La boda de mi esposa [𝐇𝐒/𝐊𝐒]

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— ¡te dije 20 minutos! —gritó Heekyung cuando Seojun entró al edificio— ¡ha pasado más de media hora!

El muchacho la ignoró, pasando a su lado. Heekyung suspiro, sintiendo que pronto le saldrían canas del estrés.

— lo siento señora Lim —se disculpó el chofer, entregándole la chaqueta de Seojun— ha ocurrido algo en el camino...

— ¿ah, qué ocurrió?

— el joven Seojun gritó y bajo de la camioneta, comenzó a correr por toda la calle se veía...¿ansioso?

Heekyung lo pensó, le dió al hombre la orden de no mencionar el incidente otra vez y después le pidió que esperara su llamado, el hombre se despidió con una reverencia.

— Yah, Han Seojun ¿qué ha sido eso de bajar de la camioneta? —alcanzó al muchacho hasta el elevador, ambos subieron— pudiste causar un accidente, ¿por qué no fuiste más cuidadoso?

El elevador paró, abriendo las puertas, Seojun bajó y Heekyung lo siguió, el muchacho había tenido la cabeza baja todo el tiempo.

— Yah, Seojun

El mencionado paró su andar, girandose de repente y mirando a la mayor, la cual lo veía con una ceja alzada

— la he visto

— ¿eh, a quién?

— a Soojin

El cuerpo de Heekyung se tenso y los recuerdos de lo que hizó cuatro años atrás la golpearon, entonces, recordó porque siempre sentía toda esa culpa cuando veia al menor.

— Seojun, mira, yo puedo expli—

— o al menos eso creí —la interrumpió, rascándose la cabeza— creí que la vi en medio de la calle, por eso baje de la camioneta y corrí como loco

Heekyung lo siguió mirando, aún nerviosa

— Heekyung-noona, estos últimos cuatro años, no he hecho más que lamentarme y esperar que mis sentimientos lleguen por sí solos a Soojin...incluso si escribo canciones y ella las escucha, ¿como puede saber que son para ellas?, si nisiquiera se lo he dicho... —un nudo se formaba en su garganta— por eso, he tomado una desicion...al menos, mi confusión me ayudó a darme cuenta de algo

— ¿qué cosa?

— que extraño a Soojin, más de lo que pensé, más de lo que soy capaz de comprender...la extraño tanto que ahora confundo a gente en la calle... —sonrió triste— no puedo permitirme seguir así