Capítulo 44

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Severus no había tardado mucho en decidir lo que haría con respecto a Harry. El pequeño discurso de Harry acerca de vivir con Severus aunque no pudieran casarse fue lo suficientemente impactante como para que él considerara seriamente hacer la pregunta por sí solo, pero la ausencia de la presencia de Harry había sido lo que realmente lo decidió al final. El curso anterior se había convencido a sí mismo de que lo que hacía era lo mejor y se había engañado pensando que podría arreglárselas sin el chico. El hecho era, sin embargo, que desde que había sido en los términos de Severus, no en los de Harry, los chicos todavía habían tenido una pequeña presencia en su vida, quedándose después de clase para hablar o lanzando sonrisas a Severus a través del Gran Comedor. No había pensado en ello en ese momento, pero eso, junto con la pulsera de Harry, la que le había hecho la Navidad anterior, había sido suficiente para sostenerlo durante esos pocos meses. Ahora, sin embargo, la separación se producía en los términos de Harry y era como si el chico se hubiera transformado de un cachorro ansioso que le pisaba los talones a un casi extraño que le dedicaba el más mínimo reconocimiento cuando se cruzaban en el pasillo. Había sido una muestra de cómo sería realmente la vida sin Harry y Severus no había pasado ni dos semanas antes de derrumbarse mentalmente y tomar la decisión de pedirle a Harry que se casara con él.

Desgraciadamente, las cosas no eran tan sencillas, Harry aún era menor de edad, así que todavía tenía que esperar a que el chico cumpliera años para poder hacer las cosas oficiales y, de todos modos, había muchas cosas que hacer mientras tanto. Harry entraría en su quinto año en septiembre y, por el momento, eso significaría que Severus le daría clases, algo que sería mal visto por muchos. Afortunadamente, había una solución sencilla para ese problema Severus podía dimitir, una idea que sin duda tenía mérito, sobre todo porque para entonces tendría su herencia, así como su título, por lo que podría estudiar la posibilidad de publicar su propia obra, además de trabajar en algunas pociones nuevas. Sin embargo, se negaba a dejar a Tom en la estacada, sobre todo teniendo en cuenta el apoyo que el hombre les había brindado a Harry y a él a lo largo de los años, lo que significaba avisarle de su decisión y ayudarle a encontrar y formar a un sustituto. Bueno, a encontrar y formar a un nuevo ayudante de pociones, ya que ambos coincidieron rápidamente en que Lobosca había demostrado con creces su valía en los dos últimos años como directora.

También había otras cosas que resolver. Lucius quería avanzar en serio con sus planes de traer actividades recreativas muggles al mundo mágico y, después de haber tenido problemas para decidir por cuál empezar, había optado por hacerlas todas y convertir la playa de la familia Prince en un verdadero centro vacacional. Era un proyecto muy ambicioso, sin duda, pero Lucius nunca había entendido bien la palabra sutil. Por supuesto, había necesitado la aprobación de Severus para hacerlo, ya que conservaba los derechos sobre el terreno. También significaba que obtendría unos ingresos considerables por el alquiler de las distintas propiedades, lo cual también era un alivio. Puede que tuviera un título y un poco de riqueza por derecho propio, pero la riqueza del apellido Prince no era nada comparada con la de los Potter, o al menos no lo había sido, así que era tranquilizador saber que al menos podría acallar a cualquier relincho que dijera que se casaba con Harry por su dinero.

También había otra razón para apresurar las reformas de la primera línea de playa. Al parecer, Sirius había estado hablando mucho de las fiestas de cumpleaños de Harry, incluida la de la playa. Al parecer, Charlie se había quedado intrigado y la pareja había acabado visitando algunos balnearios muggles y, en una de esas visitas, habían visto a una pareja casándose en un muelle. Al parecer, había sido precioso y la pareja había decidido entonces que querían una boda junto al mar, ya que a ambos les gustaba mucho estar al aire libre. Desgraciadamente, la lista de invitados era grande por ambas partes, ya que entre la familia Weasley y los numerosos sangre pura que Narcissa insistía en que debían ser invitados por diversas razones, intentar casarse en el mundo muggle no era realmente una opción. Tampoco ayudaba el hecho de que Lucius viera la boda como la ocasión perfecta para poner en marcha la empresa, lo que significaba que Severus estaba ridículamente ocupado durante todas las vacaciones de Pascua intentando arreglar las cosas, incluso con la ayuda de la magia.

THE PRICE OF FREEDOMWhere stories live. Discover now