cristian y mara se conocen gracias al hermano de la última, nunca cruzaron más de dos palabras pero la tensión entre ambos era palpable. el casamiento de un amigo en común puede cambiar el rumbo de la vida de ambos.
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seis años después
me encontraba peinando a mi hija, como siempre, antes del partido de cristian. amaba que la peine y pensaba aprovechar todos estos momentos hasta llegar a la edad en la que ella ya no lo quiera, aunque por suerte no era la única que tenia.
tras los años y ver a valen junto con olivia crecer como hermanos, quienes se llevaban súper bien, no pudimos evitar querer más hijos, al menos uno más, yendo por el lado contrario a lo que anteriormente había asegurado durante el embarazo de olivia.
hacia ya tres años nos mudamos a italia porque a cristian lo compró el milan, no fue un cambio brusco, olivia todavia era muy chiquita por lo que fue fácil para ella, nos preocupó a los tres por valen pero también lo tomó muy bien, ellos eran nuestra prioridad, siempre primero.
cristian se había adaptado muy bien al equipo desde un comienzo, tanto que hoy en día era uno de los capitanes. sabíamos ambos que muchos años ya no le quedaban en europa y él estaba disfrutando al máximo, incluso el partido al que ibamos a asistir era una final de champions, el milan contra el bayer munich.
por mi parte fue difícil despedirme del club londinense, fueron los primeros que apostaron por mi para trabajar teniendo experiencia totalmente nula, le había ganado al club un gran cariño. gracias a esto pude conseguir trabajo en otro grande de italia, aunque me hubiera gustado que sea el milan, conseguí en inter, tan solo en los partidos de local.
condición que me ayudaba demasido para poder cuidar a olivia y, en algunos casos, también a valen. me gustaba mi vida, había logrado equilibrarla a la perfección donde trabajaba en el área que más amaba y también podía estar muy presente en la vida de mis hijos.
- ma - me sacó por completo de mi mundo olivia, quien estaba peinando también a su barbie, le encantaba hacer eso
- si, mi amor, decime - respondi conectando miradas en el espejo del baño
- ¿vos cuando conociste a papá sentiste que algo raro pasaba en tu panza? - preguntó ella de la forma más inocente e incluso se avergonzó porque sus mejillas se tornaron coloradas
sonreí con ternura y también porque recordé aquella vez donde lo vi por primera vez, desde ese entonces hasta ahora siempre sentí lo mismo, nunca dejé de amarlo.
- si, como si miles de mariposas estuvieran volando al mismo tiempo ¿por qué mi vida?
sus preciosos ojos pasaron de la muñeca a los mios varias veces, demostrandome lo nerviosa que estaba.
- te digo si no le contas a papá
ya terminando de peinarla otra vez no pude evitar reirme, cristian siempre la jodía con que no podía tener novio ni nada parecido, asi que ahora ya sabía de donde provenía tanto nerviosismo.
- prometido - respondí dandola vuelta y levantando el meñique para que ella lo entrelazara con el mio
