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[Narra Corey]

12 de Febrero de 1994

Nunca creí que las mudanzas fueran tan cansadas. Lo último que recuerdo es a Joey llorando por Nana en el hospital central de Mason City. Al parecer ella tuvo una ligera descompensación de azúcar, aunque de ligera no tuvo nada. Los días pasaron y Joey junto con su familia decidieron quedarse allá para cuidar de Nana hasta que estuviera estable.

Y eso significa...que estoy más solitario que nunca. Mi pelinegro antes de irse me dejó a cargo de mover nuestras cosas al departamento nuevo ¡Joey tiene muchísima ropa que necesitaremos más de un closet! Él mío donde aún me escondo y el de su ropa.

Guardé los últimos posters que quedaban de mi cuarto, hasta que no quedó nada mío aquí. Pero la idea de vivir con Joey era más emocionante que dejar mi vida entera atrás.

Tomé las cajas y bajé al primer piso para ponerlas junto a las otras, Sid no tardaría en llegar con la camioneta de su madre para irnos a mi nuevo nido de amor. Unos ruidos en la sala llamaron mi atención, era Murray jugando con los cojines del sillón. Cada día qué pasa lo veo más grande, estaba claro que ya no era un bebé, ya estaba pasando por la edad de la punzada. Me acerqué a él para jugar un poco, se subió en mis piernas y comenzó a ronronear. Siempre he molestado a Joey acerca de que soy el favorito de nuestro hijo.

Miré mi celular, ningún mensaje de él.

Seguramente estaba ocupado o sus primos le robaron el teléfono. Joey todos los días sin falta me contaba acerca de Nana y de él, pasaba del medio día y ningún aviso hasta ahora. Murray se acostó en mis piernas para tomar una siesta, le tomé una foto. Para presumírsela a mi enano más tarde.

Alguien tocó la puerta. Era Sid. Con cuidado bajé a Murray de mis piernas, se fue molesto de la sala de nuevo a mi cuarto.

- Buenas, aquí vive el señor Taylor. Soy el del servicio de mudanza.- dijo con una voz súper fingida.

- Ah no, no se encuentra el señor Taylor pero si gusta aquí lo puede ver.- dije señalando mi entre pierna. Ambos reímos.

Sid me ayudó a subir mis cosas, las que estaban empacadas y una maleta grande que es donde estaba toda mi ropa y alguna que otra prenda que a Jo se le había olvidado aquí.

- ¿Eso es todo? No quiero que demos doble viaje sólo porque al señorito se le olvidó algo...- Sid cerró la puerta de la cajuela, pasó su brazo por su frente limpiando un poco de sudor. Olvidé mencionar que también subimos mi escritorio y era bastante pesado.

- Sólo deja voy por mis llaves del departamento y por Murray.- dije sonriente. Porque amabilidad ante todo. Sid me regresó el gesto y subió a la camioneta para esperar.

Subí hasta mi cuarto, tomé a Murray, mis llaves pero antes de salir vi algo que se asomaba por debajo de mi cama...rayos, mientras no sean fotos vergonzosas todo bien. Era un sobre rojo, ESE sobre rojo del cual había olvidado su existencia.

No piensen que es algo malo o algo que pueda poner en duda mi relación con Joey. Era una sorpresa, para ambos. Bajé corriendo las escaleras, Murray iba aferrado a mi playera para no caerse. Subí en el lado del copiloto.

- Bien ¿dónde queda el departamento? - Sid encendió la camioneta. Di un suspiro tratando de recordar.

- Casi a las orillas de la ciudad...no es que quiera alejarme de la sociedad.- tosí disimuladamente. Sid rió un poco, me miró de reojo.

- ¿Eso es lo que creo que es...? - señaló el sobre. Mierda.- ¿Ya le dijiste a Joey? Falta poco para que sea.-

Negué. Guardé el sobre en mi mochila y la pasé a la parte trasera, así Murray podía estar más cómodo en mis piernas.

ꨄ︎𝙏𝙝𝙚 𝙃𝙮𝙗𝙧𝙞𝙙 𝙈𝙤𝙢𝙚𝙣𝙩 //𝘑 𝘖 𝘙 𝘌 𝘠 ꨄ︎Where stories live. Discover now