II

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Cuando estuvieron sentadas en plató, Evelyn contó por encima las seleccionadas que quedaban, aunque sabía que el resultado sería once.

Diez. Qué extraño. Volvió a contar, esa vez más tranquilamente, para no saltarse a ninguna, pero le volvió a salir el mismo número.

- ¿Falta alguna? Sólo estamos diez. - Susurró Evelyn a sus amigas, que estaban sentadas a su derecha ya que esa vez le había tocado en la esquina del asiento.

- No. Han eliminado a una chica justo antes de la entrevista. - Respondió Brielle casi al instante, esbozando una sonrisa que distaba algo de las que siempre adornaban su rostro.

Evelyn volvió a abrir la boca para replicar algo al respecto, aunque se quedó en tan solo la idea pues el hombre que siempre anunciaba el principio de la entrevista dio la señal y la entrevistadora comenzó a hablar con su voz potente.

- Como las semanas anteriores, comenzamos la entrevista anunciando el número de seleccionadas que quedan. Hemos llegado a un punto muy importante en el proceso de la Selección, tan solo quedan diez chicas en palacio. - Se giró hacia los príncipes, que parecían estar más distantes que las veces anteriores, en especial Stefan. - ¿Qué los ha impulsado a reducir el número de seleccionadas tan drásticamente?

- Simplemente deseábamos entablar relaciones más cercanas con menos chicas; al fin de cuentas seguimos teniendo responsabilidades en palacio, era imposible que pudiésemos brindarles a todas las seleccionadas la atención que se merecen. - Respondió Stefan, como de costumbre, intentando esbozar una sonrisa que acabó saliendo más como una mueca.

- Ya veo, es comprensible. Entonces, ¿cómo se sienten con las diez jóvenes que han dejado permanecer en palacio? ¿Se puede decir que ya tienen una favorita en mente?

- Creo que he tenido al menos una cita con todas las jóvenes que quedan y, he de decir, que cada una de ellas tiene un trozo de mi corazón. Estoy ansioso por ver quién se hace con su totalidad, aunque, para ello, deberé pasar más tiempo con ellas. - Stefan les ofreció una sonrisa a las diez seleccionadas y su mirada se dirigió automáticamente a Evelyn al mismo tiempo que la seriedad se instauraba en su rostro.

La joven se dio cuenta de eso y un escalofrío le recorrió la espalda. No era normal que Stefan, que siempre estaba sonriente y encontraba diversión incluso en las situaciones más aburridas, contase con una expresión tan seria. Algo andaba mal, ¿por qué había disminuido su sonrisa al verla? No podía haberla visto con su hermano, ¿verdad? Él estaba en la cita con Azalea mientras, no era posible que les hubiesen visto, Azalea se lo habría contado seguramente.

- En cuanto a mi favorita, aún no se puede decir si la hay, al menos por mi parte. - Terminó Kristian de responder.

- Ya hemos oído la opinión de los príncipes, ahora, hablaremos con las jóvenes. - La voz de la entrevistadora volvió a captar la atención de Evelyn, no estaba preparada para una entrevista individual frente a las cámaras. - Déjenme presentarles a las diez jóvenes que permanecen en palacio. Las diez jóvenes que forman "La Élite".

Todas, o casi todas, se enderezaron en sus asientos, enorgulleciéndose de haber llegado tan lejos. Evelyn sintió cómo Brielle le sujetaba la mano con delicadeza para infundirle ánimos y lo consiguió.

- Comenzaremos con Evelyn Aberdeen. Pase aquí, por favor. - Rápidamente habían llevado un taburete a la zona central y delantera de plató, al lado de la entrevistadora, de modo que la joven quedaba de espaldas al resto de seleccionadas y frente a la mujer y los príncipes, que no parecía que fuesen a abandonar el plató.

Evelyn se levantó y se acercó al asiento caminando despacio, ¿qué debería hacer? ¿Qué debería decir? El corazón le latía con más fuerza que minutos antes y el tener de frente a Stefan, con su actitud tan extraña, no ayudaba para nada.

