cristian y mara se conocen gracias al hermano de la última, nunca cruzaron más de dos palabras pero la tensión entre ambos era palpable. el casamiento de un amigo en común puede cambiar el rumbo de la vida de ambos.
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el silencio reinaba entre los dos ya sentados en la cama del hotel, con los platos repletos de pasta ya tapados y donde el único sonido que se emitía era por parte de valen que estaba soñando.
realmente no sabía por donde empezar, que decir, nunca hablamos de tener hijos juntos, aunque siempre supuse que era algo que queríamos ambos, yo ya formaba parte de la crianza de su hijo y siempre vi con buenos ojos darle un hermano menor, o muchos hermanos menores.
me gustaban las familias un poco numerosas, tener varios hijos a los que darles mi amor incondicional. en esos momentos tan solo deseaba que cristian quisiera lo mismo.
- ¿estas o no estas amor? - me dijo cristian en el tono más suave posible, aquello me dejaba más tranquila
no quería peleas, no sentía ni la necesidad de pelear ni mucho menos quería hacerlo. no cuando para mi era un tema delicado que no merecía que dos personas se pongan a discutir.
- no lo se, no me hice el test. tengo los sintomas pero no me atreví nunca a hacerlo - dije mirando mis propias manos, no podía parar de jugar con los anillos colocados en mis dedos
estaba demasido nerviosa, estaba segura de que si no fuera porque minutos atrás había expulsado todo lo comido durante la tarde en ese mismo instante estaría vomitando.
- ¿hace cuánto estás así? ¿por qué no me dijiste nada? - volvió a preguntar intentando encontrar mi mirada
- desde que me fui a manchester a visitar a mi hermano - respondi devolviendole esta vez la mirada y evitando por completo la segunda pregunta
los ojos de cristian se abrieron de par en par y me miró un poco alarmado.
- eso es hace un mes y medio mara ¿cómo no me vas a contar que estabas así? ¿cómo hiciste para esconder todo eso?
me paré de la cama para comenzar a caminar por la habitación, no podía de la ansiedad, necesitaba estar en movimiento para intentar bajar un poco. no podía tolerar que hiciera más preguntas, era demasiado.
- no se cris, nosotros nunca hablamos de tener hijos y me puse re nerviosa, no sabía qué decisión tomar o si en realidad querías tener un hijo conmigo
mi caminata en circulos se vió interrumpida por cristian, quien me sostuvo de ambos brazos para tenerme frante a frente.
- ¿como no voy a querer tener hijos con vos si sos el amor de mi vida? dios mara, te amo con locura, más vale que voy a querer formar una familia con vos, te veo con valen y me vuelvo loco, quiero uno que sea de ambos
las lagrimas que no sabía que estaba conteniendo comenzaron a caer todas juntas por mi rostro, un alivio enorme me invadio por completo.
- ¿si? - pregunté en un susurro, temía que todo lo que estaba diciendo sea fruto de mi propia cabeza, que nada en realidad sea real
- si amor, sacate esa idea de la cabeza que la gente no te va querer, que no va a querer formar una familia con vos. yo estoy acá, te amo y lo que más quiero en este mundo es que tengamos hijos juntos, que los criemos y terminemos siendo dos viejitos - dijo atrayendome por completo a su cuerpo en un abrazo
sabía que lo decía por mi anterior relación, donde por mucho tiempo tuve en la cabeza que no me querían y que nunca nadie lo iba a hacer. por suerte en mi vida apreció cristian para cambiarme le perspectiva.
los latidos de su corazón lograron calmar al mio que latía desbocado, mi respiración de a poco también se normalizó. necesitaba esto, lo necesitaba a él.
- voy a ir a comprar un test ¿vas a estar bien acá sola? - me dijo acunando mi rostro entre sus manos
- es muy tarde cris, mañana lo hacemos, mejor dormir ahora
- ¿vos vas a poder dormir? porque yo no, no pasa nada, apenas encuentre uno me pego la vuelta, no voy a tardar mucho
no me quedó otra que asentir, tenía razón, no iba a poder pegar un ojo en toda la noche. nos dimos un beso para que luego él saliera disparado de la habitación de hotel.
-
encerrada en el baño de la habitación sentía que me ahogaba, me había costado una barbaridad hacer pis en el test y los minutos que debía esperar pasaban demasido lento.
cristian había tardado media hora en volver, era algo demasiado obvio, debía encontrar una farmacia que esté abierta prácticamente a media noche en una zona que no conocía demasiado como otras de italia. en todo ese tiempo que estuve sola lo único que pude hacer fue pensar, como siempre hacia, maquinar mi cabeza sobre posibles escenarios.
sentada en el inodoro hacía lo mismo, mi pierna no paraba de moverse en un repiqueteo. cristian había tomado la decisión de darme mi tiempo a solas para no agobiarme pero lo que yo más necesitaba era tenerlo a mi lado por lo que luego de que lo llamara al ver que no podía continuar sola se sentó a mi lado en el suelo.
otra vez el silencio nos ganaba, no habían más palabras, no hasta que el resultado se vea claro en el test que me había realizado. todo era felicidad o todo era tristeza, deseaba con todas mis fuerzas que sea felicidad.
el cordobés no se quedaba atrás, a cada segundo estaba revisando su reloj para ver cuando pasaban los cinco minutos correspondientes.
supe que llegó el momento de mirar el test cuando cristian cruzó miradas conmigo, suspiré temblorosamente y me paré decidida a terminar con la insertidumbre.
lágrimas otra vez, muchas, en grandes catidad caían tanto de mi rostro como del de cristian. nos abrazamos sin creer lo que estaba pasando, tanto nos amamos, tanto quisimos estar juntos, tanta mierda pasamos, y ahora estabamos comenzando a formar una familia juntos.
- vamos a ser papás mi amor - dijo mi novio juntando nuestras frentes, su voz estaba cargada de emoción
las sonrisas de nuestros rostros no nos las iba a poder borrar nada ni nadie, eramos felices, estabamos felices, como el destino lo había pactado, como siempre quisimos.
algo nos unía, de eso estaba segura, ambos teníamos otras relaciones pero en silencio anhelabamos estar juntos. parecía que siempre estábamos descoordinados para amarnos hasta que por fin coincidimos, hasta que nos encontramos en la boda de nicolas y carolina.
- cada día encontras la forma de hacerme la mujer más feliz del mundo - dije para luego acercarme a besarlo
años atras, incluso algunos meses, yo pensaba que la felicidad no era para mi, que jamas iba a encontrar el amor y que estaba condenada a amar a una persona que, para mi, no me amaba de la misma forma, que me veía como la hermanita de su mejor amigo o capaz como una amiga pero nunca como una mujer a la que podía llegar a amar.
el tiempo y él me demostraron lo contrario, estaba demasiado agradecida por como se dieron las cosas, por como llegamos a estar juntos. me aferraba a él, a nosotros, a la familia que estábamos formando, como nunca antes lo había hecho.
estabamos destinados, era asi, por más que me hiciera la difícil por meses, que le dijera que olvidara lo nuestro, era imposible, tanto para él como para mi.
estaba segura de que ibamos a ser felices, nos lo merecíamos. este embarazo era un paso hacia ese camino.
