Dieciocho

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Teo despierta de repente, gimotea bajito buscando la atención de su padre.

Bosteza con pereza y aun siente el sueño pesado. No recibe respuesta a su llamado por lo que sin ganas exige a su pequeño cuerpecito a sentarse en la cama.

Se rasca un ojito y bosteza de nuevo, finalmente nota la mano de su padre descansando sobre su regazo. Voltea y encuentra a su papi y a Mew profundamente dormidos a su lado, el alfa casi enroscado por completo sobre su papi, en cucharitas, y su padre omega rodeando su pequeño cuerpo con su brazo.

Su lobito está muy feliz, antes de Mew no había sentido tanta tranquilidad. Gulf vivía en constante preocupación y soledad, sin saberlo trasmitía esos sentimientos en su cachorro.

Gatea aun adormilado sobre su padre, y ¡flop! consigue lo que quiere, se hunde entre su papi y el alfa, ronronea con gusto al sentir el calor del mayor.

Gulf se remueve, se da la vuelta quedando cara a cara con Mew, usando el brazo del alfa como almohada.

Teo ronronea cual gatito, es calientito y acogedor encontrarse en medio de los dos adultos y curiosamente su lobo solo desea dormir. Se acomoda con gusto, toma la mano de su padre y usa el pecho del alfa como almohada, se queda dormido enseguida, finalmente Mew se remueve un poco, solo para abrazar a sus dos adorados omegas.

La manada esta completa.

Toda la mañana se quedaron dormidos. Era agradable y sanador.

Cinco años y ese nido nunca estuvo tan lleno como en ese instante, no había alfa más feliz como Mew, que en algún momento se mantuvo solitario y callado, día tras día.

Aún recuerda los días lluviosos, sentado frente al gran ventanal, con un silencio tétrico, sin una palabra mencionada durante días.

...

Gulf despierta primero, notando que ya era medio día.

Gira un poco y sonríe al encontrar a Teo dormido sobre el pecho de Mew, su omeguita estaba babeado sobre el pecho del alfa por lo que tuvo que tapar la boca con la mano ocultando su risita, mientras tanto Mew mantenía la gran mano sobre su espalda, cobijándolo.

No puede evitar sacar un par de fotos y sonríe enternecido, es la imagen más preciosa que ha visto.

Despacio y en completo silencio sale de la habitación y deja a su cachorro y al alfa dormir un poco más.

Cierra la puerta de la habitación y camina descalzo por la casa. Esta tan feliz, ha dejado que Mew lo bese y se sintió completo, no sintió ninguna preocupación ni duda a la elección que tomaba. Era la primera vez que parece ser una decisión propia, no siente que esta relación sea muy premeditada, como antes... cada relación, cada alfa que llegaba a él parecía conocerlo, como si lo hubieran planeado emparejarlo. Siempre sintió aquello, más pensaba que eran ideas suyas, pero la mirada burlesca de su padre terminaba por hacerlo dudar.

Nunca sabría que toda su vida hasta su unión con George fue planeada por su padre, nació como omega y para su progenitor no era más que un objeto a negociar. El hecho de ser varón le dio ciertos privilegios en su niñez, su padre demostró cariño y una vez lo miro con orgullo, Gulf lo recuerda tan trasparentemente, su profesora de sexto grado lo describió como su alumno más brillante y con su carácter fuerte y valiente por un momento lo confundieron con ser un futuro alfa, su maldición fue terminar siendo omega. Tal vez sea la razón de su prejuicio hacia la casta alfa, antes de George, antes de todo... tal vez todo nació desde su padre...

Siente las feromonas demandantes a su alrededor sacándolo de los desagradables recuerdos y su omega se regocija con gusto, más cuando todo él, pasó de oler a omega en celo a propiedad de un alfa puro.

Mi omega, mi Dios!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora