T R E I N T A Y S I E T E

104 7 2
                                    


Evan.

—Es suficiente, Evan, esto fue un punto final.—Apenas y logro entenderle algo a Sasha, mis ojos escuecen y mi cabeza es insoportable.—Te he dejado nadar en tu piscina de mierda durante cuatro meses porque pensaba que en algún momento ibas a detenerte y reanudar tu vida, pero mírate, pareces un vagabundo, ¿que demonios llevas en la cara?

—Por favor, déjame tranquilo.

—No, ya basta de eso, necesitas un empujón y yo voy a dártelo, hoy vas a hablar con papá y es mejor que te levantes y te rasures que por poco te pareces a papá noel. Veremos si papá puede conseguirte un empleo justo y por fin saldrás de esta pocilga.

—No quiero.

—¡Tienes 30 años, no finjas que tienes 10, no te queda bien! Además, se supone que tú deberías actuar como el hermano mayor que eres.

—¡Sasha, déjame en paz, carajo!

Cuando dejo de escucharla, me empiezo a sentir horrible, así que aparto las sábanas que cubren mis ojos para enfocarla, pero cuando lo hago, recibo un almohadazo en toda la cara.

—¡Deja—Otro golpe.—De gritarme—Golpe.—Y deja—y otro—De—y otro—arrastrarte en tu propia mierda.

—¿Estás loca?—Digo quitando mi escudo protector que se reduce a mis dos brazos.

—Loco tu, que asco me da verte con eso en el rostro, parece que un animal muy peludo morió en tu cara.—Sí, quizás dejar de fijarme en mi aspecto físico dejó como consecuencia una barba bastante desaliñada y demasiado poblada.—Y levántate de una vez por todas, date una ducha y si dices algo prometo llamar a mamá y ella será peor que yo y lo sabes.

—¡Noooo! A mamá no, por favor.—me levanto y eso tiene a mi hermana riendo, quien además me empuja al baño y me lanza la taolla.

—Evan, en serio, necesitas salir de este pozo, hermano, estoy realmente preocupada, Damian también y él necesita ayuda, necesitamos a nuestro hermano mayor aquí, bien, cuerdo y sin ese zorrillo en la barbilla.

Sonrío.—Iré a hablar con papá.

—Ese es mi chico.—sonríe y termino de meterme al baño para asearme.

Admito que solo me importaba ducharme quizás una vez a la semana e ignoraba los reflejos en el espejo, por eso cuando me miro me sorprendo, realmente luzco mal, tengo ojeras, los ojos irritados, una barba monumental y en definitiva he bajado de peso, después de todo mi dieta se ha reducido a helado y chucherías o pizza y chatarra.

Rebajo mi barba lo suficiente para verme decente, marco algunas partes y cuando decido que es suficiente, me visto con prendas casuales y salgo en busca de Sash.

—¿Listo?—voltea y asiente de acuerdo con mi aspecto.—mejor, aunque sigues teniendo más barba que nunca.

—Me la voy a dejar así, he cambiado lo cual también amerita un cambio de look.

—¿Y el cabello?—puesto que solo lo peiné hacía atrás no puede ver con exactitud el resultado.

—También lo dejaré ser libre.

—¿Quieres ir solo? Ya sabes...quizás van a hablar cosas de hombres.

Suelto una carcajada y ella parece ser feliz con ello.

—Dudo que papá vaya sin mamá, ellos parecen siameses, así que claro que puedes venir.—La empujo y salimos de mi desordenado apartamento.—Por cierto, ¿como va Damian? ¿Ya puede estar solo?

Asiente.—Mamá parece una garrapata paranoica con él, no lo deja solo por mas de una hora y eso ya es mucho, pero también entiendo su posición, nunca sabremos como realmente está su mente.

Bella Donna [COMPLETA]Where stories live. Discover now