Capitulo 18.

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Feliz despedida de soltero Adrien Karuma.

Briana.

Doy golpes secos al saco de box malgastado frente a mi, dos nombres se me vienen a la mente cada que lo golpeo, Adrien y Saul. 

Lo golpeo aun mas fuerte dejando que las vendas se impregnen de color carmesí por culpa de uno de mis nudillos sangrando y escondo la mano cuando mi hermano se acerca a mi.

-¿Todo bien hermanita? Destilas coraje- se sienta en las banca color negro junto a mi quitándose las vendas de sus manos con sumo cuidado.

-Todo bien- doy un golpe de lado al saco- Saul ayer me saco de mis casillas, solo eso-

-Veras que con los guardaespaldas ya no tendrá los cojones de acercarse a ti de nuevo-

-Eso espero-

Nos encontramos en un barrio de mala muerte donde mi hermano encontró clases de box clandestinas, según el, el box de la calle es mejor. 

Desde que regrese de Moldavia hemos estado entrenando y ya veo mejorías en mi cuerpo, tengo las piernas y brazos mas tonificados y mi abdomen redujo alguna que otra talla.

-¿Quien es?- sigo la mirada de mi hermano dejando de dar puñetazos, ve fijamente a un señor que aparenta unos cincuenta años.

Es alto y fornido gracias a su estatura, tiene el estomago un poco abultado. Llama la atención por su porte y forma de caminar ya que no es usual en esta zona, trae consigo tres hombres caminando detrás de el, todos llevan traje negro sin corbata.

-El es el padrino y de las calles de Denver el rey, que digo Denver mas bien de América- el hombre moreno con una cicatriz en la ceja al que llamamos entrenador le contesta a mi hermano.

-Padrino...- saboreo el apodo observando como entra una oficina con sus hombres y cierran la puerta al entrar.

Mi hermano guarda sus cosas y las mías en silencio. Salimos caminando y pedimos un taxi, en estas zonas llamaría mucho la atención un carro deportivo de ultimo modelo.

El taxi nos deja en el centro de Denver y caminamos para llegar al departamento.

-El padrino, suena a película- mi hermano corta el silencio.

-Cállate, no juegues con eso- volteo a todos lados.

-¿Hasta donde crees que llegue su poder?-

-Ya Christian, deja de jugar con eso ¿No ves que nos pueden hacer algo?- se ríe.

Entramos al edificio y subimos a mi departamento, abro la puerta y Celia esta en el sofá junto con Zen que sale a recibirnos.

-Hola Celia ¿Cómo esta mi futuro sobrino?- mi hermano le pregunta.

Celia voltea a ver a mi hermano con la misma intriga que la mía.

-¿Como... sabes?- Celia tartamudea.

-Escuche el otro día a Daniel pidiendo una cuna, colchón para bebe, juguetes de algodón y biberones dando la dirección de aquí y como mi hermana no tiene ni con quien yo supuse que tu y el...- mi hermano guarda silencio ante la mirada de Celia y la mía.

-¡Maldito seas Daniel! ¿Quiere que todo el mundo se entere de mi embarazo?¿O que?-Celia sube las escaleras dando pisotones.

-¡Adiós Celia y felicidades!-mi hermano pone una mano en su boca como megáfono.

-¡Ya Christian!-

-Iré a tomar una ducha, estas en tu casa ponte cómoda- volteo los ojos mientras se mete al baño.

Devoto.(+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora