Amenaza directa

39 6 1
                                    

Ilyana

Cuando Carel apenas terminaba de estabilizar a mi hermano llegó Aryan y frunció el ceño acercándose a mí que estaba donando la tercera unidad de sangre.

- ¿Qué sucedió? - Preguntó.

- Aiden perdió sus alas.- Comencé a llorar de nuevo de solo recordarlo y recargue mi cabeza en él. Sentí sus manos sobre mi cabello, tranquilizándome.- Las sacrificó por la vida de dos hadas.

- Pero puede recuperarlas, ¿No es así? - Preguntó Aryan a Carel Arscorth, el mestizo puso mala expresión pero no habló hasta que terminó de administrar un medicamento vía subcutánea en el brazo de Aiden.

- Justo ahora es difícil saberlo, su majestad no es vampiro por lo que no regenera el tejido, perdió parte del hueso, músculo y piel, hay daño en cervicales, torácicas y lumbares.- Determinó.- Inicie un tratamiento para que comience el proceso de regeneración con una recombinación de genética, aunque hay un importante riesgo de rechazo es lo único que puedo hacer para garantizar que viva y... vuelva a caminar.- Dejó la jeringa sobre una charola y se sentó por primera vez en varias horas.- Ya que se solucione lo de su vida, podría verificar lo de sus alas.

Levanté la cabeza para ver a Aryan con una expresión seria pero al bajar la cabeza para mirarme sonrió.

- Tu hermano estará bien.- Se atrevió a decir, incluso después de haber escuchado el mal panorama de Carel.- Vi que Tyran ejecutó a los propietarios de las minas, propongo que mandemos a los dos herederos para que vean la verdad de la situación y además mantenerlos ocupados mientras Aiden se recupera.

Asentí. Afortunadamente Aiden había mandado a Erica con su media hermana Daena Schevert para pasar tiempo juntas mientras todo el caos se desataba y como el vial que Aiden le había dado para este momento ya estaba haciendo efecto, ella no se percataría hasta mucho después.

- Los citaré.- Me levanté cuando Carel retiró la aguja de mi cuerpo y pasó a guardarla en una hielera oscura, me dirigí fuera de la puerta para extender la orden hacía el secretario de Aiden que esperaba pacientemente desde que le prohibí la entrada por las heridas de mi hermano y entonces volví hacía el rubio inconsciente que ya parecía tener más color en su tono de piel, su respiración era superficial y tenue pero además de ello parecía estar respondiendo satisfactoriamente. Aryan se quedó conversando con Carel sobre el estado de Aiden cuando se me notificó que ambos herederos ya estaban en la sala donde les había asignado para hablar con ambos, dejé al demonio a cargo de mi hermano antes de salir para dirigirme a una de las salas de estar donde me recibieron las expresiones confusas y sorpresivas de ambos al verme entrar sola.

- Dione, Tyran.- Los saludé formalmente.- Quisiera pedirles un favor.- No tenían opciones en realidad pero seguía siendo una manera amable de decirlo, tomé aire y solté las palabras necesarias.- Ahora que las minas se han quedado hasta el momento bajo clausura se tiene que hacer desalojo de quienes se encuentran en ellas y su majestad consideró que ambos deben de tomar ese papel. Ya que van a ser monarcas juntos, deben de repartirse el trabajo y presentar sus reportes como corresponde.

- ¿Por qué no nos lo pidió su majestad en persona? - Preguntó Dione.

- ¿Necesitas preguntar? Es bastante obvio que nos quiere mantener lejos para seguir haciendo oídos sordos de lo que está pasando.- Atacó Tyran.- ¿Vamos a tomar el trono? Solo si él no se encarga de destruirlo primero.- Él príncipe se marchó molesto y Dione solo después de él, pero no pude evitar decir algo.

- Tyran es joven y muy impulsivo todavía.- Murmuré viendo mis manos con pesar, todo se salía de control y yo tenía miedo por Aiden, por el futuro de nuestra raza. Este tipo de amenazas ya hubieran acabado con ambos herederos si les hubieran otorgado la corona antes, aún estaban aprendiendo e incluso para Dione todo acerca de ser parte de la realeza era nuevo, pero aún... Debían de aprender a ser suficientes. Ya no quería que Aiden siguiera sacrificándose.- Pero tú no lo eres Dione y esto va a sonar cruel, pero como reina debes de renunciar a las debilidades tarde o temprano.- Si no lo hacía terminaría como su padre, tratando de salvar a todos y siendo incapaz de cuidar de su propia seguridad.- Espero que lo que encuentres te de una respuesta sobre lo que es ver más allá, incluso aunque te ciegue el amor.

Nuestro legadoWhere stories live. Discover now