Mi nueva vida

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Todo marchaba de maravilla, Ari estaba a solo dos semanas de terminar el colegio, la pequeña Liseth ya empezaba a dar sus primeros pasos y Cristian y yo éramos la pareja más feliz del mundo excepto por Susan y Teo que finalmente decidieron casarse el próximo mes.

Después de muchas súplicas pude arreglar mi situación con Julián, él me confesó que siempre supo que lo nuestro no tenía futuro y que lo que más quería era verme feliz.

Sé que las cosas jamás podrán ser como antes con él y es algo que hasta el momento me inquieta, me arrepiento profundamente de haberlo lastimado por no tener en claro mis sentimientos.

*********

Hoy es jueves, son cerca de las once de la mañana y estoy en casa preparando una sopa para el almuerzo de Liseth, desde hace un tiempo he comenzado a practicar con recetas de sal, gracias a Liseth he aprendido muchísimo de gastronomía y he mejorado un poco, pero no todas las comidas me salen bien, como por ejemplo la lasaña de la cena de anoche, fue un total fracaso; en fin, Cristian y Ariana me aman tanto que no les importó que estuviera horrible y la aceptaron

Dedicar mi tiempo a Liseth me llena de una felicidad que no puedo describir, aunque extraño mucho ir a la pastelería extraño más estar cerca de esta pequeña, he acomodado mis horarios y los pedidos para ir lo menos posible al trabajo, Julián me ha ayudado muchísimo haciendose cargo él.

Liseth se tiró la comida encima y no tuve otra opción que darle un baño, mientras la cambiaba de ropa Susan me llamó, a Julián se le presento un imprevisto y tenía que salir, Susan me pidió que fuera a la pastelería.

Terminé de vestir a Liseth y la llevé conmigo a la pastelería.

—Hola Su.

—Hola, disculpa que te haya hecho venir pero solo tú puedes terminar lo que falta, Julián no va a poder regresar hasta el lunes.

—Lo sé, mientras venía en el taxi me llamó y me contó lo sucedido

—Fue muy extraño, no sabía que sus padres aún vivían, jamás ha hablado de ellos —comentó Susan

—Tenía una relación complicada con su padre, por eso jamás dijo nada, pero ahora que él ha muerto espero que eso no la lastimé más aún.

—¿Por qué? —Quizo saber Susan

—Su, aunque te estimo demasiado ese es un asunto personal de Julián y no puedo decirte nada más

—Ok. Está bien, no necesitas contarme nada más.

Dejé a Liseth con Susan y fuí hasta la cocina para continuar con las tareas.

Un par de horas después Liseth comenzó a ponerse inquieta y a llorar, Susan no encontraba como calmarla y cuando yo la sostuve en mis brazos puede notar que tenía fiebre.

Llamé a Cristian de inmediato y luego llevé a Liseth con la pediatra que él me indicó.

Al llegar Cristian ya estaba allí.

Yo estaba muy asustada y las lágrimas resbalaban por mis mejillas

—Cris te juro que no se que le pasó, no comió nada fuera de lo normal, tuve que llevarla conmigo a la pastelería, no se qué la enfermó.

Cristian tomó a Liseth se la dió a la enfermera y luego me abrazó

—Princesa, no te preocupes, se que no fue tu culpa —me tranquilizó— hiciste lo correcto, la doctora va a revisarla y ella nos dirá que tiene.

—Cris lo siento mucho —volví a decir entre sollozos

Cristian entonces levantó mi barbilla y me besó, eso hizo que yo me calmara

La magia de ElaUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum