cristian y mara se conocen gracias al hermano de la última, nunca cruzaron más de dos palabras pero la tensión entre ambos era palpable. el casamiento de un amigo en común puede cambiar el rumbo de la vida de ambos.
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dos semanas habían pasado de mi último encuentro con cristian, no nos habíamos visto desde ese entonces pero si manteniamos contacto vía mensaje. como siempre, ignoraba todo insinuación de su parte hacia mi persona. por más que lo extrañara había algo que me impedía estar con él, sentirme completamente yo a su lado.
por suerte había aprobado mi último examen en la universidad por lo que ahora tenía el titulo como fotógrafa profesional. no sabia ni siquiera por donde empezar a buscar trabajo, comúnmente siempre contrataban personas con experiencia y yo no la tenia.
lisandro se había ofrecido a intentar hablar con la diligencia del manchester united para que me contraten pero prefería ganarme el puesto yo sola, ya me era suficiente con que él haya pagada mis estudios en una de las mejores universidades del país en mi ámbito.
había sido un poco caradura a la hora de enviar mi curriculum, como destino elegí varias empresas de modelaje y clubes importantes, al igual que pequeñas tiendas. si tenía la suficiente suerte me iban a querer entrevistar y en un futuro contratar. solamente quedaba esperar respuestas.
lisandro había cumplido años justo cuando le tocó jugar en otra ciudad y no tuvo oportunidad de festejarlo debido a todos los partidos importantes que se le presentaban. había aprovechado el fin de semana libre que tenían todos los equipos de la premier para poder invitar a sus amigos más cercanos que estaban en inglaterra para poder festejar.
por más que yo me resistiera, todo me llevaba a encontrarme con cristian otra vez.
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una vez ya preparada, con un outfit simple pero acorde a la ocasión, baje para ayudar a muriel y lisandro que terminar de ordenar un par de cosas.
de a poco los invitados comenzaron a llegar, la mayoría eran del united por lo que me sentí bastante cómoda al conocer a todos. incluso me entretuve hablando bastante con alejandro y eva, me habían caído demasiado bien.
había aprovechado el poco tiempo que estuvimos los tres solos para amenazar en joda a alejandro para que eligiera a argentina siempre, que no acepte ese supuesto proyecto que le ofrecían desde españa. para ser sincera tan en chiste no fue, scaloni me lo agradecería en un futuro.
también había llegado cristian, junto con julian, alexis y emiliano. siendo los únicos cuatro, además de mi hermano, jugadores de la selección argentina en inglaterra no me pareció para nada extraño.
todo el grupo se había acercado a saludarnos a los tres, a mi claramente me conocían por ser la hermana de lisandro y a alejandro por haber estado convocado en la selección en su debido momento.
al momento de saludar a cristian él posó su mano pesada sobre mi cintura, apretandola un poco fuerte. no le presté mucha atención, hasta saque su mano de donde la había posado con disimulo, no quería volver a caer en lo mismo.
una vez me dio sed me excuse con la pareja para dirigirme hacia la cocina y prepararme algún trago, tan solo deseaba que mi hermano haya comprado fernet. en inglaterra a ve es eran difíciles de conseguir.
para mi no sorpresa me lo encontré a julian haciendo el trago que justo yo estaba buscando, una sonrisa se dibujó en mi rostro.
- cuando no vos tomando, arañita - dije parandome a su lado pero manteniendo una distancia prudente, sabía que su novia estaba también en la casa y lo que menos quería es que se generase un mal entendido
él se rió negando con la cabeza, el suceso en los festejos por la obtención de la copa del mundo lo iban a perseguir de por vida. se había tomado absolutamente todo y el mundo entero lo vio en pedo.
- ¿quere'? te queres burlar de mi pero vos viniste acá por lo mismo - preguntó ofreciéndome su vaso, al ver como lo acepte al instante agarró otro vaso para comenzar a prepararse uno a él
al probarlo comprobé lo que todos decían, los cordobeses eran excelentes para preparar fernet.
- gracias, juli, no sabes las ganas que tenía de probar un buen fernet. ni a gancho te venden uno en un bar de acá
- ni me haga' acordar de eso que es una de las cosas que menos me gustan de estar acá. obvio que se iguala con el frío
otra persona había entrado a la cocina, no mire directamente pero de reojo pude distinguirlo a cristian. aparte de que reconocería su perfume en cualquier lado, estaba usando el que siempre me volvía loca.
- te juro, mira que amo el frío y la nieve pero en invierno me congelo - respondi ignorando totalmente la presencia del defensor, gesto que claramente logró enojarlo
se acercó hacia ambos y me tomó de la mano tirando levemente de mi, sin ser para nada brusco.
- te la robó un rato, amigo. necesito hablar un par de cosas con ella - comentó el jugador del tottenham en un tono de voz firme, no esperó que julian ni que yo dijéramos algo que me sacó a rastras de la cocina
me iba a tener que disculpar con el jugador del city e iba a obligar a cristian que haga lo mismo.
lamentaba haber tenido que dejar el increíble fernet sin terminar sobre la mesada. ya iba a conseguir que julian me preparase otro.
no forcejee mucho, sabía que era en vano hacerlo. él era mucho más fuerte que yo.
llegamos a mi habitación y cuando cerró la puerta me soltó por completo, yo tome un par de pasos de distancia.
- ¿se puede saber que mierda haces, cristian? estaba en medio de una conversación - pregunté reflejando mi enojo, no me había gustado para nada su actitud
también servía para mantener distancia y que nada se repitiera.
- se muy bien que estaba' hablando si hasta me ignoraste, me estoy cansando un poco de que hables con todos en esta casa menos conmigo
me rei ante su contestación, me parecía todo irreal. me estaba haciendo una escena de celos y me estaba encantando que lo haga. odiaba que generase tanto en mi.
- ¿estas celoso? - pregunté burlándome de él, quería livianar la tensión del momento pero había logrado todo lo contrario
dio pasos más cerca mio, retrocedí hasta chocar con la cama donde caí sentada. la diferencia de altura era abismal, me estaba matando.
coloco su dedo pulgar entre mis labios y sonrió. sabía que me tenía a sus pies.
- mira si yo voy a estar celoso de otro' si se perfectamente que yo solo te puedo hacer sentir bien
la respiración se me entrecorto, su tonada cordobesa parecía más marcada y me estaba muriendo por besarlo. la batalla en mi cabeza comenzó, quería ceder.
antes de que intentara separarme o hacer algún movimiento me besó como solo él sabía y me dejé llevar ante la tentación y mis sentimientos. otra vez.
