XVII

313 29 10
                                    

     Kristian sentía el peso de la mirada de Elyan, pero intentaba rehuir sus ojos. Sabía que no le caía muy bien, al menos no había causado una buena impresión, pero tenía una especie de necesidad de llevarse bien con la familia de Evelyn.

     No entendía muy bien por qué, pero deseaba poder hablar con sus hermanos y su madre, junto con Evelyn, sin tensiones, sin malas caras, sin juzgarse los unos a los otros.

- Él es mi hermano mayor, Caspian. - Evelyn había vislumbrado la figura del más mayor de los Aberdeen acercarse a ellos y decidió aprovechar la oportunidad para introducirlo en la conversación y poder aliviar algo la tensión.

- Encantado. - Saludó Kristian, ofreciendo una mano a Caspian, que este estrechó con una leve sonrisa. - Kristian Decksheimer.

- Caspian Aberdeen, es un placer conocerle, alteza.

     Evelyn soltó un muy disimulado suspiro de alivio. Si por algo destacaba su hermano mayor era por contar con buenísimos modales y un gran don de gentes, podía hablar el tiempo que fuese necesario con cualquiera.

- El placer es todo mío; tenía ganas de conocer a la familia de Evelyn. Como sabéis, es la única que... - Tras un ligero desvío de sus ojos azules a las cámaras más cercanas a ellos, Kristian se acercó un par de metros a los Aberdeen para poder hablar con más privacidad - Puede enviar y recibir cartas. Quería asociar nombres con caras.

- ¿Ya ha podido hacerlo? - Preguntó Caspian esbozando una sonrisa.

- Sí, sí he podido. - Respondió el príncipe, separándose de nuevo y elevando muy sutilmente las comisuras de los labios.

     Al contrario de lo que se había imaginado Evelyn, la conversación cesó nuevamente. Pareciera que ninguno de sus hermanos tuviese intención de mostrarse tan simpáticos frente al príncipe como realmente eran.

     Kristian también sentía el ambiente pesado, ¿Por qué era tan difícil? Él ya sabía que no era bueno hablando con los demás, por eso mismo asistía a pocas entrevistas; sin embargo, se estaba esforzando mucho en ese momento solamente para causar una buena impresión a la familia de Evelyn.

     Y no lo estaba consiguiendo.

- ¿Habéis probado los aperitivos? Se han empezado a servir hace un rato. - Preguntó Kristian desviando la mirada hasta el camarero más cercano, que se encontraba a varios metros.

- No, aún no. - Evelyn fue la que acabó respondiendo, esbozando una sonrisa leve y que parecía ser de disculpa al pasar el tiempo y ver que ni Elyan ni Caspian le dirigían la palabra a su alteza.

- Con motivo de la celebración se están sirviendo platos realmente sabrosos; ¿Por qué no os acercáis un poco? Estáis algo alejados. - Kristian dio un par de pasos hacia el resto de invitados, que charlaban animadamente con las seleccionadas o entre ellos.

     Esperaba que Evelyn y sus hermanos le siguiesen los pasos y se integrasen mejor en la multitud, pero todos los Aberdeen presentes permanecieron inmóviles en el sitio.

- Gracias alteza, pero aquí estamos bien, a Sven no le gustan mucho los lugares con mucha gente. - Explicó Evelyn, esbozando nuevamente una ligera sonrisa de disculpa.

- Comprendo. - El príncipe asintió despacio completamente serio, observando durante un par de segundos al hermano más pequeño, que seguía abrazado a las piernas de su hermana mayor, sin separar sus grandes ojos de los de él, incluso cuando Kristian volvió a dirigir la vista hasta Evelyn.

     Y una vez más el silencio volvió a instaurarse entre ellos, ¿Cuánto más seguiría esa incómoda atmósfera? Las cortas conversaciones que tenían se sentían tan forzadas que animaban al príncipe a permanecer callado en vez de pensar nuevas preguntas o comentarios.

- Es el príncipe. - Kaira se hizo notar entre Evelyn y sus hermanos, llegando animadamente y aliviando la tensión del ambiente con su sonrisa.

     Detrás de ella venía su madre, caminando despacio y disimulando el cansancio lo mejor que podía.

- ¿Dónde está tu hermano? - Kaira hablaba sin preocuparse por los modales que debía tener al estar frente a un miembro de la familia real y sin importarle nada más que lo que ella quería saber.

- Hablando con alguna seleccionada, posiblemente; o contando a un grupo de invitados alguna anécdota de cuando éramos pequeños. - Le respondió Kristian a la joven Aberdeen, extrañamente cargado de amabilidad.

- ¿Lo puedes buscar? Quiero veros al lado. Y también quiero conocer al resto de seleccionadas, ¿Puedo? ¿Puedo? - Kaira preguntó entusiasmada a su madre y a Evelyn mayormente, comenzando a saltar de la emoción nuevamente.

     A Evelyn lo último que le apetecía era presentarle a su hermana pequeña el resto de seleccionadas, sin contar a sus amigas tampoco tenía mucha relación con las demás. Aunque entendía que su hermana solo quisiese dar vueltas por palacio, conocer a gente de la alta sociedad y ver vestidos y trajes.

     Sarah miró a su hija sin fuerzas para responderle a Kaira, aunque se esforzaba por que no se notase en lo más mínimo.

- Bueno, yo quería pasar más tiempo con vosotros, hace mucho que no os veo. - Comenzó a persuadir Evelyn; no quería fastidiarle a Kaira la noche impidiéndole hacer lo que realmente quería. Podía estar más tiempo con ellos y luego dar una vuelta con Kaira por el salón.

- Yo puedo llevarla.

     Todos los ojos fueron a parar a Krisrian, y la más sorprendida de todos era Evelyn: ¿El mismo que ni siquiera le había mirado a los ojos cuando se conocieron se ofrecía a cuidar de su hermana pequeña?

- No, alteza, no podríamos hacerle eso, Kaira se quedará con nosotros. Cuando Evelyn pueda le presentará a algunas de las seleccionadas, muchísimas gracias por el ofrecimiento. - Sarah se apresuró a cojer con cariño a su hija de los hombros y acercarla a ella.

- Por favor, insisto; estaré encantado en enseñarle el lugar. - El príncipe observó con ternura a Kaira y elevó ligeramente las comisuras de los labios, casi parecía que iba a sonreír.

- ¡Sí! - La joven Aberdeen exclamó eufórica y se soltó del leve agarre de su madre para correr y aferrarse a la mano de Kristian, sin dejar de sonreír.

- Kaira, tienes que hacer caso al príncipe en todo momento, nada de salir corriendo y si quieres ir a algún lado o hacer cualquier cosa tienes que pedir permiso.

- Yo puedo acompañarle, alteza.

- No es necesario. - Kristian respondió a Evelyn mucho más rápido de lo que pretendía, por lo que carraspeó ligeramente para disimularlo antes de continuar - Cómo has dicho, hace mucho tiempo que no ves a tu familia, quédate con ellos. Prometo que la cuidaré bien.

     Evelyn asintió despacio, absorta por la azul mirada del príncipe. Era evidente que aún le quedaba mucho de él por conocer.

La ÉliteNơi câu chuyện tồn tại. Hãy khám phá bây giờ