Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Miraba nerviosa cada rincón de la habitación, mientras sostenía más fuerte la toalla que cubría desde su cabeza hasta sus hombros. Su mirada se enfocó en el hombre con cara serie que venía, Boyeon traía consigo dos tazas, una con café (Soojin amaba el café) y otra con té para el.
Las colocó sobre la mesita de centro, después volvió a alejarse para ir por otra toalla, cuando volvió se acercó a Soojin, quien lo veía con curiosidad, Boyeon le quitó la toalla mojada y con la nueva, comenzó a secar el cabello de su menor. Está, se quedó rígida en su lugar, no sabiendo si debería dejarse hacer o decirle al más alto que ella misma lo haría.
– puedes tomar tu taza, es la blanca –habló Boyeon, interrumpiendola de su mini trance– cuidado, aún está caliente
Sin responder, soojin tomó con cuidado la taza, sintiendo al instante el calor en sus manos.
– gracias –boyeon asintió con una sonrisa, siguiendo con su tarea–
Sin avisó previó, una lágrima resbaló de la mejilla de Soojin, cayendo en el interior de la taza, tocó con la yema de su dedo su mejilla, de nuevo estaba llorando. Dejó la taza sobre la mesa y comenzó a limpiar todas las lágrimas que comenzaban a brotar con la manga de su blusa. Boyeon al notar ésto, dejó su tarea y tomó asiento a un lado de la chica, quien lo miro nerviosa.
– lo siento –se disculpó– nose porque sigo llorando –su voz tembló– lo lamento
– ¿por qué te disculpas?
– es la segunda vez que me vez llorando, debo lucir patética –desvío la mirada–
– no lo haces –Boyeon respondió al instante, causando que Soojin lo volviese a mirar– incluso si te pusieras un mal traje de payaso, nunca lucirias patética para mi –sonrió–
– pero–
–boyeon la interrumpió– la próxima vez, me aseguraré de ser yo quien llore frente a ti, así estaremos a mano
Un escalofrío recorrió la espalda de Soojin, pero culpó a su ropa aún mojada y el frío en sus piernas.
–boyeon se levantó– te traere ropa seca, espera un momento
Se alejó, Soojin lo vió hasta que se perdió en el pasillo. Suspiro, tomando de nuevo la taza y dando un tragó, sorprendida por lo bien que sabía, su sunbae alguna vez le dijo que no era fan del café y había deducido que no sabía prepararlo, se equivocó.
Cuado la taza estaba de nuevo sobre la mesita, Soojin buscó su celular dentro de su bolsa, gruño al recordar que se había mojado, intento prenderlo sin éxito, intentó una vez y otra más, pero el aparato se mantuvo con la pantalla en negro, fustrada lo aventó a un lado.
– ¿no funciona? –boyeon cuestionó mientras volvía con ropa limpia en sus manos–