[17] - Milton y Joselyn: Dr. Johey

92 16 7
                                    

Milton

Estoy emocionado, no puedo creer que me haya besado con Josy. Esa chica fue hecha para mí, esos labios lo confirman. Tanto tiempo insistiendo y al fin se me dio con ella, imposible no estar contento.

Tocan a la puerta de mi oficina y cuando doy mi autorización para que pasen, sonrío. No por ver al cliente, sino por quedarme hipnotizado con mi secretaria. Una vez termino de hablar de negocios, el hombre se retira y Joselyn me recrimina.

—¡Me hace pasar vergüenza! —se queja.

—¿Disculpa?

—Reaccione, estamos trabajando —me reprende.

Me doy cuenta de que la miré demasiado.

—Perdón, justo cuando vino el hombre, estaba distraído pensando en ti.

Se sonroja.

—No me parece correcto.

—Nos besamos hace poco, tengo derecho a estar emocionado —me defiendo.

—Milton, no quiero que esto se te suba a la cabeza.

—¿Por qué? ¿No te gustó? —Enarco una ceja.

—¡Me encantó, pero...! No sé, vas muy rápido.

—Creo que eso te lo estás inventando —opino, luego me levanto de mi asiento, rodeo mi escritorio y me acerco hasta ella—. ¿Quieres hacer algo esta noche?

Entrecierra los ojos.

—¿Hacer qué?

Me río.

—No malpienses.

Sus mejillas se vuelven más rojas.

—No... no lo hice.

—¿Qué tal ir al cine? —sugiero.

—Hum, está bien, ahí hay gente.

Río otra vez.

—Qué graciosa. —Miro su boca—. ¿Puedo besarte?

Se queda dudando.

—No... no sé.

Sonrío.

—¿Y eso qué quiere decir?

—Que me gustaría, pero mi instinto me advierte que no debería.

La acorralo contra el escritorio, como la otra vez, poniendo mis manos en la mesa y ella apoya las suyas en mi chaqueta.

—Dile a tu instinto que deje de tenerme miedo y que me disfrute. —La beso y me corresponde, en esta ocasión abre su boca más rápido—. Me gustas mucho —expreso, agitado.

—Jefe... —Suspira y tironeo de su rodete. Muevo mi cabeza hacia su cuello, entonces la chuponeo allí—. Oh, Milton. —Mis manos se mueven a su cintura y despacio, descienden, pero cambia de parecer, entonces me empuja—. No... no pasemos de ahí —expresa, nerviosa, algo alterada.

—Lo siento —me disculpo.

—Hum ¿Sabes qué? Mejor no quiero ir al cine, me siento mal, prefiero regresar a mi casa ahora —exclama algo angustiada.

—Lo lamento, yo no quise...

—No, no es culpa tuya, solo necesito irme. —Avanza en dirección a la salida de la oficina, se detiene en la puerta y me mira—. Yo pido perdón, permiso. —Asiente, luego se va.

Oigo el golpe de la puerta y me sobresalto.

Mierda ¿Qué hice mal? No sé, seguro, algo malo, soy imbécil.

Joselyn

Llego a mi casa muy rápido y alterada, entro a mi cuarto, entonces me siento en mi cama. Agarro la cajita de ahorros, luego comienzo a contar el dinero que tengo, y de repente solo lloro.

Debería decirle, pero no puedo, no quiero que me odie. Y si me odiara, sería mejor que lo hiciera por la estafa que mi hermano me hizo cometer. No puedo pensar con lucidez, solo puedo llorar.

—¿Qué te hizo el maldito? Así lo mando a golpear. —Oigo a Exiel.

Me refriego los ojos.

—Nada, todavía no pude decirle.

—No le debes nada a un conservador, homófobo, que seguro también es transfóbico.

—¡Cállate! —Lloriqueo, y sigo contando, mis dedos solo tiemblan.

Camina, entonces se sienta a mi lado, en mi cama, acto seguido, me quita la cajita.

—Ya te dije que yo te prestaba la plata, ¿cuánto te falta?

—No sé. —Vuelvo a refregarme los ojos—. No quiero tu dinero, lo haré por mi cuenta, todas mis operaciones las pagué yo, esta no será distinta.

Me observa fijo, luego suspira.

—Por eso te dije que te lo prestaba —le recuerdo.

—No, no, deja, además, el cirujano que yo quiero, todavía no está disponible —digo triste.

—Te puedo conseguir uno mejor.

Alzo la vista a mirar a mi hermano.

—Quiero este porque tiene muy buenas recomendaciones de personas trans. El doctor Johey trata bien a la gente, es el cirujano que anhelo, es el ideal. —Sonrío—. Hubo una oportunidad en la que pude hablar con él y fue grandioso. —Bajo la vista de nuevo, triste—. No como los otros, así que no deseo uno diferente.

Apoya su mano en mi hombro.

—Solo fueron malas experiencias, pero si te encaprichaste con ese macho, debe estar buenísimo —bromea.

Me río.

—Un poco, sí. —Mantengo mi pequeña sonrisa.

—Mejor que Milton seguro.

Dejo de sonreír.

—No empieces. —Le pego y se ríe—. ¡¿Qué clase de hermano eres?! —me quejo, pero él se sigue riendo, así que me termina contagiando—. ¡¡Cállate, estúpido!! Ja, ja, qué bobo.

—Pero doctor, Johey, béseme cuando quiera.

—¡Es mi doctor, no tuyo! —Le tiro una almohada—. ¡¡Deja de reír, Exiel!!

Amo la relación que hay entre Exiel y Josy 💖

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Amo la relación que hay entre Exiel y Josy 💖

Podemos decir cualquier cosa de Exiel, que es malo, fetichista, estafador, mafioso, todo eso y más, pero no podemos decir que es un mal hermano. Exiel es el mejor hermano que pudo tener Josy. Ay, los amo demasiado 🤧

Por cierto, conociéndome, ese Dr. Johey va a tener mucha relevancia, y ya se dijo que está guapísimo, así que yo lo quiero conocer 😂

Saludos, Vivi.

Milton y RamirWhere stories live. Discover now