borró cassette | cristian romero

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cristian

me estuve maquinando por mucho tiempo sobre si lo que estaba a punto de hacer era lo correcto, si revelarle lo que realmente sentía a lisandro iba a servir de algo. respetaba demasiado los sentimientos y los tiempos de mara, por eso mismo no le iba a decir que estábamos intentando una relación, pero si le quería ser sincero sobre todo lo que me estaba pasando a mi. no podía continuar mintiendole a mi mejor amigo.

había pasado noches enteras hablando con nahuel sobre esto, sobre que debía sincerarme de una vez por todas porque todo después iba a ser peor, pero tenía miedo. no quería que nos hiciera la vida imposible a ambos, porque separarme de ella no lo pensaba hacer ni en cien años, ahora que la podía tener entre mis brazos no iba a renunciar a ella tan fácil.

durante todo el viaje en avión hacia manchester tuve un revoltijo en el estómago que no se iba con nada, ni siquiera hablando con mara, quien no tenía idea de lo que estaba a punto de hacer. temía también por su reacciones, porque obviamente le iba a contar, pero prefería que sea después de hablar con su hermano.

cuando el defensor del united me abrió la puerta caí en la realidad de lo que estaba haciendo, ya no había vuelta atrás, no existía ningún tipo de excusa para tapar esto. era en ese momento o nunca.

- ¿qué haces acá? - me preguntó lisandro con una sonrisa en el rostro, le di un breve abrazo para pasar hacia adentro

polo al instante vino hacia mis pies por lo que le di un par de caricias buscando el poco valor que me faltaba reunir para contarle todo lo que estaba sintiendo.

- tenía el día libre y me aburría en londres, karen esta en argentina con valen y los padres así que tampoco lo puedo ver al gordo - dije poniendo finalmente de pie, buscando claramente una excusa en mi cabeza que sea lo suficientemente creíble

- ah bue soy tu última opción entonces, gil, la próxima andate con son y a mi me dejas en paz - me respondió claramente haciéndome el celoso, siempre hacíamos lo mismo entre nahuel, él y yo. jodiamos bastante con nuestra amistad

ellos eran lo mejor que me había dado el fútbol, más allá de los títulos, agradecía de poder tenerlos en mi vida.

- no me lo digas dos veces que me voy eh

ambos nos reímos y fuimos hacia la cocina para que ponga el agua del mate, como siempre hacíamos cuando nos juntábamos a hablar.

no sabia en que momento sacar el tema de lo que me sucedia, sentía que nunca era oportuno.

- ¿muri? - pregunté intentando que la conversación de alguna forma de desvíe hacia mara

- en argentina también, tenia que preparar algunas cosas en entre ríos, vuelve mañana ya

asenti sin decir más nada, él estaba concentrado haciendo la típica montañita del mate.

- hablando posta ¿por que viniste? la tenes a mara allá, se podían juntar tranquilamente

sabía que el también sospechaba, que le parecía muy extraña la cercanía que estábamos mostrando en las redes o incluso en los partidos. antes cuando estábamos en una misma habitación no solíamos hablar, ahora se que era para evitar que alguno de los dos caiga en la tentación y nos terminemos lastimando más de lo que ya estábamos por no poder estar juntos.

- ¿ahora no te puedo venir a ver?

- si, boludo, solo que me resulta extraño que hayas venido hasta acá cuando allá te la pasas con mi hermana

el mate había pasado a un segundo plano, había dejado todo en la mesada para observarme. me sentía demasiado tenso.

- no conoce a nadie allá, apenas a una compañera de ella, no la iba a dejar sola en una ciudad que no conoce

- ¿me vas a decir la verdad o te vas a seguir haciendo el boludo? -

suspiré dispuesto a contar todo lo que me estaba pasando, de alguna forma era sacarme un peso de encima.

- es la verdad, es nueva allá y la conozco desde hace años, no la iba a dejar sola cuando literalmente no conoce a nadie, si le podía dar una mano en que la adaptación sea más fácil lo iba a hacer porque la quiero

- ¿la queres?

me costaba bastante abrirme sobre mis sentimos hacia ella, mara hacia todo más fácil y podía expresarme de la forma que quisiera con ella a mi lado pero estando solo todo se me hacia más difícil.

- sabes bien que sí

- lo que se es que no se nada, no entiendo que está pasando entre ustedes dos

- como pasar no esta pasando nada pero quiero que sepas que la quiero, hace años que lo hago. intente pelear contra mis sentimientos durante años, hasta karen sabe de esto. siempre fue y va a ser mara, licha

me miró por unos segundos estando serio, que a mi parecer fueron una eternidad, hasta que en un momento su mirada se suavizó y pareció querer sonreír un poco.

- ¿la vas a cuidar? - preguntó cruzándose de brazos, el ambiente tenso de antes ya no existia

- es lo que más quiero hacer, no soportaría que algo malo le pase. quiero pasar el resto de mi vida con ella

después de todo lo que me había contado que había vivido en su pasada relación no podía evitar querer que nunca más pase por algo parecido, me odiaría a mi mismo si eso sucediera.

- mejor así, igual ya lo sabia, sos menos obvio vos

los dos nos volvimos a reír, sentía un alivio enorme en mi cuerpo. obviamente no necesitaba su permiso pero igual se sentía bien saber que mi amigo nos apoyaba a los dos en esto que estábamos viviendo.