Conoce a Ramir, está loquito, tanto que destruye un club disfrazado de mujer y luego el dueño, Exiel, lo obliga a pagar, convirtiéndolo en su pareja. Conoce a Milton, es el hermano de Ramir y un total conservador, se ha enamorado de la hermana de Ex...
Estoy en el consultorio del doctor Johey, ya ha hecho mi revisión de rutina, examinado los estudios y ha anotado las recetas. Lo bueno es que ha salido todo bien, no hay razón para preocuparse de nada, sin embargo, él nota mi gesto de inquietud, así que decide preguntarme.
—¿Ha pasado algo malo?
Suspiro.
—No debería contarle.
—Puedes decirme lo que sea. —Me regala una sonrisa—. Sabes que conmigo hay confianza.
—No puedo. —Me sonrojo y pongo un mechón rubio detrás de mi oreja—. Es algo más personal.
—¿Tiene que ver con Milton? ¿Discutieron?
Me sobresalto.
—¡Oh, no! Con mi esposo estamos muy bien, aunque... —Vuelvo a suspirar—. Hay algo que no le dije.
—¿Otra cosa que no se da cuenta? —Refiriéndose a mi transexualidad—. Es normal en él ser despistado, no te preocupes.
Me río.
—Ojalá fuera eso. —Suspiro por tercera vez, triste—. En esta ocasión sí soy la culpable... —Alzo la vista—. ¡Oh, lo siento, no quiero molestarlo!
—Todo lo que tenga que ver contigo me importa —expresa, mirándome de manera muy profunda.
Si no fuera porque somos humanos, pensaría que controla mi mente.
—Ay, no sé.
—No le diré a nadie, lo prometo.
Me muerdo el labio.
—Mi hermano estafó a Milton y su empresa casi cae en banca rota. Fui la culpable de ello, lo ayudé a hacerlo, engañé a Milton para que me firmara unos papeles. No puede haber secretos entre nosotros, pero este es demasiado complicado para contárselo.
—Ya veo. —Se mantiene un poco en silencio—. Pero deberías hacerlo, ya ha habido muchos conflictos entre ustedes.
Bufo.
—Sí.
De repente, toma mi mano.
—No te inquietes, no le diré a nadie. —Me sonríe, así que yo también lo hago.
—Gracias.
Golpean a la puerta y nos distraemos, aunque esta se abre de manera repentina, entonces vemos a mi esposo entrar.
Cuando nos visualiza, le titila el ojo.
—La manito. —Refunfuña al aproximarse—. ¿Cuándo cambias de médico? —me pregunta—. ¿Olvidaste que este está enamorado de ti?
Suelto su mano, me sonrojo y le sonrío.
—No me preocupa, porque mis sentimientos por ti son más fuertes.
Lo dejé mudo, pues no me responde nada.
Termina la sesión y salimos del consultorio. Mientras decidimos caminar un poco, pienso en el consejo de Johey. Tiene razón, no puedo seguir ocultando esto, es demasiado peso. Además, somos una pareja y hay cosas que no deben ocultarse por siempre.
Me detengo.
—¿Qué sucede? —pregunta Milton, dejando de avanzar también.
Suspiro.
—Yo... —Alzo la vista—. Debo decirte algo.
—¿Por qué esa cara? ¿Tan grave es?
Mis ojos se humedecen.
—No quiero que me odies.
Da unos pasos hacia mí y me acaricia la mejilla.
—No digas eso, jamás lo haría. Dime, prometo no enfadarme.
—Yo... —Me refriego los ojos—. Fui la que ayudó a Exiel a estafarte. —Me cubro la cara, arrepentida.
Se forma un silencio y como no responde, quito mis dedos de mi rostro para poder mirar a mi esposo, el cual continúa callado, observándome con una expresión de desconcierto, pero al final no me contesta nada.
Es todo silencio.
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Lo que me sorprende de este capítulo son dos cosas: Que ella haya llegado a contarlo, suelo hacer lo contrario, y que Johey no sea el villano de la historia. De hecho, luego de este capítulo, ya no aparece más jajaj
Espero que estén disfrutando, solo nos faltan 3 partes para acabar la novela.
