Capítulo 41 M.E

118 22 6
                                    

-Piénsalo -pidió -"arriba", "abajo", "este lado", "el otro lado" ¿De qué? ¿Qué inicia una dimensión y termina la otra?

-Entonces en este "intermedio", hay un espacio por el que se puede ir a ambas dimensiones usando menos energía -afirmé.

-Sabía que eras el más listo que pudo haber salido  de esos animales -comentó, cosa que ignoré -el problema es que ninguna criatura de esta  o la otra dimensión está hecha para entrar en ese espacio. Claro que las criaturas naturales.

-Y quieres que nuestro padre me vea en algún muro usando esa dimensión para que trate de venir y tú matarlo -resumí -me da igual lo que hagas, yo solo quiero volver a casa.

-¿Casa? -cuestionó riendo -tú y yo sabemos que nunca tendrás un lugar al que volver. Pero si haces este trabajo para mí, aquel al que llamas "padre" no podrá volver a molestar a Once.

Me quedé mirándolo. Él ya sabía porqué no podría funcionar ese trato.

-No te tienes que preocupar por tu noviecito -me molestó -él ya te olvidó. Incluso se fué a ver a esos que tanto te despreciaron por el monstruo que eres.

Me negaba a creer eso.

-Tus otros dos amiguitos también están ahí -señaló a la casa de los Bayers con su mano.

Entré, no tenía nada que perder, porque no harían algo así. Solo vería su cara de presumido siendo aplastada.

-Tienes razón -escuché la voz de Eddie -con sus garras, colmillos y orejas no es como nosotros...

-No olvides sus ojos, nariz  y cola -me sentía un poco más inseguro escuchando  a Steve -con esas cosas podría matar lo que sea que se le pone enfrente.

-El niño gato se las puede arreglar solo -comentó Billy -¿No vivió años ahí?

Entonces realmente me van a dejar...

Salí con el ánimo por los suelos y la cola entre las piernas.

-Se nota que tú fortaleza es lo físico y no lo mental -se jactó -era tan evidente que eso pasaría...

-Cállate -ordené frustrado -igualmente no puedo aceptar, le echarían la culpa a Once y la pondría en riesgo.

-Ya lo sé idiota -se burló -pero ahí entra lo increíble del "intermedio" -sonrió dándome mala espina. En esta dimensión todo se reinicia hasta el último punto de contacto, y si se puede ir hacia atrás todos los días...

-Se puede viajar hacia delante -me quedé pensando -ir contra la corriente.

-Eso es más literal de lo que crees -me agarró y llevó hasta una casa que parecía embrujada.

Abrió la puerta del sótano mostrando un líquido brillante en lugar del piso. Por alguna razón sentía cosquillas por toda mi piel, ganas de lanzarme ahí y sumergirme en lo que sea que sea eso.

-Ahí lo tienes, el "intermedio" -me asomé asombrado por lo brillante y colorido -pero antes de entrar ahí -cerró la puerta en mi cara -necesito que vuelvas a ser el soldado que fuiste. Ninguna criatura te va a atacar durante tus entrenamientos.

Suspiré. Eso significaba entrenar todo el día, todos los días por la siguiente semana.

Tomé una de las barritas que me hizo Steve y me puse a trotar mientras comía.

[Presto cambio]

-Por mucho que tratemos de autoconvencernos de que estará bien hasta que lleguemos por él, tenemos que sacarlo de ahí rápido -afirmé preocupado entrando a hablar con los dos adultos de la casa acompañando de Steve.

-¿Y por qué no van ustedes? -cuestionó el policía cuando le explicamos la situación.

No iban a dejarnos hablar con Once hasta que ellos dos lo aprueben.

-Porque necesitamos alguien que pueda abrir y cerrar portales -respondió obvio mi amigo.

-Ella nunca ha abierto uno, y el último que cerró hizo que le sangrara la nariz y casi se desmaya -quiero golpearlo.

-¡Pero es la única que siente esas cosas! -reclamé -por último que nos ayude a buscar por si otro portal está abierto y podemos pasar.

-Es un portal niño, puedes encontrarlo con una brújula como lo hicieron los niños -dijo simple -no voy a arriesgar su paz y salud para rescatar a alguien que no lo necesita y puede vivir allá si quiere.

-¡¿Su hijo no lo necesitaba?! -estaba furioso apuntando a la señora Bayers -recuerdo que Siete se metió en ese lugar y lo sacó cuando pudo haber dejado que se muriera ahí.

-Para algo tenía que servir -se notaba tensa.

-¡¿Ahora dice eso?! -estaba indignado -¡¿Después de que lo utilizó como quiso lo va a desechar?! Es un persona.

-Es un animal salvaje -"corrigió" ella -es más seguro para todos si se queda allá. Así Once puede caminar libremente en la calle, sin miedo.

-¡¿Miedo de qué?! -cuestioné -él ni siquiera ha intentado acercarse porque los respeta a ustedes por muy hijos de...

-¡Mejor! -interrumpió Hopper -porque así sé que no va a hacer nada por lo que le tenga que meter una bala en la cabeza.

Ahora sí me lancé para golpearlo, pero me detuvo Steve poniéndome en su hombro.

-Supongo que no los haremos cambiar de opinión -suspiró y me cargó hasta afuera donde se nos unió Billy que conversaba con su hermana.

-La pulga y el de la gorra nos van a ayudar -avisó el mayor -no entiendo porqué no me dejaste partirle la cara a ese policía.

-A mí también me detuvo -me quejé mientras me dejaban en el suelo.

-¡Eso es! -chocamos los cinco y subimos al auto.

-Porque no queremos que el sheriff tenga razones reales como para tener antecedentes penales. ¿Verdad? -suspiró -por ahora hay que tomar un mapa y ponernos a trazar los portales o no sé qué cosa que hizo Siete...

Se durmió. Nadie lo culpa han sido semanas complicadas para todos. Pero sobretodo para él. Verlo todo el día sabiendo que podía morir en cualquier minuto para que cuando comience a comer lo secuestre una criatura de ese mundo extraño...

Extraño a mi novio. Y realmente hecho de menos el verlo sonreír, estar saludable, tomarme de la mano para calmarme hacerme sentir seguro...

Lo quiero de vuelta y no me importa enfrentar al mismísimo demonio del Inframundo para poder volver a verlo sonreír.

Por favor cuídate.

¡Hola!

Espero que se encuentren lo mejor posible y les hayan gustado estos tres capítulos.

¡Nos leemos luego!

Creado Para EstoWhere stories live. Discover now