03

4.4K 353 27
                                    

estaba preparándome en la sala reservada del lugar para las damas de honor, se casaban nicolas y carolina

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

estaba preparándome en la sala reservada del lugar para las damas de honor, se casaban nicolas y carolina.

me sentí muy halagada y feliz cuando caro me contó que me había elegido, junto a otras dos amigas de ella, como su dama de honor. no nos conocíamos hace relativamente demasiado pero ella se había hecho muy importante para mi, nos complementabamos muy bien en un país donde no teníamos más allá que nuestro círculo íntimo reducido.

caro ya se encontraba afuera tomándose unas fotos junto con nicolas por lo que aproveche para terminar mi maquillaje, la estábamos cada vez más cerca del horario del comienzo.

por la puerta ingresó muriel, quien ya se encontraba en el lugar para también ayudar a caro, si bien no era dama de honor ellas tambien eran muy amigas.

- estas preciosa - me dijo mirándome a través del espejo, siempre fue como una segunda hermana para mi. agradecía que lisandro haya hecho al menos una cosa bien en su vida

- vos estas muy hermosa, muri. si no fueras mi cuñada sabes como te entro - comenté ocasionando la risa de ambas

- ¿qué vas a hacer? - pregunto colocándose a mi lado, ambas quedamos frente a frente. frunci el seño extrañada, no entendía de qué me estaba hablando

- ¿con que?

- con cristian, nena

cristian, mi piel se erizo al escuchar su nombre. el hecho de que este separado me estaba tentando demasiado, tampoco quería ser un premio consuelo, pero me estaba muriendo de ganas de verlo y poder darle un beso.

no tenia muy en claro que pasaba, luego de su comentario en mi última publicación no interactuamos. lisandro tampoco me dejó tranquila, desde aquel momento hasta ahora jodia siempre con lo mismo.

- no se, muri. no tengo idea que le pasa conmigo

- haceme caso una vez en tu vida, mara. encaralo, no te quedes con las ganas

antes de que pueda replicar ante aquello volvió a entrar caro al cuarto, era impresionante lo hermoso que le quedaba el vestido.

- no me voy a cansar de repetirtelo toda la noche, estas muy hermosa - le dije a la rubia tomando sus dos manos, ambas nos sonreímos

- me vas a hacer llorar, todavía no es momento

reímos las tres juntas, agradecía por tenerlas en mi vida.


_


la ceremonia había salido hermosa, fue en el momento justo cuando comenzaba a atardecer y les daba los rayos del sol perfectamente. a mi parecer, una boda soñada.

adentro del salón me tocó sentarme junto a mi hermano, muriel, lautaro, agustina y cristian. este último estaba solo y no tenia ningun anillo en su mano, confirmando aún más lo que ya sabía, estaba separado.

en los momentos donde debíamos comer podía sentir su mirada sobre mi, tampoco la disimulaba demasiado. por mi parte no me hice la boluda, le mantuve la mirada varias veces. él estaba buscando algo que yo estaba dispuesta a darle, por lo menos por esa noche y con un par de copas de más para agarrar valor.


en un momento de la noche, en medio del baile, comenzaron a recordar que éramos campeones y, como bien le dije a carolina, ese fue el detonante para que comience a tomar sin control, claramente junto a los tres jugadores que tampoco parecían querer parar.

observé como mi vaso se quedaba sin líquido otra vez por lo que me acerque hacia una de las tantas barras que preparaba tragos, ordene lo de siempre, un fernet.

me sobresalte al sentir una mano en mi cintura y un fuerte aroma a perfume, su perfume, ese tanto me gustaba y me hacía fantasear cada vez que me saludaba.

- andamos muy toquetones ¿no? - pregunte mirándolo de reojo, podía sentir su respiración muy cerca de mi cuello, me estaba tentando demasiado

- ¿me vas a decir que no tenes ganas de que te toque? - contestó cerca de mi oreja, su tonada cordobesa estaba muy marcada y la voz la tenía un poco ronca

apretó mi cintura ocasionando que muerda mi labio inferior, me tenía en la palma de su mano. no se lo quería dejar tan fácil 

- no se por qué crees que si quiero que lo hagas

me dio vuelta con un movimiento brusco que generó un jadeo de mi parte, el sonrió al escucharme. acercó su cara hacia la misma, nuestros labios estaban tocandose pero no llegaba a ser un beso.

- por como me miras, desde hace más de cuatro años que tus ojos solo reflejan deseo y los míos también. la tensión entre nosotros me está matando, estoy cansado de no poder tocarte

mentiría si dijera que no quería que me arrancará el vestido frente a todos, lo deseaba demasiado. no quería reprimir más lo que me sucedia. aunque si teníamos que ser cuidadosos, mi hermano no se podía enterar sobre lo que nos sucedia, sería capaz de matarlo.

- vamos a otro lado

tome su mano para dirigirlo hacia el cuarto donde me había cambiado, nadie nos molestaría, todos estaban muy ocupados bailando y tomando.

al entrar cristian me acorraló entre su cuerpo y la puerta, al estar tan pegados podía sentir su bulto ya grande chocar contra mi estómago por la diferencia de altura. no podía más.

- me muero de ganas de darte un beso - me dijo sobre mi boca apretando una vez más mi cintura, iba a ser mi perdición

- ¿que estas esperando?

nuestras bocas se unieron por primera vez generando un gemido por parte de ambos al por fin saciar nuestros deseos reprimidos por años.

el beso era demandante y brusco, nos estábamos sacando las ganas. sus manos bajaron hacia mi culo para apretarlo varias veces, logrando que nuestros cuerpos estén aún más pegados. las mías se dirigieron hacia su camisa para comenzar a desabrochar los botones.

comenzó a besar mi mandíbula para luego pasar a mi cuello, donde dejó varias mordidas que más tarde iba a tener que tapar. no podía controlar los sonidos que salían de mi boca, generaba demasiado en mi y parecía disfrutarlo.

levantó mi vestido para tocar sobre mi ropa interior de encaje, ya mi humedad traspasaba la tela. temble ante su toque.

- pedimelo, dale - llevó la mano que no estaba usando hacia mi cuello y apretó ligeramente, un gemido salio de mis labios y él sonrió al saber que me gustaba como me estaba tratando

no aguantaba más, estaba demasiado excitada. las ganas de sentirlo adentro mio me estaban matando.

- cogeme, cristian

borró cassette | cristian romero Where stories live. Discover now