Aquel brillo...

14 3 1
                                    

—hola Ela

Ariana estaba junto a la puerta de la cocina, inmediatamente corrí hacia ella y la abracé

se veía diferente, su cabello estaba más largo, un poco más delgada desde la última vez, también su rostro había cambiado, esa chispa y la mirada dulce e inocente que yo conocí, toda la luz y alegría que siempre irradiaba se esfumó parecía otra...

—me alegra tanto verte —le aseguré

—Ela necesito tu ayuda, no se con quien más acudir.

—¿Qué sucede cariño?

—Es mi tío, está mal

Un escalofrío me heló el cuerpo

—¿Por qué? ¿Qué tiene? —Pregunté asustada

Ariana se cubrió el rostro y empezó a llorar

—Ela es mi culpa, lo de mamá y abu fue...

Ari casi no podía hablar, respiró profundamente y continuó...

—fue difícil... Y él se ocupó tanto de mí que no tuvo tiempo para vivir su propio dolor, no hubo nadie para él y ahora se está destruyendo

—Ari por favor explícate no estoy entendiendo nada.

—es que es otro, desde que regresamos ya no habla conmigo más que lo necesario, ya no sonríe, sale todas las noches, llega de madrugada a veces borracho, llora en su habitación, yo sé que está sufriendo pero no me deja ayudarlo

Las palabras de Ariana eran como pequeñas cuchillas que aruñaban mi piel, —no hubo nadie para él, está sufriendo— Ari tenía razón, recordé la última pelea que tuvimos:

“—¡Ariana lo perdió todo! No quiere escuchar de un romance

—¿Un romance? ¿Eso es todo lo que significo para ti?

—No Ela, pero Ariana es mi prioridad, necesito que ella esté bien, está al borde de un colapso, esta situación podría hacer que su enfermedad regrese y yo no lo puedo permitir, no sé que sería de mi si también la pierdo…

—Cris yo no puedo estar junto a ti y fingir que solo soy una amiga...

—Princesa no me hagas esto...

—No Cris, ya no quiero fingir más…”

—Sé que se guardó todo el dolor, trató de ser fuerte por mí —continuó diciendo Ariana y creo que ahora eso lo está afectando  y yo no sé como ayudarlo. Ela te necesito, yo no conozco a sus amigos, creo que no tiene y tampoco nunca me presento a alguna de sus novias o alguien en quien confiara.

No sabía que responderle o cómo tranquilizarla.

—¿Te confieso algo?

—Asentí

—Desearía tanto que él se hubiese enamorado de ti, todo habría sido tan distinto, no habría estado solo...

—Ari no pienses en eso sí.

—Ela, aunque no lo creas yo sé que eres muy importante para él, siempre te vio de un modo especial, aunque lo negaba, pero yo sé que cada vez que le pedía que saliéramos contigo aparecía un brillo muy intenso en sus ojos.

Aquel brillo, yo lo conocía

—cariño voy a tratar de hablar con él ok —le contesté y la abracé nuevamente

—Gracias Ela.

Ariana se marchó y yo busqué mi teléfono.

No se cuanto tiempo estuve viendo la pantalla, pero al final desbloquee el contacto y le escribí a Cristian.

La magia de ElaWhere stories live. Discover now