La boda de mi esposa [𝐇𝐒/𝐊𝐒]

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— ¿una cita? —preguntó con suma curiosidad en los ojos y algo de nervios–

El chico parado frente suyo, la miro con dulzura, después asintió mientras le extendía un paquete de galletas.

Pocas veces Soojin iba a la sala de descansos, ya que eran pocas las veces en las que se permitía tomar un descanso, había sido criada de una manera exigente así que no era extraño que aún ahora, siendo una adulta completamente independiente, siga teniendo esas pequeñas costumbres (algunas menos sanas que las otras); esta vez, cuando escuchó de Sunmi que habían traído una nueva marca de café la cual era exelente, sintió la curiosidad de probar si era tan bueno como su amiga decía asi que se permitió descansar de todo ese papeleo e ir al lugar.
Lugar en el cual, apenas abrió la puerta, se encontró con su sunbae, Boyeon, el cual había ido por su aperitivo de todos los días, algún dulce, fruta, pan o fritura, esta vez llevó dos paquetes de galletas, unas para el y otras para Soojin. El chico sonrió cuando la vió entrar, pues le había ahorrado el viaje hasta su oficina.

—asintió —una cita –repitió– lo pensé y me di cuenta que nunca te he pedido tener una cita, al menos no directamente –soltó una risilla corta, la cual hizó sonreír por lo bajo a Soojin– incluso te dije que me gustabas, pero no una cita

La menor trago saliva nerviosa ante la mención de la declaración, pues aquello era algo en lo que no pudo dejar de pensar desde que lo escuchó, la manera tan segura en que lo dijo, sus ojos clavados en ella y aquella mirada llena de desicion y anhelo; un escalofrío le recorría la espalda siempre que la imagen de Boyeon parado frente a ella, viéndola con esos ojos cafés y labios regordetes, venía a su cabeza.

– quiero hacer las cosas bien, si quiero tener una mínima oportunidad de que mis sentimientos te alcancen –siguió– una cita...¿te parecía buen comienzo?

Soojin sonrió, mirando el paquete de galletas en sus manos, levantó la mirada hacia su izquierda, encontrándose nuevamente con el rostro de su sunbae.

– me parece bien –aceptó– ¿a donde le gustaría ir?

Una leve pizca de emoción invadió el cuerpo de Boyeon, no evitando sonreír al escuchar la afirmativa.
Giro por completo su cuerpo hacia Soojin.

– es una sorpresa –sonrió– ¿estaria bien pasar por ti, hoy a las 8?

–asintió– entonces nos vemos a las 8

Se despidió con un gesto de mano, tomando su taza de café y galletas salió de ahí, dejando al más alto con el corazón acelerado y mejillas rojizas.

– ella es realmente linda –susurró para si mismo, tomando también sus galletas y saliendo de ahí–

Aunque por fuera, Soojin parecía completamente bien, por dentro no era algo parecido.
Era la primera vez que un hombre la invitaba a salir, al menos uno con sentimientos reales hacia ella.