Capítulo 3

426 50 0
                                    

No había visto a Steve más allá de las clases, pero se sentaba al otro lado de la sala.

Al final mañana le encargarán a alguien llevarme a la clase que "me corresponde".

Sonó el, que creo, es el último timbre, ya que todos tomaron sus mochilas.

-Ven -me agarró del brazo el chico de más temprano -tengo un grupo en el que jugamos calabozos y dragones, ya empezamos una partida, pero como hablas con el Master, puedo resumir cómo van todos, luego podemos hacer tu personaje, creo que un elfo-monje te iría  bien.

No tenía la menor idea de lo que decía, pero sonaba emocionado.

¿Qué es un elfo?

Me llevó a un sótano decorado de cosas que nunca había visto en mi vida.

-Bien, en esta misión "Lord de las tinieblas" terminó en prisión por no saber el idioma del lugar, "Príncipe de los elfos" está atrapado por gárgolas aquí -señaló un lugar del trozo de cartón -y "Demonio del oeste" está por quedar atrapado en el Valle de las sombras...

Seguía hablando, pero no podía seguir la conversación, por lo que solo le sonreía.

Después de unos minutos llegaron otros chicos a los que saludé con la mano.

Ellos jugaron, se veía muy entretenido y se notaba la pasión que le ponían, creo que nunca había visto a alguien disfrutar algo así.

Todos estaban felices los lunes de postre, pero una jalea de frutas nunca consiguió es reacción.

Realmente me dieron ganas de aprender a jugar y poder estar tan feliz como ellos...

Declararon el final de este día y acordaron encontrarse mañana, pero el chico que me trajo parecía preocupado.

-¿Qué sucede? -escribí en un papel cercano.

-Me dí cuenta de un error en la continuidad del juego, tengo mucho que mejorar -señaló algo en sus notas para volver a escribir.

-Si tienes que crear algo... Un conocido me dijo que despejar la mente caminando servía -le mostré.

-Gracias, pero ahora necesito leer otra vez las costumbres del lugar -me rodeó con sus brazos.

Se sentía cálido y cómodo.

-¿Qué fue eso? -escribí rápidamente con una sonrisa.

-¿El abrazo? -se puso nervioso -no sé, así he visto que la gente agradece...

¿Abrazo?

Lo rodeé con mis brazos fuertemente, pero después de soltarlo parecía algo aturdido. Pero saltó en tanto alguien tocó la puerta del lugar.

-Eddie, sé que Siete está aquí, necesito que vaya a casa -escuché la voz de Steve.

-No sé de quién me hablas Harrington -dijo el chico molesto.

-Hola Steve -aparecí detrás del de pelo largo con un cartel.

-¿No sabías? -pasó por el lado para agarrar mi muñeca y sacarme.

-¡Nos vemos mañana! -le escribí rápidamente mientras ellos hablaban.

-Nos vemos -me sonrió para darle una mueca al que estaba a mi lado.

Nos alejamos, pero Steve aún se notaba molesto.

-¿Qué hacías con él? Me preocupaste -dejó molesto -¿Y si algo te pasaba?

¿Cómo le explico que tengo entrenamiento militar?

-Todo estaba bien, me mostró un juego de Calabozos y Dragones -comenté.

-De acuerdo, pero a la otra quiero que me avises -pidió para luego suspirar -los chicos... Confirmaron lo que dijiste... Que se burlaron de Nancy...

-Te lo dije -le escribir en grande.

-Gracias -me sacudió el pelo -¿Pero qué les hiciste? Cuando dije tu nombre temblaron y se ocultaron.

-Nada grave, son llorones -sonreí a lo que él río.

Iba a decirme algo, pero un sonido me llamó la atención, por lo que le hice agacharse para que nos tapara el auto.

Él se asomó a ver justo cuando la criatura caminaba hacia un basurero, iba a gritar, pero justo le tapé la boca.

Bien, no es uno de esos monstruos que se reproducen solos o rápido. Debe haber solo uno que llevarse.

Mientras aún masticaba lo que se encontraba ahí se devolvió al bosque.

Aproveché a recoger un poco de baba, una muestra no haría daño.

Nos subimos rápidamente al auto y Steve se puso a manejar, aunque parecía descompensado...

-¡¿Esa cosa se llevó al niño Bayers?! -hice la señal más popular para más o menos.

El niño probablemente escapaba de esa cosa, no se lo llevó.

-¡Dios! -se tiró hacia atrás -¡¿Eso ha estado todo el tiempo en el bosque?!

Negué, era muy improbable que solo haya desaparecido un niño con esa cosa suelta.

-Voy a cancelar la fiesta -temblaba del miedo a lo que yo negué.

Aproveché el semáforo para mostrarle lo que escribí.

-No la canceles, en la casa te cuento.

No dijo ni una palabra a lo largo del viaje, pero sus nervios se delataban solos.

Al llegar corrió arrastrándome a la casa lo más rápido que podía y dejándose caer en la puerta.

Estaba llorando. No soy bueno consolando a las personas, o eso creo, nunca lo he hecho...

Le dí eso que Eddie llamó "abrazo" y escribí en la libreta "todo va a salir bien".

El apretó el agarre y lloro mucho más. Creo que ya metí la pata.

Estuvo ahí bastante tiempo, tiempo en el que no tenía idea qué lo podría ayudar más allá de seguir ahí.

Por primera vez tenía miedo de no saber qué hacer. Con papá era todo muy sistemático, incluso fuera de casa solo debía llegar, conseguir información e irme.

¡Estuve 3 años en una dimensión completamente solo maldita sea!

Las interacciones sociales van a ser un problema, pero al menos puedo ir a alguna biblioteca a tratar de entender algo de este comportamiento.

-Muchas gracias -se limpiaba la cara -te conozco desde ayer, pero ya has hecho mucho más de lo que han hecho por mí.

No sabía qué responder, ni si quería una respuesta.

-Ese monstruo alejó al niño Bayers, ¿Verdad? -asentí.

-Lo persiguió hasta que cruzó un portal a la dimensión de la que viene esa cosa -escribí -o eso creo...

-Bueno -se río -lo que yo sé, es que no quiero a esa cosa caminando por mi patio.

-Mañana me juntaré con su hermano para discutir sobre las actitudes de su hermano, eso ayuda mucho para predecir su comportamiento -señalé.

-Vamos a dormir entonces -caminó hacia los cuartos -mañana mataremos a esa cosa.

Creado Para EstoWhere stories live. Discover now