Capitulo 11.

45 5 0
                                    

Mi vecino es...

Briana. 

La pijamada entre Celia, Adam, Steven y yo resulto en ir al bar a hurtadillas y robar tres botellas de alcohol.

Estando ebrios a los cuatro se nos hizo fácil hacer karaoke hasta que Steven se rio hasta quedar acostado en el suelo, de ahí no se levanto. 

Le pintamos un bigote rojo con pintalabios a Steven. La mañana siguiente todos teníamos resaca. Steven, Celia y yo teníamos un bigote del cual mi padre se rio sin parar. 

Hace un día mi padre me acompaño a ver y revisar el departamento. Después de verlo salimos a un paseo padre e hija que hace mucho no hacíamos pasando por comida rápida que mama nunca nos permitía comer y comiendo dentro del auto, cosa que a mama tampoco le encanta.

Mi padre me llevo a una tienda de artículos del hogar y compro bastantes cosas como regalo, la idea de vivir sola me gusta pero a la vez me asusta.

Hoy me entregan el departamento y eso me puso bastante ansiosa que no dormí en toda la noche. 

Cecil me pidió salir de mi habitación para empezar a empacar todas mis cosas y decidí dar un paseo por la mansión que por diecinueve años me acogió.

Paseo por el gimnasio por ultimo recordando todos los momentos que pase aquí con mi hermano y con el imbécil de Saul cuando todavía no sospechaba nada,  mis padres aun preguntan por el y no he tenido los cojones de decir absolutamente nada.

Últimamente recurría mucho a mis dedos imaginando que eran de alguien mas, el cual probablemente esta a miles de kilómetros de aquí, malditas hormonas. Realmente necesito saciar las ganas de estar encima de el y llena de el.

-Señorita Briana su cuarto esta despejado, le dejamos un conjunto para hoy- me informa Cecil.

-Gracias Cecil, en un momento voy-

Me encamino a mi habitación sintiendo una presión en el pecho por dejar la mansión que tantos recuerdos tiene para mi, al entrar a mi habitación se veía tan vacía y tan simple que no parecía que hubiera sido mi habitación, esta sin mi esencia. La cama de un color blanco y rosados simple, el closet vacío y nada en las cajoneras ni baño. El conjunto de ropa era lo único que quedaba de mi en esa habitación.

Paso un tiempo para que me arreglara y viera a mi familia para desayunar juntos, mi padre me notifico que las cosas llegarían hoy y que todos incluyendo a mis amigos podían ayudarnos a acomodar todo.

-Ustedes vayan en el auto de Bri- nos señalo con el dedo mama a mi hermano y a mi.

-Esta bien pero no aceleres Briana- me advirtió mi hermano pasando por un lado.

-Esta bien, don aburrido- 

-Los vemos allá- papa asintió levemente con la cabeza.

Abro las puertas del deportivo negro nuevo que fue el regalo de mama por independizarme. Mi hermano entra sin despegarse de su celular, hago lo de siempre al subirme al auto que es poner música y manejo con calma hasta que pierdo de vista a papa. 

-Ahora si, acelera- mi hermano suelta el celular.

Nuestros padres no nos dejaban acelerar por precaución así que siempre que los perdíamos de vista acelerábamos disfrutando el aire y la adrenalina. Tomo la palabra de mi hermano acelerando y cantando una de las canciones de mi playlist.

Cuando llegamos al inicio de todos los edificios y empresas desacelero y poco después aparco en uno de los espacios destinados para mi apartamento.

-Bri jamás me cansare de como manejas, te amo hermanita-su comentario me hizo sonreír.

Devoto.(+21)Where stories live. Discover now