14

2.6K 275 10
                                    

estaba sentada en el asiento de mi auto frente a la casa de cristian, movía mis dedos sobre el volante de manera inquieta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

estaba sentada en el asiento de mi auto frente a la casa de cristian, movía mis dedos sobre el volante de manera inquieta. sabía que debía salir para darle de una vez por todas una explicacion al cordobés pero no estaba teniendo el valor suficiente.

tener que abrirme de cero con una persona me asustaba demasiado, volver a confiar en alguien y a su vez dejarme ver tan vulnerable hasta llegar al punto de sufrir me aterraba.

intenté apagar las voces de mi cabeza que me gritaban todas juntas que diera marcha atrás y volviera a la soledad de mi departamento. que yo no necesitaba tener esta conversación, que estando como estábamos era perfecto, vernos un rato y luego cada uno por su lado.

por otro lado, mi corazón me exigía hablar con cristian, por mas que me negara este ya latía exclusivamente solo por él.

mire la puerta de entrada mordiéndome el labio inferior, desde fuera se podían ver solamente las luces encendidas. seguramente me estaba esperando y no podía dejarlo plantado, no a él luego de que me demostrara lo mucho que lo lastimada la situación en la que nos encontrábamos.

suspiré y decidí vencer mis miedos, si realmente quería ser feliz en algún momento de mi vida debía hacerlo y aunque no me sintiera preparada el momento había llegado.

camine a paso temeroso hacia la puerta principal, toque el timbre esperando la presencia de cristian. una vez me abrió la puerta y nuestras miradas se conectaron mi respiración se cortó.

él se hizo a un lado para dejarme pasar, apenas ingrese a su casa un olor a comida hinundo mis fosas nasales. nos estaba cocinando a ambos.

- pensé que no ibas a venir - me dijo parandose frente a mi manteniendo la distancia, sentí su mirada recorrer todo mi cuerpo pero no era como antes, esta era tan fría que me generó un escalofrío

en ese momento sentí el miedo de no poder revertir la situación, que finalmente cristian se haya cansado de mis idas y vueltas y decidiera ponerle un punto final a lo que teníamos.

- si te soy sincera dudé en venir pero no merecías eso, no merecías nada de lo que te hice pasar así que te pido perdón por eso. nunca fue mi intención jugar con vos o tus sentimientos - respondi mirándolo a los ojos, intentando transmitir realmente lo mucho que sentía haberme comportado como lo había hecho

cristian asintió y se fue de la sala para dirigirse hacia la cocina, seguí su paso y lo vi apagar el horno.

- después sigo con esto, supongo que tenemos mucho de lo que hablar si queremos que esto funcione

el alma volvió a mi cuerpo en ese exacto momento y mi corazón comenzó a latir más rápido.

ambos nos sentamos en el sillón de la sala, todavía manteniendo distancia. frote mis manos sobre el jean intentando encontrar las palabras correctas para explicar todo lo que me sucedia por la cabeza.

cristian al notar mi nerviosismo agarró una de mis manos y la entrelazó con la suya, era la primera muestra de afecto que me había demostrado desde nuestro encuentro de hace unas horas en el vestuario. su mirada fría se había suavizado bastante y me dejaba mucho más tranquila volver a sentirlo como antes.

lo mire con una media sonrisa y decidí confesar todo lo que me daba miedo de la manera que me saliera.

- antes que nada tenes que saber que ni lisandro ni muriel saben de esto y que tenes prohibido contarles algo, estoy segura de que se volverían locos si se enteran - dije mirándolo seria a la cara, estaba decidida a confiar en él y necesitaba que me garantizara que todo lo que iba a contarle quedaría entre nosotros dos

cristian frunció el seño y asintió lentamente. mi mirada se perdió en algún punto de la casa al comenzar a revivir los sucesos otra vez en mi cabeza.

