Capítulo 29

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El curso de verano transcurrió con sólo dos incidentes importantes, ninguno de los cuales puso a Harry en peligro de muerte.

El primero fue que Harry consiguió un nuevo aliado. Harry no había sido el único en irse a casa de vacaciones. Hermione había recordado el comentario de Theo sobre lo difícil que era conseguir datos en el mundo mágico, así que había recurrido al mundo muggle para averiguar si Tom tenía razón en cuanto a que los nacidos de muggles estaban emparentados con squibs de antiguas líneas mágicas. Había empezado por el lado de su padre, ya que era el más fácil de rastrear con el nombre, y no había tardado mucho en llegar a un bloqueo. Parecía como si la línea hubiera surgido de la nada. A su tatarabuelo, Dagworth Granger, lo habían llevado en una cesta a un orfanato cuando era muy pequeño y no recordaba nada más que su nombre.

Había conseguido encontrar un artículo sobre él en el periódico local de doce años después de su llegada. Al parecer, el orfanato había supuesto que el niño tenía unos seis años en aquel momento y habían pensado que debía de tener problemas mentales, aunque esa no era la frase que utilizaba el periódico, razón por la cual los padres del niño lo habían abandonado. Sin embargo, no había sido así, y Dagworth se había dedicado rápidamente a sus estudios, consiguiendo finalmente una beca para Cambridge, donde, según supo Hermione por otra fuente, obtuvo más tarde un 1er puesto en Química y, al parecer, se había dedicado a pregonar los diversos beneficios de la medicina herbal, utilizando incluso sus nuevos conocimientos para demostrar científicamente algunos de sus beneficios.

Hermione estaba intrigada y había ido a Flourish y Blotts para ver qué podía encontrar en el mundo mágico. Al parecer, una de las ventajas de que las familias de magos estuvieran tan orgullosas de sí mismas era que la mayoría había publicado historias que documentaban a todos los miembros de su linaje. La mayoría de los libros estaban mal escritos y eran más áridos que el Sáhara, por lo que Hermione no había pasado mucho tiempo en esa sección antes, ya que no le interesaba leer sobre algún mago que se creía importante sólo por su nombre. Sin embargo, ahora le resultaba muy útil, ya que había tardado muy poco en encontrar el libro sobre los Dagworth-Granger, cuyo principal reclamo para la fama había sido Héctor Dagworth-Granger, fundador de la Extraordinaria Sociedad de Pocionistas.

Al parecer, Hector Dagworth-Granger había tenido tres hijos, todos los cuales, por desgracia, fallecieron a una edad temprana. Habían muerto dos niñas, de cinco y ocho años, una por comer unas setas venenosas que habían crecido en el jardín y otra que, al parecer, había caído en una trampa del diablo. También había un hijo llamado Horacio, que al parecer se había ahogado en un estanque a los seis años. A Hermione le pareció demasiada coincidencia, sobre todo porque la muerte de Horacio Dagworth-Granger y la aparición de Dagworth Granger en el orfanato ocurrieron el mismo año y parecían coincidir en el tiempo.

Queriendo ver si podía encontrar más respuestas, había hecho lo que solía hacer y había consultado a Dumbledore, la máxima autoridad en la materia, o eso creía ella. Al principio, el director se había limitado a desechar sus sospechas, diciendo que probablemente había muchos Granger en el mundo y que se producían muchas muertes por esas fechas. Sin embargo, Hermione había insistido, pensando que tenía razón, y había preguntado si había alguna forma de poner a prueba su teoría. Dumbledore pareció enfadarse y advirtió a Hermione de que no siguiera investigando, no fuera que se quedara sin padrino y sin posibilidad de hacerse un nombre en la sociedad de magos, independientemente de las notas que sacara. También le advirtió que no hablara con nadie de los antepasados que había encontrado o podría encontrarse en la misma situación.

Al parecer, había hablado con Ron sobre el tema a grandes rasgos, mencionando que había visto muchas muertes de niños registradas en las familias a lo largo de los años. Al parecer, Ron le había confiado que, en esencia, era un secreto a voces, que la mayoría de las muertes habrían procedido en realidad de niños que no habían superado la prueba mágica. Hermione se había horrorizado al darse cuenta de lo común que era que algunas familias de magos pusieran a prueba la fuerza de sus hijos poniéndolos en situaciones que ponían en peligro su vida y viendo si eran capaces de salvarse.

THE PRICE OF FREEDOMWhere stories live. Discover now