XXII

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- Muy bien, familia Aberdeen, es vuestro...

- Stefan. - Llamó Kristian, acercándose a su hermano a paso rápido por la espalda. - Déjame a mí a la familia de Evelyn, tú ve con Azalea. 

     Stefan redirigió sus pasos hacia la familia Edevane, encogiéndose ligeramente de hombros y dedicándole a su hermano una sonrisa y mirada significativas. Podría intentar disimularlo todo lo que quisiese, pero ya empezaba a saltar a la vista el interés que tenía por la seleccionada.

     Kristian hizo caso omiso de la reacción de su hermano y comenzó a caminar hacia Evelyn en su lugar.

- Familia Aberdeen, es su turno; por favor, síganme. - Comentó a modo de saludo, aunque con voz estricta, como si se tratase de una orden, al mismo tiempo que hacía una muy ligera revenrencia.

     Caspian llevaba la voz cantante, ayudando a su madre a apoyarse mientras cargaba con Sven, que ya dormitaba en sus brazos del cansancio.

     Kaira iba de la mano de Elyan y Evelyn, que también notaban el sueño acecharle.

     Caminaban por pasillos que Evelyn ya conocía, aunque para el resto de su familia eran totalmente nuevos, por lo que las discretas miradas fascinadas y curiosas se apoderaron de Sarah y el resto de sus hijos.

- Ya estamos aquí, se os han asignado dos habitaciones, son lo suficientemente espaciosas para que quepan todos. Esta puerta y la de la derecha. - Explicó el príncipe señalando dos puertas de madera de un color blanco roto.

- ¿Dónde dormirá Evelyn? - Preguntó la joven Kaira, no iba dirigida a nadie en específico, simplemente la lanzó al aire porque deseaba una respuesta lo antes posible.

- En su dormitorio, con el resto de seleccionadas. - Respondió Kristian con seriedad.

- ¿No puede dormir con nosotros? Yo quiero dormir con ella. - Insistió la chica, abrazando a su hermana mayor con fuerza y mirando al príncipe desafiante.

- Iría contra las normas. - Sentenció el príncipe, implacable.

- Pero yo quiero...

- Alteza, es tan solo una noche, ¿No se podría..? - Comenzó a preguntar Evelyn, tanteando el terreno con cautela. El príncipe se había mostrado bastante más receptivo en los últimos días, tal vez pudiese conseguir su permiso.

- Tengo que hacer un par de cosas antes de acostarme, ¿Te parece bien si me acompañas y escucho lo que tengas que decir?

     Kristian se despidió de toda la familia Aberdeen con una reverencia antes de caminar por el pasillo a paso ligero.

- Sólo será un momento, no tardaré. - Prometió la seleccionada a sus hermanos antes de seguir al príncipe.

     Esperó unos pocos minutos antes de retomar la pregunta que estaba haciendo, caminando varios pasos tras Kristian por los pasillos de palacio. Quería que le acabase dejando, y para ello, la paciencia era una de las claves.

     No obstante, el ver que el propio príncipe no le sacaba nuevo tema de conversación ni retomaba el que habían estado manteniendo durante escasos segundos conseguía acabar con la paciencia de Evelyn más rápido de lo que esta pretendía.

- Cómo estaba diciendo anteriormente, alteza, es tan solo una...

- ¿Te ha gustado el baile? - Interrumpió Kristian. No se había detenido, ni siquiera había dirigido sus ojos azules ligeramente hacia la chica para observarle mientras formulaba la pregunta. Simplemente había dejado salir las palabras que llevaban rondando su cabeza desde que ella había comenzado a seguirle por los pasillos.

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