- cuando lisandro y muriel se fueron de argentina para holanda quedé varios meses sola en buenos aires, no conocía realmente a nadie más allá de ellos dos por lo que me costó demasiado adaptarme a lo que era la vida sin tenerlos conmigo. iba de la facultad al departamento y viceversa pero en una de las tantas clases conocí a martin, quien también estudiaba fotografía. al principio busqué una amistad, me pareció super buena onda así que comenzamos a juntarnos fuera de las clases, se sentía muy bien por fin socializar con alguien que no sea lisandro por llamada. él se me confesó primero y en realidad yo no sentía nada pero dije porqué no intentarlo, fue una muy mala decisión.

    》al principio todo era muy lindo, era atento conmigo, me hacía sentir bien y nunca discutíamos. al mes de estar juntos me presentó a sus amigos y ahí todo comenzó a cambiar, no me mostraba afecto frente a ellos, incluso me trataba como si apenas me conociera. lo dejé pasar, como dejé pasar muchas cosas. le comenzaron a llegar varios mensajes raros de una de sus supuestas amigas y cuando se lo reclamé se volvió loco, me gritó tan feo que llegué al punto de asustarme y no querer verlo por días. lo terminé perdonando, como siempre hacia.

  》empezó a salir más seguido, volvía con marcos de labial en el cuello de sus camisas pero no me animaba a reclamarle más nada, no quería volver a vivir aquel episodio. así que básicamente fingía demencia y seguía con mi vida a su lado porque en realidad no conocía otra cosa que no sea él. no sé bien cuando pero dejé de asistir a las clases de fotografía porque martín me lo exigió, decía que había uno de los chicos de la clase que quería estar conmigo así que no podía asistir. dejé que me consuma por completo, no comía, no conocía a nadie más que él, no hacia lo que me gustaba y prácticamente no salía del departamento.

  》puse un freno cuando lo escuche estar con otra mujer en nuestra casa, en la misma cama que compartía conmigo. era conciente de la poca dignidad que tenía pero no podía dejarme humillar de tal forma. esa misma noche hablé con lisandro para irme con él a holanda, en argentina yo ya no podía respirar. nunca le dije los verdaderos motivos, menti completamente diciendo que era para estudiar, en ese momento era lo que menos me importaba. a martin lo bloquee de todos lados, de vez en cuando me llegan mensajes de un número random pero no les doy bola, no quiero que vuelva a tener control sobre mi vida.

  》 con esto que te cuento no busco victimizarme ni nada, cris, se que actúe mal y te vuelvo a pedir perdón pero me da miedo volver a salir lastimada, a confiar en alguien y terminar igual o peor que antes. también temo lastimarte a vos porque se que estoy llena de inseguridades, que por más que las intente borrar no puedo y eso te puede terminar haciendo mal a vos. eso sí que no me lo perdonaría.

cuando termine de hablar sentí un peso menos en mi cuerpo, nunca antes lo había charlado con otra persona que no sea mi psicóloga. quien seguramente estaba cansada de escucharme.

varias lágrimas corrían por mi rostro, era un tema muy delicado para mi.

cristian en todo momento estuvo atento a mis palabras, de vez en cuando daba caricias a la mano que había tomado antes de que comenzara a hablar. me sentía demasiado bien a su lado.

me atrajo a su cuerpo para abrazarme y me permiti llorar todo lo que quisiera, me estaba desahogando luego de tantos años. cristian se quedó en silencio haciéndome compañía.

luego de que me calmara levante la cabeza del pecho del cordobés para mirarlo a la cara.

- sabes que ahora quiero matarlo ¿no? le rompería las dos piernas sin pensarlo - me dijo limpiando los rastros de lagrimas de mi cara, no pude evitar reírme, sabía que era completamente capaz de hacer eso

- ni se te ocurra, mejor tenerlo bien lejos a ese - respondi manteniendo una pequeña sonrisa en mi rostro

nos quedamos en silencio mirandonos a los ojos, él era todo lo que necesitaba.

- no me voy a rendir con vos, marita. no después de todo lo que contaste, vamos a superar esto juntos y te voy a hacer la mujer más feliz del mundo

borró cassette | cristian romero Where stories live. Discover now