Milton y Ramir

[22] - Exiel: ¿Estafador estafado?

Exiel

Se escucha el retumbar de los parlantes, la música bien alta en los oídos de cada integrante en mi club y las luces inundan el lugar. La gente baila, se besa con quien sea, beben y hacen cosas que no debo ni nombrar. Todo es fiesta y diversión en el Only Club. Me tiro en un sillón a descansar, mis acompañantes se acomodan a mis costados.

De repente, veo a Miry llegar.

—Así te quería agarrar puerco.

Me reiría por su acotación, pero estoy embelesado por el vestido que lleva y también por verlo otra vez sin que tenga que llamarlo.

—Qué deleite observan mis ojos. —Me muerdo el labio inferior—. ¿A qué debo tu grata visita?

Enarca una ceja.

—¿No eres mi pareja?, ¿por qué te estás abrazando a estos dos? O estas, no sé, disculpen. —Se queda pensativo—. ¿Estes?

Aparto los brazos de mis chicos.

—¿Me estás haciendo una escena de celos? Me siento halagado, sorprendido, confundido y también sospechando. ¿Cuál es la trampa? De la nada llegas y me dices esto, me pongo muy curioso en realidad. ¡Me encanta!

—Vine a buscar el contrato que nunca me diste, y como no hay, te aprovechas de mis despistes.

Entrecierro los ojos.

—Ya sé dónde no tengo que tocar, Miry, no te preocupes. —Me río.

—Pruébalo —declara serio.

Alzo una ceja.

—Miry, qué atrevidito.

Sonríe.

—Siempre lo he sido.

Me levanto del sillón para ponerme en frente de él y tomar su mano.

—No juegues con fuego porque te vas a quemar.

—Dije que lo demuestres. —Entrecierra los ojos.

Miro a mis acompañantes y hago una señal para que se retiren del sillón, luego me giro a observar a Miry. Sonrío mientras decido retroceder, guiándolo hasta ahí, para sentarme y luego ponerlo en mi regazo. Ramir se queda de espaldas hacia mí.

—¡Te atrapé! —expreso cuando lo abrazo, luego huelo los cabellos rubios de su nuca—. Me gusta tu perfume.

Se le eriza la piel, ya que mi nariz roza sus poros.

—Te... te estoy vigilando.

Mi mano pasa a su pierna y la acaricio despacio.

—No sé qué estás tramando... —susurro en su oído—. Pero me encanta. —Soplo un poquito, detrás de su oreja—. Podrías distraerme todo lo que quieras, si es que tramas algo, y yo lo disfrutaría igual.

—¿Tan evidente fui? —expresa en tono bajo.

Sigue de espaldas hacia mí, pero creo que está sonriendo.

—Dime, Miry... ¿Cuál es el verdadero truco?

Se gira encima de mis piernas y ahora lo tengo de frente, apoya su dedo índice sobre mi boca, luego se aproxima a esta.

—Vas a llorar —susurra cerca de mis labios y me los muerdo.

—Ah, ¿sí?

—Cuando me enamore de ti...

Lo interrumpo.

—Me estás excitando. —Lo agarro de la cintura.

—Exiel... —Lo detengo cuando se aproxima más—. Vamos a ver cuánto te resistes. —Hace una risilla.

—Entiendo, ¿pero de verdad crees que no puedo aguantar a la tentación? —Enarco una ceja—. Yo soy el que dijo que solo íbamos a tener sexo cuando te enamoraras de mí, ¿recuerdas?

Se agarra de mis hombros y se acerca a mi cuello.

—Ah, pero te mueres por pasarte de la línea —susurra.

Sonrío de lado.

—Nunca lo he negado, pero no vas a confundirme, Miry, lo siento —me burlo, pero él se ríe.

—Imagínate si pasa esto cuando tengamos el contrato. Voy a poner cláusulas que te perjudiquen a ti, así resulta muy conveniente para mí.

—Miry, ni creas que vas a cambiar cosas de este, no se puede.

—De hecho, entre por la ventana, me lo robé y se lo di a Milton —me cuenta mientras quedo estupefacto por lo que oigo—. Él va a acabar lo que nunca terminaste, y yo seré el que tenga en mi poder los documentos.

—¿Qué?

Salta alejándose de mí y levanta dos dedos.

—¡Ramir 2, mundo 0! —Saca la lengua—. ¡Voy ganando!

—¿Cómo? —Parpadeo varias veces seguidas, confundido.

—¡Ya te dije, una vez me robé ropa interior! —declara en alto—. ¡¿Por qué no iba a poder robar un papel?!

No puedo discutir contra esa lógica. El estafador ha sido estafado, por una hermosa falda, pero tampoco es que me pueda enojar mucho porque...

¡Me encanta!

Amo demasiado a Ramir 😂💖

Saludos, Vivi.