Diecinueve

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¿Qué hace un omega asustadizo con un alfa de sangre pura?

¿Qué hace un omega prejuicioso, que ha jurado durante cinco años seguidos jamás volver a involucrarse con un alfa? Irónicamente relacionado justamente con el más grande de los alfas, uno que lleva en sus venas sangre de un lobo puro, conocidos por su temperamento y violencia.

¿Qué hace Gulf Kanawut? el omega que en sus días de adolescente fue el omega más deseado, sinónimo de delicadeza y atracción hasta la actualidad, relacionado con un alfa asesino y salvaje capaz de destrozarlo en segundos si por desgracia el alfa pierde conciencia.

Gulf ha tirado todas sus promesas y lágrimas en el bote de basura, y sus esperanzas, sus últimas esperanzas, los sobrantes que quedaban, agrietadas y herrumbradas están pendiendo en el alfa. Ni Gulf ni Mew no saben que esa oportunidad concedida no solo es para el alfa, sino que también es del corazón de aquel omega. Una decepción, por muy pequeña que sea, todo se habrá perdido.

Mew no sabe que lo que tiene entre sus manos es una joya preciosa, muy muy preciosa, pero profundamente agrietada.

—Papá! —Teo salta desnudo sobre la cama del omega —mira papá! ¡Puedo saltar muy alto! —

Mew deja caer el piyama que iba a usar su cachorro y en dos zancadas alcanza el pequeño cuerpo que casi termina golpeándose con la esquina de la cama de Gulf.

—Cachorro por favor, no te pongas en peligro de esa forma— habla dejándolo de nuevo en medio de la cama de dos plazas, retira la toalla húmeda y vuelve por el atuendo del bebé.

—Lo siento— murmura Teo al sentir que ha molestado a su nuevo papá.

El hombre suspira y se acerca —tu papi te prohibió saltar en la cama Teo ¿lo recuerdas? — se sienta en la orilla de la cama tomando al pequeño de las axilas para atraerlo frente a él. Teo asiente lentamente a la consulta del alfa, con los labios alargados como un patito y la culpa en su mirada — ¿entonces por qué lo estas desobedeciendo? — pregunta poniéndole un pequeño bóxer con dibujitos.

Teo se agarra de amplios hombros del alfa y levanta una de sus piernitas para meterse en su ropa interior —Lo siento, papá— levanta la carita y murmura arrepentido.

—Está bien cachorro— Mew le sonríe y Teo se siente mejor —será nuestro pequeño secreto— le avisa mientras le pone su piyama con estampado de pollitos —pero tienes que ser obediente, no quieres asustar a papi ¿recuerdas?

—Sí papá! — Teo razona, seguido bosteza profundamente cuando Mew lo acurruca en su calor. Ve como rodea con sus bracitos su peluche favorito y adormece lentamente cuando es arropado con cariño.

Fue un día lleno de actividades, de padre alfa a hijo, Teo jugó todo el día junto con Mew, prepararon galletas, según como Gulf le había indicado, de hecho, la mayoría se quemó.

Ha pasado seis semanas desde que por fin logró conseguir la oportunidad anhelante por parte del omega, y era un alfa increíblemente emocionado como orgulloso.

Teo lo llama papá desde que le concedió el deseo, Gulf termino aceptándolo puesto que ya no tenía remedio, Teo estaba tan emocionado, el omega no soportaría ver su carita llena de lágrimas cuando quiera retractar el deseo de tener un segundo padre ¿Cómo podría destrozar el pequeño corazón de su precioso hijo?

Mew es finalmente feliz, adora al omega de una forma que ningún omega nunca lo fue, sus ojos reflejan amor puro cuando observa al menor, sus grandes manos lo rodean con increíble suavidad y delicadeza, sus comisuras han estado estirados desde el primer beso.

El omega llama la mayor parte del día alfa a Mew y es algo que alimenta impetuosamente el ego infernal de aquella bestia, es una clara forma en la que un omega manifiesta que tiene a un alfa, tiene a un líder... tiene un compañero.

Mi omega, mi Dios!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora