Dieciséis

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La presencia de Mew en la vida de Gulf se ve reflejado en la seguridad de sí mismo.

Caminar por las calles ya no es desafío, no cuando todo él huele a omega reclamado, Mew se había vuelto más pegajoso desde lo ocurrido en la cocina. Su omega se pavonea por esa reacción que le ha causado, y tan solo fueron feromonas sexuales y unos gemidos involuntarios.

Camina por la avenida principal y no tiene miedo de nada. Entra en una pastelería y compra seis  cupcakes de chocolate, sonrió tímido cuando sale del local, ocultando la alegría que siente al querer llegar a su casa y ver la reacción de Teo al recibir sus pastelitos, donde también Mew estará esperándolo.

Ya no camina por callejones lúgubres, se cruza con alfas y a pesar de ser observado con interés, ni siquiera lo rozan.

Esta tan tranquilo que no puede creer, su cuerpo ha sanado de moretones y su omega se encuentra en calma.

Tiene un leve rubor que no se oculta a medida que llega a su casa, donde el alfa lo espera junto con su cachorro. Que Mew le haya dejado salir solo, demostrando que confía en él ha sido conmovedor, aunque éste no estuvo tranquilo hasta que lo marco por completo con su aroma. El hecho de que su celo este próximo ha provocado que sus feromonas sean un poco más densas, a efecto de esto, más alfas pueden sentirlo, eso explicaba la  extra posesividad del ex militar por su persona y la forma en que deja sus feromonas sobre el omega.

Cargaba una bolsa de botellas de agua y comida que lo ayudaría para superar esos días, no fue capaz de decirle al alfa que saldría a buscar supresores y provisiones.

El viento frio acaricia su mejilla, por lo que asegura la capucha negra de su suéter y hunde más la nariz en la bufanda que Mew le había puesto antes de salir. En ese instante solo pensaba como decírselo a Mew, se ha vuelto muy pegajoso y busca caricias y roses en cada minuto juntos, haciendo el ambiente íntimo y hasta casi terminaba rendido a sus caricias. Le preocupa la reacción que tomara cuando le diga que en dos días estará en celo, no sabe cómo un alfa de sangre pura tomara esa noticia sabiendo que ha evidenciado su interés por él de una forma tan dominante.

Entra en la farmacia donde piensa pedir los supresores, hay una pareja siendo atendida por una joven mujer, esperando a que estos terminen de realizar su compra, Gulf rodea las góndolas donde promocionan cientos de supresores en spray y curiosea con gusto, sus ojos se abren de buena gana viendo los precios y mentalmente grita quién diablos con una billetera tan delgada como una vaca de campo seco podría aguantar comprarla. El precio de una cuesta lo mismo que tres francos de supresores en comprimidos.

La pareja comparte risas alegres comprando otras tres pruebas de embarazo, son jóvenes y están emocionados, se aleja del pasillo premium y sigue llenando su curiosidad con cosas que, aunque desea no las va a comprar.

Camino por los pasillos mirando productos diversos para omegas, su bufanda anaranjada lo tapa hasta la nariz y no ha querido sacarse la capucha a pesar de estar dentro de la farmacia por el frio que no lo abandona, observa la fila de crema corporal ubicadas en góndolas y toma una para olerla, de pronto piensa en Mew y las ganas de ponerse bonito para él.

Pasa la punta de la lengua por sus labios rojos por el frio, baja la cabeza un poco ocultando el sonrojo y sonríe con toda libertad como un adolescente enamorado, sabe que nadie lo puede ver y se siente en libertad de revelar su entusiasmo, toma un frasco de molde estético, tiene imágenes de flores de jazmín y letras en dorado lo hacen llamativo, pasa la tapa cerca de la nariz y disfruta del aroma dulzón de la flor, se pregunta si a Mew le gustara... siempre ha pensado que su aroma natural era demasiado débil en comparación de otras omegas, eso lo hacía ver poco interesante. O al menos es lo que Gulf piensa.

Mi omega, mi Dios!Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang