6 - Milton: Conocernos

123 24 6
                                    

Milton

Me dirijo al Only Club, Ramir y Joselyn me siguen detrás, pero ninguno va a detenerme, me encargaré del tal Exiel, aunque sea lo último que haga. Su guardia no me deja pasar, sin embargo, lo empujo y avanzo sin importarme nada. Veo el desastre que están arreglando, aun así, lo ignoro y continúo a la oficina del culpable de mi furia.

―Oh, y yo que pensé que te conocería mucho más adelante.

Visualizo al dueño de este lugar, su cabello es negro y alborotado, es todo lo contrario a mí, se ve que desprende confianza y excentricidad. Su forma de vestir ni siquiera es formal como la mía, y si utilizara un traje, seguro lo tendría todo desarmado, sin una pizca de rectitud.

¿Qué esperaba encontrar? ¿Seriedad? ¡Ja!

―Tú debes ser, Exiel ―hablo al fin―. No sé cómo llegaste a afiliarte con mi empresa, y casi que no importa, pero esto, ¿qué significa? ―Señalo a mi hermano, el cual se sobresalta―. No lo metas en tus fetiches raros. Si hay que pagar una deuda, se paga con dinero.

―Pero el pobre no tiene plata. ―Se hace el preocupado y se mantiene sentado en su silla, como si le interesara mi argumento.

―Hermano... ―Se acerca Joselyn―. No deberías...

―Ya le dijiste. ―Se ríe―. Qué gracioso.

Ella frunce el ceño.

―¿Qué significa esto?

―Ya te dije que no te metas en mis asuntos, el chico no tenía como pagarme, y yo solo le di una oportunidad.

―Pues no acepta ―respondo―. Yo lo pagaré.

Se ríe.

―No creo que puedas, tus números no están muy bien, por eso estamos negociando nosotros dos, ¿recuerdas? O sea, estarías pagando con lo mío, entonces no tendría sentido.

Entrecierro los ojos.

―¿Cómo sabes...?

―Estafador estafado, qué triste ―se burla Exiel―. Aunque más triste es que seas tan conservador, qué asco. Deja que tu hermanito haga lo que quiera, no te metas. Preocúpate más por ti, ¿no?

―No te hagas el que me conoces.

―Si ya terminaste, tengo mucho que hacer. ―Hace una gran sonrisa.

―No hemos acabado aquí. ―Me giro para irme y Joselyn me sigue.

Atravieso todo el lugar, llego hasta la vereda, pero ella recién me alcanza cuando me detengo en la esquina, ya que el semáforo me detiene.

―Milton. ―Suspira al poder frenar―. No te preocupes, seguro se solucionará, solo hay que...

―Hablar con abogados, supongo ―expreso pensativo―. En vez de explotar.

Joselyn se ríe.

―También.

Sonrío, así que me giro a observarla.

―Gracias, siento que me vieras así.

―Está bien, me encantó cómo defendiste a tu hermano.

―De tu hermano ―le recuerdo.

―Bueno, sí. ―Mueve un mechón de sus cabellos rubios detrás de su oreja―. Igual se pasó de la raya.

―¿Siempre es así?

―No sabría decirte, nuestros padres se separaron cuando éramos chicos y mi mamá me llevó muy lejos. Hace algunos años me ofreció quedarme en su casa, y siento que todavía nos estamos conociendo.

―Entiendo el sentimiento, aunque con Ramir fue por una estupidez mía.

―No se preocupe, sé la historia. ―Me observa con una mirada cálida.

―Curioso, yo no conozco casi nada de ti, sí que nos debemos esa cita.

Se muerde el labio.

―Supongo.

―¿Supones? ―Enarco una ceja.

Me observa con un gesto dudoso.

―Está bien, le acepto la cita.

Falta poco para que se revele el secreto de Joselyn, aunque si prestaste atención a las múltiples pistas en los capítulos, ya lo habrás descubierto

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Falta poco para que se revele el secreto de Joselyn, aunque si prestaste atención a las múltiples pistas en los capítulos, ya lo habrás descubierto.

Saludos, Vivi.  

Milton y RamirWhere stories live. Discover now