Capitulo 33.

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Un viaje a Rusia, el pais del frio.

Briana.

Llevo mas de una semana en la casa de Adrien, en unos días emprendemos viaje a Rusia para probar los prototipos y estoy nerviosa. 

Todo me tiene nerviosa, también la cata de vinos donde iré de la mano de Nate a quien no he visto ni escuchado desde aquel día.

Adrien y Seth desaparecen a primera hora de la mañana, lo veo en la fabrica estresado, cansado y hastiado de todo reclamándole a Daniel por todo. Llega a la casa a media noche y se enfunda dejando que lo toquetee, lo siento enojado y estresado e intento ayudarlo.

Así he pasado mis últimos días. 

Los entrenamientos con mi grupo de chicas subieron la exigencia con pruebas donde te puedes quedar sin vida, un desgaste físico que también me lleva directo al sofá de mi oficina. 

Tallo mis ojos queriendo quitar el sueño y me levanto a seguir trabajando, hace meses pensé que estos días serian los mas libres para todos pero resulto todo lo contrario, han sido los mas estresantes por la sobrecarga de trabajo en todos.

Me levanto despues de horas de trabajo por dos cafés cargados y le llevo uno a Adrien quien se pasa la mano por el cabello, tiene el ceño fruncido y observa su pantalla. 

-Es para que te de energía- dejo el café frente a el y me observa.

-El día de la exhibición te quiero a mi lado- demanda.

Me aseguro de que la puerta este cerrada cuando me toma de la cintura, me sienta sobre el y dejo el café que traía en la otra mano en la mesa. Dejo mis manos en mi regazo y comienza a acariciarme el cabello como si fuera relajante para el.

Siempre que puede lo hace, acaricia mi cabello de arriba para abajo.

-Hay que descansar hoy, mañana retomamos con el mundo agitado pero hoy déjame tener una tarde en paz- le pido.

-No puedo Briana hay tantas cosas que...- lo beso para que acepte y para que deje de pensar todo el día en trabajo.

-Solo unas horas- pido.

No me dice que no así que me levanto con una sonrisa triunfadora y salgo en busca de mis cosas, mi jornada acaba junto con la de Adrien y salimos en busca de la camioneta. Adrien declara ley de silencio al chofer y soy yo quien le dice para donde vamos.

-Tenemos una sala de proyecciones en la casa- tomo su mano para obligarlo a caminar al cine.

-Pero quiero el cine, no tu casa- 

Camina a regañadientes y terminamos en una fila donde se desespera y pide una fila entera en la sala VIP.

-¿Para que tantos asientos?- pregunto.

-Para que no me molesten-

-Pero son sillones casi camas- mi comentario hace que me ponga atencion de mas.

-Mejor aun- sonríe y me alegro de que en días sea la primera que me da.

Compramos comida en la dulcería, compro palomitas de sabores y dulces. Pasamos a la sala donde literalmente hay camas. Dejo la comida en medio metiéndole mano a las palomitas y le doy también a Adrien que se queda de pie mirando la cama.

-¿Que?¿No te gusta?- empiezo a sentir desconfianza, si el plan no le gusto nos podemos ir.

-¿Te das cuenta cuantas parejas han dejado fluidos aquí? es como un motel publico-

Devoto.(+21)Where stories live. Discover now