52 - Milton: Romántico

39 9 2
                                    

Milton

Ya le están por dar el alta a Ramir y no me pienso ir hasta llevarlo a casa. Es donde pertenece, no con ese peligro de hombre. Me mantengo parado en el jardín del hospital, entonces veo acercarse a Josy. Se detiene a una distancia prudente, luego nos miramos de una forma intensa. Desde que le pedí disculpas hasta ahora, no hemos vuelto a cruzar muchas palabras, solo nos observamos incómodos, sin saber qué hacer. No me retracto de todo lo bueno que dije, nada más estoy procesando la situación, y creo que ella también.

—No creo que Exiel te deje llevarte a Ramir —acota.

—Ramir es mi hermano, vendrá conmigo.

—Ya es un adulto —agrega, inquieta—. Además, Exiel está muy preocupado, lo quiere cuidar. Por favor, no te metas, te pondrás en problemas.

Bufo.

—Es su culpa el accidente, ese club es un peligro.

—Mi hermano se encargará. —Toma mi mano e insiste—. Te lo pido, no te metas.

—No le tengo miedo a tu hermanito.

—¿Todo bien los tortolitos? —Viene el mencionado, el cual ya está bien de su pierna, pues no tiene ninguna muleta, no era nada grave. Se detiene a mirarnos, luego a nuestras manos—. Ya puedes ir soltando, transfóbico.

—Ya me pidió disculpas. —Josy se pone delante.

—Como sea, no le creo nada. —Se aproxima, alejando a su hermana, para ponerse en frente de mí, y hace una gran sonrisa—. Miry me dijo que vendrá a casa conmigo, así que puedes dejar de esperar.

—Hablaré con él, y que me lo diga a la cara.

Avanzo, pero me detiene.

—Tiene que descansar. Créeme, venir conmigo es lo que quiere. No sé si te dijo, pero está muy enamorado, ya no necesita de su falsa familia, me tiene a mí.

—Ramir está obsesionado con Zem —le aclaro, así que frunce el ceño—. No hay otro ser en su cabecita, así que deja de delirar —me burlo.

Se mantiene enfadado, pero luego sonríe.

—Esa etapa ya murió, ahora estoy aquí.

—¿Y hasta cuándo? —consulto, serio—. Tengo entendido que luego de que lo uses, lo vas a tirar.

—Miry no se guarda nada.

—Soy su hermano, obvio que me lo iba a contar.

—El hermano homofóbico —se burla.

—Ya no me comporto así, he madurado, ¿y tú?

—¿Por qué no te metes en tus propios asuntos? Yo ya te dije lo que iba a pasar, Miry se viene conmigo, así que puedes irte.

—Eso ya lo veremos. —Avanzo y me detiene otra vez—. No me hagas golpearte —amenazo.

—¡Milton! —chilla Josy.

Exiel mantiene la sonrisa.

—Mis hombres pueden golpearte si quieres —amenaza él.

—¡Por favor, paren ustedes dos! —Me observa la rubia, luego a su hermano—. Exiel, por todos los cielos, deja que le pregunte y problema resuelto.

Rueda los ojos.

—Bien, pero escuchará la misma respuesta. —Da un paso hacia atrás—. Miry ya decidió, solo quería que descanse.

Milton y RamirWhere stories live. Discover now