Las palabras mágicas

20 3 1
                                    


Haré algo pero no te rías —menciona Cristian

Nos ponemos de pie, quedamos uno frente al otro, él toma mi brazo lo eleva y me hace girar hasta abrazarme, mi espalda está contra su pecho, puedo sentir su respiración, su boca besa suavemente mi hombro —no te rías —me recuerda entre risitas que el mismo no puede controlar,  me sujeta por la cintura fuertemente y de repente comienza a hacerme cosquillas en un costado de mi abdomen.

Reacciono inmediatamente riendo

—no hagas eso— contesto

—que no haga esto —repite Cristian  en tono divertido y lo vuelve a hacer.

Me estremezco y trato de liberarme de su abrazo pero él no lo permite

—Me detendré solo si dices las palabras mágicas — menciona Cristian y vuelve a hacerme cosquillas

Yo no puedo dejar de reír, Cristian no me suelta

— Vamos princesa cuáles son las palabras mágicas?

—¿Por favor? —Trato de adivinar

—no, no son esas, replica sonriendo

Ahora también besa mi cuello de tanto en tanto

—¿Gracias?

—Error— contesta y  empieza a reír también

—Ya no puedo hablar, reímos muchísimo,— Cristian no las se— digo ahogada en carcajadas

—te amo, las palabras mágicas son —te amo— vuelve a repetir mirándome a los ojos —eres simplemente perfecta para mí, te amo princesa…

—También te amo— contesto minándolo a los ojos, me besa nuevamente y me lleva hacia la cama y logra que me pierda en sus tiernas caricias

Después de una larga sesión de besos apasionados abandona mis labios por un momento

—Haré algunas cosas y tu me dices si te agradan, si no es así me detendré inmediatamente ¿ok?

—ok —contesto rebozando de alegría

Princesa realmente necesito que me digas si algo no te agrada ¿De acuerdo? —menciona un tanto más serio

—de acuerdo —contesto

En este momento estoy un poco más relajada

Cristian comienza a besar mis labios, el beso es suave pero profundo y mientras lo hace sus dedos acariciaban la piel de mi brazo y lentamente se deslizaba hacia arriba y abajo, yo siento una ligera corriente recorrer mi cuerpo

—¿Te agrada lo que estoy haciendo? —pregunta

—Sí, mucho

Es la verdad, es demasiado agradable esa sensación

Llega hasta la orilla de la camiseta que me cubre, y la desliza hacia arriba hasta retirarla...

Me da besos esporádicos sobre mi pecho hasta que acerca sus labios hasta el centro de mi busto

—eso no —pronuncio

—está bien —contesta y entonces continua bajando con sus besos hasta llegar a mi abdomen

Mi respiración es entrecortada, aún así lo que estoy experimentando es demasiado placentero

Sus manos recorren mis piernas y puedo sentir sus respiraciones sobre mi piel

¿Princesa confías en mi? —pregunta

—sí —respondo

Cristian me ayuda a deshacer de lo último que me queda de ropa y me hace recoger mis piernas y así tener total acceso a mi intimidad, su mano va desde mi pecho bajando por mi abdomen hasta...

La magia de ElaWhere stories live. Discover now