Señora de Borja

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Eran casi las cuatro de la tarde, no podía dejar de ver el reloj, cada minuto era eterno…

Esta noche Cristian se quedaría conmigo, me encantaba pasar tiempo con él, muchas veces había visto esas películas donde tu novio llega a tu departamento preparan la cena juntos, cenan, se divierten y él se queda a dormir… jamás pensé que iba a ser parte de esa escena, eran sencillamente indescriptible.

¿Cuatro y diez, en serio? ¿Por qué pasa tan lento el tiempo?

Susan me entrego la lista de lo que había que reponer, y Julián me pidió que lo ayudase a grabar unos vídeos para la página, así me entretuve un rato.

Por fin el reloj marcó las siete y media y Teo vino por mí.

—¿y ese milagro? Preguntó al verme esperándolo en la acera

—estoy muy cansada, deseo llegar pronto a casa —fue mi respuesta

—como que no te creo —dijo y me miró sospechosamente

—ya conduce —le regañé y miré por la ventana para esquivar su mirada

Subí bastante a prisa tomé una ducha y busqué que ponerme, mi armario había cambiado bastante en estos últimos meses, ahora habían en él vestidos cortos, pijamas de seda y lencería con transparencias…  ¡Uff! Ya no me reconocía a misma…

Escogí usar un mini vestido boho, era muy fresco y tan femenino que en otras ocasiones habría vomitado solo de pensar usarlo, pero esta noche era muy diferente, el propósito de ponérmelo no era solo estar cómoda sino lograr seducir a Cristian, es que me encantaba que él quisiera tocarme, me encantaba sentir sus manos acariciando mi piel

¡Ya está aquí!

—Hola princesa —dijo Cristian

—Hola respondí con un beso

Cristian colocó la pizza en la mesa y si más demora me tomó entre sus brazos, me besó apasionadamente y casi al instante sus manos comenzaron a subir por mis muslos, me elevó en el aire y me hizo girar como una niña —sí— el vestido había cumplido su propósito.

Varios besos y risitas después todo se derrumbó…

—¿Princesa hay como conectar el televisor a la computadora? Hoy he quedado con unos amigos para una partida

—Si, pero —dije con tristeza

—¿Qué sucede? —preguntó acongojado

—Pensé que te interesaría más divertirte conmigo esta noche

—Princesa no te pongas celosa dijo él mientras me sujetaba por la cintura y comenzaba a besarme, serán solo un par de horas, además estaré contigo el resto de la noche

Lo miré bastante incrédula y algo molesta, —no estoy muy convencida— dije de brazos cruzados

Cristian desenredó mis brazos e hizo que lo sujetara del cuello, nuestros rostros estaban tan cerca que casi podía sentir sus labios rosando los míos, su tono de voz se volvió sutil y rasposo: —princesa te prometo que te recompensaré luego… ¿sí?—mencionó y debo admitir que no podía decirle que no, estaba completamente a sus pies, hipnotizada por él...

—¿me dejarás hacer eso que quiero? —pregunté tratando de sacar algo de ventaja de esta situación

—¿Que cosa?—

Me acerqué a su oído y le expliqué de lo que hablaba

Realmente no me reconocía, yo, estaba chantajeándolo con permitirle tiempo con sus amigos a cambio de algo sexual...

La magia de ElaWhere stories live. Discover now