Capítulo 42 M.E

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Estaba cansado, horas y horas de ejercicio me mataban y con lo débil que estaba eran peores.

Ni siquiera paraba a comer, debía consumir lo que sea que quisiera mientras hacía ejercicio. Pero debía tener la vista en el objetivo.

Cuando esto termine liberaré a Once de una vez por todas y dejaré de ser una carga para mis amigos y Eddie.

Lo extraño, pero el querer un beso de él es egoísta considerando que me terminaré quedando aquí hasta el día de mi muerte.

Me encanta pasar mis manos por ese sedoso cabello y ver esa linda sonrisa y que me hable de cómo sus nuevas campañas le emocionan y...

-¡Presta atención! -me gritó mi odioso hermano mayor -en ese lugar cualquier cosa es inesperada y la fuerza de voluntad es la mayor fortaleza. Mantén la mente enfocada.

Lo miré molesto después de terminar las 1500 lagartijas que me obligaba a hacer antes de iniciar todo otra vez sumando 500 de cada cosa y 5 kilómetros de trote.

Van cuatro reinicios y mi masa muscular estaba volviendo bien. Aunque mi cuerpo estaba hecho para eso.

Necesitaba dormir, no había casi pegado el ojo desde que llegué y con todo el ejercicio ya estaba siendo necesario.

Bostecé. Hace años que me obligaba a hacerlo con la boca cerrada, pero precisaba del oxígeno extra.

-¿Tratas de asustar a alguien mostrando esos dientes? -dijo Uno sarcástico -por poco lo tomo como un intento de amenaza.

Lo miré mal y seguí con lo mío esperando hoy poder dormir más de dos horas.

Quiero enterrar mi cara en el cuello de mi novio...

Quiero comer pizza con Steve y jugar a las carreras con Billy.

Quiero ver a Once aunque ella no a mí y poder compartir con los niños que tienen su manera de sorprenderse ante cosas que los demás solo aceptan.

¿Podría haber conseguido eso si no fuera una bestia?

-Vamos animal de cuarta -me trató de empujar -tal tuve que cambiar mis planes por nuestra estúpida hermana, no quiero retrasos.

Corté uno de los tentáculos del idiota con mis garras y sosteniendo otro le miré de muerte.

-Once no es estúpida, es mucho más inteligente y capaz que tú -señalé molesto -intento de psíquico resentido.

-Oh, ahora sí hablas -se rió -te recuerdo que ella te odia.

-Igualmente -me mostré seguro.

-Te voy a matar la próxima vez que me desobedezcas -aclaró.

-Me cansé de escucharte -me puse en frente de él -dices y dices de que me matarás, pero no puedes -estaba cansado -no tienes las habilidades de matarme o lo hubieras hecho hace mucho.

-Tal vez el cerebro que tienes es de ave y no de gato -sonrió sarcástico -eso es obvio. Pero jamás te detuvo de temerle a papá, por mucho que él te tuviera miedo a tí.

¿Tenerme miedo a mí?

-Me voy a dormir -declaré caminando hasta mi lugar de descanso temporal.

¿Tan atemorizante soy que alguien como él me temía?

Iba a subir las escaleras rodeadas de raíces cuando el brillo saliendo por debajo de la puerta del sótano me llamó la atención.

Era hipnotizante, pero debía dormir si mañana quería sumergirme ahí.

[Presto cambio]

Han sido días sin noticias de él y los nervios me consumían.

-¿Y si volvemos a intentar con las brújulas? -pregunté por tercera vez en 15 minutos.

-Todas apuntan al norte magnético real -aclaró el de rulos mirando el mapa -es como si todo rastro del portal que se lo llevó hubiera desaparecido.

-¿No hay otra forma cerebrito? -preguntó Billy.

-Nada tan efectivo como las brújulas -respondió -pero podríamos mantener vigiladas las líneas ley del pueblo.

-¿Líneas ley? -llamó mi atención -¿Como en los juegos?

-¿De qué están hablando? -cuestionó la peliroja.

-Son las líneas por las que, se supone, pasa la energía del planeta -resumí.

-Es lo único que se me ocurre -avisó Dustin.

-No perdemos nada al intentarlo -apoyó Steve -pero tendrá que ser mañana, es muy tarde.

-¿De qué estás hablando? -cuestioné -por fin tenemos algo ¿Y quieres dejarlo para mañana?

-Han sido semanas muy difíciles -afirmó -ninguno ha descansado bien y lo mejor será estar con toda la energía y atención para cuando vayamos revisando las líneas no perdernos de nada.

-Pero Siete... -me iba a quejar.

-Ya vivió allí años -afirmó -está comiendo y conoce el lugar mejor que nadie. No seremos de ayuda si no nos podemos mantener en pie del sueño por no descansar adecuadamente.

-¿Y si vuelve a no comer? -tenía tanto miedo de que muriera y yo no haber podido hacer nada al respecto.

-Habrá que confiar en él -me dió unas palmadas en la espalda -también es difícil para mí. Pero nuestra ventana de ayudar no es ahora. Hay que esperar nuestra señal...

Se quedó unos minutos mirando la nada, lo que me llamó la atención.

-¡Nuestra señal! -gritó sacudiendo mis hombros -¡La señal!

-¿Ya se volvió loco? -sé burló Billy.

-La señora Bayers -este nombre me causa repudio total -usó luces de navidad desconectadas para hablar con Will mientras estaba en el otro lado. Podemos usar lo mismo con Siete.

-Eso es una buena idea Harrington -confirmó el más alto -¿Qué necesitas?

-Luces navideñas y pintura negra -enlistó.

-¿No sería muy tardado que nos vaya deletreando todo lo que quiera decir? -preguntó la peliroja.

-Podriamos juntar muchos de esos focos en una tabla para que escriba lo que quiere decir -comentó el de gorra -pero los focos deben ser pequeños.

-Bien, mañana vamos a ir a la tienda a buscar todo lo que necesitemos -declaró el dueño de casa.

Ya en casa Wilbur me estaba esperando para cenar, sus padres saldrían hoy tarde de trabajar.

-¿Cómo va tu novio? -preguntó -¿Se ha podido recuperar?

-Sí, pero está perdido -confesé.

-¿Perdido? -parecía preocupado. También es su amigo después de todo.

-Alguien se lo llevó en contra de su voluntad y lo estamos buscando -me quedé mirando la comida.

-¡¿Lo secuestraron?! -se paró -¿Hablaron con la policía de eso?

-El jefe de policía lo odia porque es hermano de su hija adoptiva -mencioné -no va a hacer nada.

-Voy a ayudar -se notaba firme -entre más personas mejor y ese chico suele terminar lastimado.

Eso encendió más alarmas de preocupación en mí, lo que mi mejor amigo notó.

-No quise preocuparte más -justificó -solo no pienso lo que digo.

-Está bien -dije para que se calmara -gracias por ayudar.

-No es nada, él también es mi amigo -aseguró -de hecho, te iba a reclamar por no decirme antes.

Creado Para EstoWhere stories live. Discover now