Un dilema moral

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-Explicame porque no te estoy entendiendo, ¿qué fue lo que te dijo Teo que te molestó tanto?

Susan estaba furiosa y casi al borde de la histeria, se había peleado con Teo, o eso era lo que yo lograba entender

-Ela fuí demasiado ilusa -se culpaba- te voy a contar cómo surgió todo: -estabamos en su casa tumbados en su cama cada cual viendo algo en el teléfono, me apareció una sugerencia de una receta en Youtube y se me ocurrió decirle que quería prepararla en ese momento, me dirigí a la cocina y empecé a prepararla, me quedó increíblemente deliciosa y a Teo le fascinó; luego estuvimos hablando como nunca antes, nos reímos mucho, de ahí nos pusimos a lavar los platos y a ordenar la cocina.

Susan estaba divagando demasiado, yo no entendía si todo ese preludio era necesario

Ya empezaba a fallarle la voz, en cualquier momento comenzaría a llorar, aún así continuó:

-Después, así de la nada dijo: -¿No te encantaría poder repetir esto todas las noches? creo que tu y yo deberíamos vivir juntos...

-¿y tú que le contestaste? -quise saber

-Le lancé la toalla que tenía en las manos y salí de allí molesta

-Su, ¿Aún no entiendo que te enojó, fue la propuesta o el modo en que lo hizo?

-Ela fueron ambas cosas, es que yo no quiero vivir juntos antes de casarnos, no quiero parecer su esposa quiero serlo.

-¿Su esposa? Pero si a tí no te gustan las ataduras —mencioné incrédula

-no, no me gustan y jamás lo había considerado, pero con Teo todo ha sido distinto, siento que realmete quiero pasar el resto de mi vida con solo con él.

-¿entonces por qué te molestó la propuesta?

-porque él no me propuso matrimonio, me propuso que vivieramos juntos y ya ¿qué se cree que puede venir y proponer algo tan serio mientras secas platos?

-Su, tienes que hablar con él y explicarle que necesitas estar segura que esto no es un juego para él, y que para tí mudarse juntos es un compromiso muy serio

-yo no quiero que él piense que le estoy proponiendo matrimonio, y tampoco quiero que tú le sugieras nada, Ela prométeme que no le vas a decir nada

-Susan así no funcionan las relaciones en pareja ¿Acaso no fuiste tú quién me enseñó que si no sientes la confianza para hablar con alguien sobre un tema es porque quizás no es el indicado?

-Ela Teo es atractivo físicamente pero en lo demás es un bobo, no le gusta nada de lo que a mí, no le gusta salir a bailar y embriagarnos hasta hacer locuras, no le gusta experimentar cosas nuevas, ama estar todo el fin de semana en casa viendo la misma película o esa serie que no se como se pronuncia y si no es eso son sus partidos de fútbol, si al menos le gustara salir y jugar fútbol, pero no, solo quiere verlos y analizarlos; en cambio sabes que yo amo estar al aire libre, me encanta bailar conocer personas nuevas y vivir a mil sin reglas, sin rutinas... Pero Teo me ha hecho enamorarme de él, soy feliz con solo verlo en mi sofá, me vuelve loca comer palomitas recostada en su pecho, amo el olor de sus camisetas y lo confortable que son para dormir, amo esos pequeños detalles que tiene, aparece de vez en cuando con un chocolate, uno diferente en cada ocasión, dice que soy su sommelier de chocolates y hasta ha creado una página con reseñas al respecto...

Susan suspiró, sonrió un poco y luego se derrumbó, las lágrimas resbalaban por sus mejillas...

-Estoy estúpidamente enamorada de ese bobo, ¿si yo le pido que nos casemos y a él le asusta la idea y me deja? ¿Ela qué hago? No lo quiero perder...

La magia de ElaWhere stories live. Discover now