Capítulo 44

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Al llegar a la casa abrí la puerta de golpe sin tocar. Necesitaba saber lo que le había pasado a Once para llorar así.

Quería ser su hermano, aunque solo pueda esta vez.

Con algo de suerte, lo de apartarme de su vida no habrá sido idea suya, sino de Hopper.

Dos segundos después estaba en la puerta de la habitación de mi hermanita tocando para que me abriera.

-¿Qué demonios haces aquí? -escuché al policía y el sonido de un arma lista para disparar con mis oídos aún algo tapados por la baba.

Me dí vuelta y ahí estaban los dos "padres" de Once.

El rifle me apuntaba directo a la frente, tuve que reprimir el gruñirle.

-Once va a llorar -advertí -quiero saber qué le pasó.

-Que la asustas, demonio -afirmó cuando su pareja le tradujo -te lo advertí, al suelo y te voy a llevar al laboratorio al que perteneces.

Ví la puerta abrirse mostrando a Once, Will y Jonathan.

Ella se veía muy impresionada.

-¡No le hagas nada! -gritó desde la puerta.

-¡Jonathan! -dió la orden el del arma para que este cerrara la puerta dejando afuera a los niños, cosa que mi hermanita no dejo.

-¡¿Por qué lo odias tanto?! -les gritó tratando de colgarse de su brazo para quitar la mira de mi cabeza.

-¡Te va a lastimar! -declaró mientras mantenía su mirada fija en mí -¡Te dije que al suelo!

No iba a hacer caso. No podía mostrar debilidad ante ella si quería demostrar que soy digno de protegerla.

-¡Ahora! -gritó disparando a la pared al lado de mi cabeza, a lo que ni parpadeé.

Once trató de ponerse delante mío mientras le pedía que no lo hiciera, pero la sacó a la fuerza la señora Bayers.

-Si piensa que desear cuidar y formar parte de la vida de mi hermana es un delito -señalé suspirando listo para lo que sea -soy un criminal.

-Eres peor que eso -se preparó para disparar -eres una bestia que solo la matará.

-¡Siete! -se escuchó por la ventana cuando disparó haciendo que ambos miraramos de donde venía el sonido terminando la bala en mi hombro.

¡Eddie!

Estaba afuera tratando de ser detenido por Jonathan cuando ví un auto estacionar bruscamente.

-Maldición -susurró entre dientes.

¿Qué pasa? ¿Con público no te atreves?

Él me golpeó el hombro sangrante y yo le enterré las garras en el brazo causando heridas.

Me volvió a apuntar, pero puse mi mano en la boquilla antes que disparara terminando solo con un agujero en la mano.

-Largo a menos que quieras terminar como un colador -advirtió apretando los dientes.

No voy a retroceder, si hace esto es porque al igual que Uno y mi padre, me tiene miedo.

-No -no salió sonido de mi boca, pero sí entendió lo que querían decir mis labios.

Tampoco lo iba a atacar más allá de defenderme, solo le demostraría que tiene razón.

Su cuerpo entero se detuvo cuando ví a Once siendo perseguida por la señora Bayers apuntando con su mano al policía.

-¡Largo! -me gritó mi hermana -¡No vuelvas nunca más! -parecía decidida -¡No eres mi hermano!

Así que realmente no me quiere en su vida...

¿He sido tan egoísta como para no verlo?

-Vete, no quiero que estés en mi casa -afirmó, a lo que yo la miré con pena -empeoras todo.

Si ella realmente no me quiere en su vida ni para tratar de apoyarla y acompañarla, entonces tendré que respetar su decisión.

Por mucho que me duela el pecho.

Realmente creí que todo esto había sido por culpa del policía. Cuando realmente era yo el problema.

Me fuí caminando tratando de no mirar atrás.

Afuera la cara de espanto de mis amigos y novio se hizo presente.

-Dios, realmente lo odia -escuché a Wilbur antes de ser golpeado por el codo de Steve.

Mis heridas ya se estaban sanando y dejé caer las dos balas que penetraron mi cuerpo.

Los brazos cálidos de mi novio me abrazaron, a lo que yo correspondí.

-Traté de advertirte -me acariciaba la cabeza.

-No tenemos nada que hacer aquí -se acercó mi mejor amigo -vamos a casa y nos cuentas qué es lo que está pasando.

Asentí aún con la cabeza enterrada en el cuello de Eddie.

No quería separarme de él.

Su presencia, su aroma, su voz. Todo su ser me ayudaba a estar tranquilo a pesar de querer derrumbarme a pedazos.

Ya en casa me quedé en el sillón arriba de el chico más lindo y dulce del mundo mientras Steve me hacía curaciones.

-Entonces ¿Tu hermano hizo el portal original? -preguntó Dustin.

Negué.

-Hubo una pelea entre él y Once -Wilbur iba a ser mi interprete -Uno acabó en el "otro lado" y Once a este, pero me dijeron que ambos estaban allá, por lo que yo entré al portal.

-¿Once abrió el portal? -cuestionó la peliroja a lo que yo asentí.

-No estoy seguro, pero recientemente descubrió el "intermedio" -me quedaron mirando -le será más fácil llegar a través de él y es quien controla a los monstruos.

Hubo un silencio largo después de que el inglés tradujera lo que quería decir.

-¿Él controla...? -cuestionó aún sorprendida Max.

-¡Es el jefe final! -gritó el de rulos.

-Henderson, te voy a llevar con tu mamá si insistes que es como un juego -lo miró molesto Steve -¿Cómo lo hace?

Elevé los hombros para mostrar que no tenía idea.

Mientras ellos hablaban al respecto, yo seguía acurrucado con Eddie. Incluso sin notarlo lo había enrollado con la cola.

Al final terminé por dormirme. El esfuerzo físico, el cansancio desde hace días y mi necesidad por recuperarme pasaron la cuenta.

Aunque sin él conmigo no podría haber dormido igualmente.

Me despertó Steve para que me fuera a bañar cuando los demás se fueron.

Yo no podía estar más feliz por dormir al lado de mi chico favorito. Ya mañana me explicarían lo que conversaron.

Si Uno abre el paso a los monstruos, no habrá quién lo detenga pero se puede tardar muchísimo en hacerlo y podríamos terminar ayudándolo sin querer.

Creado Para EstoWhere stories live. Discover now