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Había estado siendo ignorado por su amigo de la infancia, tras inmensos intentos sin éxito de reunirse con el, optó por la única opción que le quedaba

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Había estado siendo ignorado por su amigo de la infancia, tras inmensos intentos sin éxito de reunirse con el, optó por la única opción que le quedaba. Sorprenderlo.
Así que, luego de una práctica de baile  y arriesgarse a un regaño de su jefe si lo descubría, Seojun se escabullo a escondidas hasta el trabajo de su amigo, escondiendose tras su auto en el estacionamiento vacío y aterrador (si, tenía miedo y no tenía vergüenza de admitirlo).
Escuchó los pasos acercarse, también como alguien rebuscaba dentro de un bolso, Suho seguramente estaría buscando sus llaves.
Cuando los pasos se detuvieron cerca de él, el más alto dio un suspiro largo, tomando valor saltó de repente de su escondite.

– ¡Lee Suho! –gritó, el mencionado cayó para atrás del susto, mientras sostenía con sus manos ahora vacías, su pecho– ¿te asuste?

– ¡yah, Han Seojun! –se paró, enojado volvió a gritar– ¡¿qué demonios te ocurre?

Sin responder y tomando un poco más de valor, Seojun se abalanzó sobre el más bajo, con su puño estampandose sobre su mejilla izquierda. Suho volvió a caer.

– ¡eso es por robarme y enamorarte de mi novia!

Sorprendido y adolorido por el golpe, suho sobo su mejilla mientras se paraba. Pero apenas lo hizo, otro golpe aterrizó ahora, en su mejilla derecha.
Suho cayó al suelo, una tercera vez.

– ¡y eso es por ignorarme, idiota de mierda! –gritó, enojado y sorprendido de que realmente haya hecho eso–

Una parte de el, se sintió aliviada, su cuerpo con una energía imprevista.
Seojun había querido hacer eso desde hace muchos años.

– mierda –gruño el pelicastaño mientras se paraba del suelo, sobaba ambas mejillas y miraba con coraje a su amigo– ¿qué mierda?

– pudiste recibir solo un golpe, pero decidiste ignorarme cuando el que debería buscarme para hablar debías ser tú y no yo –defendió, devolviendo la mirada– sabes porque estoy aquí, ¿no?

– ¿para gritarme que me odias como lo hiciste con mi esposa? –seojun trago saliva– ¿sabes lo enojado que estuve cuando llegué a casa y la encontré llorando en el suelo diciendo que era su culpa?

– bueno, ¿y tú sabes lo enojado que yo estaba cuando me enteré que mi novia y mi mejor amigo no eran cercanos por mi, lo eran porque se enamoraron el uno del otro?

– te pedí disculpas por eso...jugyeong lo hizó

– lo hicieron, si, pero no bastaba...durante los últimos 4 años siempre he tenido este sentimiento de que lo que sucedió fue mi culpa –un nudo se formaba en su garganta– por no prestar atención a las señales, por estar feliz de que pasarán tiempo juntos ya que yo no podía hacerlo...de tratar de mantener mi vida y a mi familia a flote, de ser el hombre de la familia...

Ahora Suho tragó saliva.

– necesitaba a mi mejor amigo, necesitaba que me hiciera reír como siempre lo hizo...no necesitaba que se enamorara de mi novia, la enamorará también y comenzará a salir con ella...

– seojun –intentó acercarse, pero este dió un paso atrás–

– nunca dije nada, Lee Suho...porque crei que estaría bien mientras ustedes fueran felices, mientras le dieras todo lo que yo no pude darle en ese momento...¿esos golpes? Los guardé desde entonces, ¿estos gritos? Los guardé...porque no quería decir nada que pudiera herirte y causará que nos separaramos...no quería perder otro amigo –la primera lagrima brotó– no quería perderte como a Seyeon

Los ojos de Suho también amenazaban llorar.
Sus manos temblaban, sentía cada palabra que el más alto le decía, su pecho se apretaba.