- Evelyn Aberdeen, dieciocho años, proveniente de Iretia, ¿me equivoco? - Preguntó la entrevistadora para introducirla.

La aludida negó con la cabeza sin atreverse a hablar, tampoco lo veía excesivamente necesario, no debía corregirla en nada.

- ¿Cómo ha sido su experiencia en palacio hasta ahora?

- Bastante agradable. - Respondió la seleccionada haciendo memoria y sopesando cómo había sido su último mes. - Fue difícil al principio, al fin y al cabo, hube de separarme de mi familia por primera vez en muchos años. Aunque pude acostumbrarme rápidamente, el resto de seleccionadas, la familia real y todos los trabajadores de palacio hicieron y hacen la estancia un sueño.

- Por supuesto, el separarse de la familia es difícil. Y, ¿qué opina de los príncipes?

Evelyn reflexionó la respuesta rápidamente, no podía ser cien por cien honesta, no podía decir que la primera vez que los vio se llevó un mal sabor de boca, ni que Kristian le parecía serio y frío y Stefan todo lo contrario hasta el punto de alcanzar la irritabilidad en algunas ocasiones.

- A pesar de ser tan parecidos físicamente, son realmente diferentes. Conocerlos es como estar frente a las dos caras de una moneda aunque, lo que sí está caro, es que se preocupan por todo su reino y, en especial, durante estas semanas, por todas las seleccionadas. - No era del todo mentira lo que Evelyn había dicho y esperaba que la mujer estuviese contentan con su respuesta.

- Es una comparación de lo mas interesante pero, ¿cuenta con algún lado de esa moneda favorito?

Evelyn se sonrojó ligeramente ante la insistente mirada de la mujer y supuso que no la dejaría tranquila, lo que quería precisamente era sacar todos los cotilleos posibles.

- Como han dicho sus altezas antes, apenas han tenido tiempo de tener una cita con cada joven, lamento que yo no soy la excepción. - Con una sonrisa de disculpa, más falsa que verdadera, y con una intensa mirada intentó advertir a la entrevistadora que no diría nada más al respecto.

- Bueno, pero si ha llegado hasta aquí será porque ha llamado la atención de los príncipes, ¿Qué crees que le ha gustado de ti?

- Lo lamento, pero no me veo capaz de responder esa pregunta, para saberlo deberá preguntarle a ellos, aunque les estoy eternamente agradecida por haber visto algo en mi lo suficientemente llamativo como para permitirme vivir esta experiencia por más tiempo.

- Por supuesto que les preguntaremos. - Comentó la entrevistadora centrando su atención durante muy pocos segundos en Stefan y Kristian. - Señorita Aberdeen, ha sido un placer.

Evelyn asintió y realizó una leve reverencia a los príncipes y otra a la entrevistadora. Un hombre por detrás de las cámaras le avisó para que saliese de plató y agradeció que hubiesen decidido ir por orden alfabético.

Le dieron la oportunidad de esperar a sus compañeras en el estudio o en la limusina y, a pesar de que le hubiese gustado ver cómo Brielle, Bianca y Azalea se desenvolvían en sus entrevistas, decidió esperarlas en la limusina, entre otras razones porque los pies le estaban matando.

Como solo quedaban diez seleccionadas, una limusina era suficiente para todas, lo que implicaba que ella, Ada y todas las demás debían compartir ese espacio el tiempo que duraba el viaje de palacio a plató y de plató a palacio. Por suerte, Bianca fue la segunda en llegar y hubo otra joven antes de que Ada se adentrase en el vehículo.

Evelyn no tuvo que establecer conversación con Ada y lo agradeció enormemente, suficiente extrañada estaba ya a causa de la actitud de Stefan, que no había sonreído ni una sola vez en toda su entrevista.

La ÉliteWo Geschichten leben. Entdecke jetzt