Enamorada

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Terminaba de peinar mi cabello frente al espejo cuando entró una llamada a mi celular.

—Hola... Sí, bajo en un minuto —respondí

Llegué a la entrada de mi edificio, Subí al auto de Cristian, busqué a Ariana pero no había nadie más que él

—¿Ariana no existe verdad? —mencioné y lo fulminé con mi mirada

Cristian rió ligeramente, se aseguró el cinturón y empezó a conducir

—claro que existe —respondió— pero nos alcanzará en el cine ha salido con su madre a hacer cosas de chicas.

Fingí creerle y me concentré en el camino que empezamos a recorrer, tenía curiosidad por saber como iba a terminar esta pantomima...

—¿Hay algo de lo que debas prevenirme? ¿Quizá algún tema que no deba mencionar? —quise saber

—¿Sobre su enfermedad acaso? —preguntó Cristian

—Sobre cualquier cosa en realidad —mencioné yo— no quiero ser inoportuna

—No lo creo, es muy relajada con el tema de su tratamiento solo no la trates como si se fuera a romper y tampoco menciones a las arañas.

—¿Cuáles arañas?

—Todas, no las soporta ni siquiera imaginarlas.

—¿Tampoco Spiderman? —mencioné

Cristian rió nuevamente, —no lo se— creo que nunca lo hemos considerado.

—ok, entonces nada de arañas —puntualicé

Llegamos al centro comercial, Cristian estacionó el auto, bajamos e ingresamos.

Estábamos observando la cartelera cuándo una chica realmente hermosa saltó hacia Cristian abrazándolo muy fuerte, era bastante alta y muy delgada, su piel parecía de porcelana, sin ninguna imperfección, pero tenía ojeras muy marcadas que se notaban aun a pesar del maquillaje; el cabello era muy corto y castaño y su voz sonaba extremadamente dulce e infantil.

—¿Es ella? —Preguntó Ariana.

—Sí, —contestó Cristian.

—Encantada —dijo— soy Ariana,— y entonces se abalanzó sobre mi en un cálido abrazo

—Tu eres la creadora de mi pastel milagro

—¿Milagro? No creo que sea para tanto —respondí

—Lo es, todas mis amigas lo amaron y gracias a él la fiesta fue todo un éxito —relataba Ariana muy emocionada, desbordaba una energía estridente, su voz inundaba el recinto y se movía hacía todos lados como si en algún momento fuera a salir corriendo.

—¿Ya fuiste por las entradas? —le preguntó a Cristian.

—Ahora voy

—¿Me acompañarías al baño? —Me preguntó

—Seguro— respondí un poco aturdida por su intensidad

Ella me tomó del brazo y caminamos hasta llegar a los sanitarios.

Mientras nos lavabamos las manos, sacó su botella de agua y un pastillero, tomó varias píldoras y lo volvió a guardar.

—No te asustes, son vitaminas— mencionó al notar que la observaba, luego volvió a sonreír.

—¿Has visto el avance de la película? —memcionó Ariana

—No.

—Está increíble, es fantástico, la he estado esperando por semanas. Quería que esta fuera mi primera película

La magia de ElaWhere stories live. Discover now