquirir

—Teo arriésgate —lo alenté y lo abracé para huir de sus ojos.

—creo, creo que lo haré —musitó con un ligero tono de valentía.

Teo me entregó las llaves y corrió a su auto.

Subí a mi departamento, dejé todo en la entrada y corrí a tomar una ducha.

Arriésgate, eso era lo que le había dicho a mi amigo, quizás también yo debería escuchar mis propios consejos y darle una oportunidad a Lucas... ¡uff! Ese era un tema que aún debía considerar un poco más.

 ¡uff! Ese era un tema que aún debía considerar un poco más

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Holaaaaaa

A ver, sí es en realidad un mini capítulo 🤭, pero Ela tiene una vida que no gira en torno a Lucas, aunque últimamente se haya vuelto de cabeza.

Nos vemos en el siguiente capítulo 😘. Habrá drama se los juro 🤭🤗

La magia de ElaWhere stories live. Discover now