– en ese entonces...dijiste que no pudiste evitar enamorarte de ella...¿pero es eso cierto?...darte cuenta que te estas enamorando de la novia de tu mejor amigo y no hacer nada al respecto...¿qué pasa con eso?

– seojun-ah –llamó, seojun negó con la cabeza–

– se lo dije a Jugyeong...te lo digo ahora –apretó los puños, sus mejillas llenas de lágrimas– no quiero que nos veamos, por un tiempo evitemonos...si esta amistad puede suceder de nuevo, si logró ser capaz de mirarte a la cara sin sentir ningún rencor...entonces veamonos cuando eso suceda, cuando pueda sentir que somos amigos...como en los viejos tiempos, antes de que Jugyeong llegará a nuestras vidas...–limpio algunas lágrimas, mirando al contrario, sonrió– adiós, Lee Suho

Terminando, comenzó alejarse de ahí.
Camino en silencio hasta su auto, subiéndose en el, un último suspiro antes de arrancar e irse.

– soojin-ah –habló para si mismo entre sollozos– lo hice, acabo de golpear a Suho...¿estas feliz? Lo golpee como tú lo hiciste en el pasado...–más lágrimas y lágrimas brotaban, casi nublado su vista. El las limpió todas– cuando vuelvas, te lo contaré todo...

Luego de años y años de guardarlo para el mismo, Seojun soltó todo aquello que le dolía callar. El finalmente dijo como se sentía, el finalmente podría dar un paso adelante, podría iniciar de nuevo, sin nada que lo ate al pasado, sin viejos amores que lo hagan dudar.
El finalmente estaría listo para pensar correctamente sus sentimientos por Soojin.

Mientras, el otro lado, más exactamente el continente americano.
Soojin caminaba cabizbaja por las calles frías de la ciudad, ella estuvo buscando un buen restaurante de comida coreana las últimas dos horas.
Su búsqueda, no obtuvo resultados.

Suspiro mientras sacaba su celular, ella encontraría algo en línea y lo pediría a domicilio, para cuando estuviera en casa su pedido estaría ahí seguramente.
Sin embargo, apenas entró a la aplicación, una ya conocida voz la llamó

– ¿Kang Soojin? –ella levanto la cabeza, encontrándose unos pasos más adelante, a sus superior Boyeon– ¡Soojin!

Se acercó animado hasta ella. Le sonrió, su sonrisa fue devuelta.

– ¿qué está haciendo por aquí, Sunbae?
–pregunto ella, mientras ponía su celular de nuevo en su bolso–

– estoy regresando de la casa de mis padres, se supone que tendríamos una cena familiar pero ellos han salido sin avisar –una risita nerviosa escapó de sus labios– ¿y tú?

– bueno... –lo pensó– no pude encontrar un restaurante coreano bueno

Boyeon asintió comprendiendo.
El mismo tuvo el mismo problema cuando llegó allí hace 5 años.

– ¿aun quieres comer comida coreana? –preguntó el con una sonrisa en sus labios, Soojin lo dudo un poco pero asintió curiosa– conozco un lugar muy bueno ¿te gusta correr?

Tomó la muñeca de la más baja y la estiró con el, soojin se dejó llevar con nervios en su estómago, la única persona que la había llevado de ese modo y por quien ella se dejó fue Seojun, un vago recuerdo de el vino a su mente.

– ¿esta bien si te llevó así? –boyeon la saco de sus pensamientos– lo siento, te tomé sin preguntar...

Soojin soltó una risita por la confesión, el estaba pidiendo disculpas por tomarla de la muñeca sin permiso, pero seguía sin soltarla.

– esta bien –ella habló, boyeon sonrió mientras devolvía su mirada al camino–

Desde que había llegado a ese extraño continente y fría ciudad, no hubo ni un solo día que no extrañara en demasía su antigua vida.
Pero, por primera vez, gracias a aquel hombre que conocía poco, su corazón no se sintió tan vacío. Con ambos corriendo uno al lado del otro y la mirada extraña de la gente sobre ellos, Soojin se sintió, casi feliz.

La boda de mi esposa [𝐇𝐒/𝐊𝐒]Where stories live. Discover now