La Decisión

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Semanas después
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—hola bonita

—hola —respondí

—te extraño, ¿tienes tiempo para mi esta noche?

—aún nos faltan cosas por terminar estaré en casa a las 8, puedes venir a esa hora —le escribí en el mensaje y lo envíe

—Ela no, no quiero estar contigo a solas en tu departamento, princesa me da ideas que no puedo hacer realidad y no quiero faltar a mi palabra, salgamos a bailar -me pidió.

—Es que no soy muy buena en eso

—Entonces vayamos al cine o a cenar a algún restaurante

—no lo creo, quiero estar contigo pero a solas..

—¿acaso te avergüenzas de mi?—

—Cris, ya basta, sabes que no se trata de eso, además debemos ser discretos.

—¡uff! Está bien nos vemos en tu departamento, pero no respondo lo que pueda pasarte.

—¿Me estas amenazado Cristian?

—te estoy advirtiendo.— Nos vemos luego princesa.

—hasta luego.

—¿Nos vamos? —preguntó Susan

—Sí, Cristian llegará a las 8, apurémonos.

Guardé mi teléfono y tomé mi bolso.

—Estás segura de lo que vas a hacer.

-Sí, siento que es el momento

Susan y yo fuimos al centro comercial y dejamos la tienda encargada a Julián.

En esta ocasión, por mi propia voluntad y por primera vez realmente quería probarme ropa femenina, quería vestirme para Cristian...  para que luego él pudiera... desvestirme, era tan loco todo esto...

—Ok. ¿Te sientes con ganas de ser sexi y atrevida o prefieres algo más inocente? —me cuestionó Susan

—No tengo idea, él ha...

Él ha estado con varias

—... él no ha de querer una chica inocente.

—todos los hombres fantasean con una chica virgen e inocente —aseguró Susan

—¿Lo dices en serio? —Pregunté con preocupación

—claro que sí, pero eso ya lo irás aprendiendo luego, por ahora se trata de lo que tu quieras.

—Inocente, será más natural, tengo temor de intentar ser sexi y verme ridícula

—perfecto entonces vamos a buscar algo en tonos sutiles.

—Mira ¿qué te parece este en beige?

Susan me mostró un juego de lencería muy hermoso y delicado pero solo de imaginarme usarlo y que Cristian me viera ya me hacía sonrojar

—también podemos llevarnos este en negro, el azul marino, ¡oh! ese coral hará resaltar tu piel divinamente

—¿no te parecen demasiados?

—Mañana tu misma me darás la respuesta ok.

*****

Después de medirme decenas de corsets y ligueros finalmente encontramos lo adecuado.

—es todo vamos a casa.

-¿Harás algo de cenar?

-No, le he pedido que traiga algo preparado así será una cosa menos de la que preocuparme.

La magia de ElaWhere stories live. Discover now