La boda de mi esposa [𝐇𝐒/𝐊𝐒]

11

Dentro de su cajón había muchos sobres con cartas, cada uno de diferente color, tintas de brillos, algunos con fotografías incluidas.
Sin embargo, todos tenían algo en común, estaban ahí guardados, sin ver la luz del día, sin enviar.

"Te enviaré una carta, asegúrate de responderla"

Ella aún pensaba en sus propias palabras, las últimas que le dijo a su mejor amigo.

Suspiro con pesadez mientras arrancaba y arrugaba la apenas recién escrita, sexta carta, la tiró al suelo y rasco su cabeza con brusquedad.
Seguía sin tener algo bueno que escribir, quería que la primera carta que le enviará estando ahí, fuese especial, sincera y clara. Aún así lo único que podía escribir eran cosas triviales escritas antes, nada que planteará realmente como se sentía.

– Kang su, concéntrate –habló para si misma, tratando que su voz sonara lo más parecida al único chico en quien podía pensar– ¡tú puedes Kang Su!

Animandose a ella misma, con el apodo que le fue puesto por Seojun, comenzó a escribir una nueva carta, esta vez usaba tinta negra.
Sin embargo, apenas comenzó, su celular sonó, alguien la estaba llamando.

– ¿hola? –atendió, con la vista aun fija en el pedazo de papel y sin fijarse en el destinatario de aquella llamada–

– ¡soojin, ¿donde estas?! –una chillona voz la recibió– ¡Miyun-sunbae esta apuntó de llegar y faltas tú!

– ¿ah, eun su? –preguntó confundida mientras dejaba su pluma a un lado– ¿qué pasa con miyun-sunbae?

– aghhhh –gimio con frustración– lo has olvidado ¿verdad? –sin respuesta– ¡es el cumpleaños de Miyun, organizamos una fiesta sorpresa, te dije la semana pasada!

– ¿ah, no era el sábado?

– ¡hoy es sábado!

Soojin sintió que la sangre se le iba, parandose de golpe comenzó a caminar hasta su armario, su celular aun cerca de la oreja.

– ¡estare ahí enseguida! –colgó–

Ella realmente lo olvido, con todo el trabajo en su semana y estando ocupada desde que se despertó tratando de escribir su carta, olvido completamente el festejo sorpresa que su apartamento organizó para uno de sus sunbae's.
Busco desesperada un atuendo bonito, sería la primera vez que saldría con sus compañeros sin ropa de oficina. Eso la ponía ansiosa, sus manos picando levemente.

Optó por un saco negro recto, corto y con cinturón en la cintura, pantalones de mezclilla pegados, botas negras largas y un bolso pequeño de correa.
Su cabello suelto y solo un poco de maquillaje (ella realmente solo sabia lo básico).
Se dió una última mirada en el espejo,  suspiro con nervios, analizando cada parte, dar una mala impresión de estilo la ponía nerviosa, su padre la condujo por un camino tan perfeccionista que hasta cosas simples como éstas, le daba pánico.