Capítulo 2

469 61 2
                                    

Estaba preparando el desayuno mientras Steve aún no se levantaba.

No he visto ni siquiera una habitación para sus padres en esta ala de la casa...

Era extraño, un chico no podría pagar esta casa pero sus padres no parecen estar a menudo. No hay fotos, cuadros, decoraciones, cojines o algún rastro de su existencia aquí, pero aún no he visto el otro lado.

De aquí se nota por las ventanas que tiene abajo otra cocina.

Tal vez en algún momento de la noche pueda ir a ver qué pasa en ese lugar...

-¿Siete? -volteé ante mi nombre -¿Hiciste el desayuno?

Asentí y y dejé los patos con huevos revueltos y pan en la mesa previamente puesta.

-Gracias -le hice una seña para que entendiera que no había qué agradecer -después de comer vamos en mi auto a la escuela. Pero... Deberías llevar esa pequeña pizarra y un lápiz.

¿Nadie sabe lenguaje de señas en este país?

Bufé, pero seguí comiendo.

Era muy agradable, hace años no comía algo caliente y recién hecho.

-¿Cómo te mantienes tan en forma? -preguntó tratando de hacer conversación -yo hago ejercicio tres veces por semana...

No sé cómo esperaba que le contestara, pero dejé mi pan en el plato, sería descortés no decir nada.

-He manteniendo mi entrenamiento militar todos los días desde hace 10 años -mencioné para después seguir comiendo.

-Cool... -se le notaba incómodo, al parecer se dió cuenta que iniciar una "plática" sería inútil.

Al terminar de comer lavé todo, me arreglé con ropa que Steve dispuso para mí e hice mi aseo personal.

Tomé la pizarra junto a un plumón y me subí al auto.

Todo el viaje se trató de mi "nuevo amigo" diciéndome cómo comportarme cerca de sus amigos, pero honestamente esto parecía más que se lo decía a sí mismo.

-Y recuerda que mañana haré una fiesta, así que no me lo arruines -advirtió.

En tanto entramos a la institución noté un chico colgando carteles de un niño desaparecido, por lo que antes que se me escapara, tomé al chico que me trajo y le señalé el dichoso cartel.

-Bien, tenías razón, hablamos en casa -me dejó para alcanzar a una chica que veía su casillero.

Hormonas.

Toqué el hombro del que ponía carteles para averiguar todo lo que pudiera del desaparecido. Pero este pareció espantarse con mi tacto.

-¿Qué quieres? -preguntó molesto.

-¿Es un familiar? -pregunté.

-Mi hermano -respondió cortante -¿Lo viste?

-No, pero quiero ayudarte a encontrarlo -mostré.

-¿Por qué? -cuestionó desconfiado.

-Sé lo que se siente, hace más de 5 años que no veo a mi hermana menor -eso pareció suavizarlo.

-¿Y cómo planeas buscarlo? -preguntó poco amable.

-¿Tu hermano le temía a la oscuridad? -asintió -¿Dónde se perdió?

-En el bosque, anoche -mencionó.

-¿Ves al sujeto de ahí? -le señalé a Steve.

-Harrington, ¿Cuál es tu punto? -parecía algo fastidiado.

Creado Para EstoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora