VII

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- ¿Quieres que te acompañe? - Preguntó Kristian, haciendo un amago para coger la bandeja que Evelyn cargaba sin problemas. 

- Preferiría que no, alteza, bastante voy a llamar la atención al aparecer. Pero gracias por la oferta.  - Respondió la joven, declinando la proposición del príncipe y separando un par de centímetros la bandeja del cuerpo de este, ella era perfectamente capaz de llevar la bandeja de vuelta a las cocinas. 

     Con una muy leve reverencia se despidió de Kristian, que permaneció en su habitación, y se dirigió a la planta baja. Sentía el frío contacto del mármol bajo sus pies descalzos, pero al menos podía caminar cómodamente. Gracias a las indicaciones que Kristian le había dado antes de salir del dormitorio no se perdió demasiado por la planta en la que se encontraba y alcanzó las cocinas en menos de diez minutos. 

     Buscó a Ena, o a alguna de sus otras compañeras, con la mirada, pero no pudo distinguirla. Todos se movían frenéticos de un lado a otro y apenas hablaban, como si cada uno de los trabajadores tuviese una tarea asignada y supiesen qué y cómo tenían que hacerlo todo; ninguno hablaba, ninguno estorbaba, solo Evelyn, plantada en la entrada sin saber qué hacer o dónde dejar la bandeja vacía.

- Niña, dame eso si vas a seguir parada como un pasmarote ahí. - Una mujer más bien joven y de expresión dura se acercó a Evelyn con paso ligero y le arrebató la bandeja de las manos de mal humor, sin siquiera dirigirle una mirada. 

- Anaís, creo que es una de las seleccionadas. - Avisó otra mujer que Evelyn no alcanzó a distinguir entre tanta persona y tanto movimiento.

- Como si es la reina, dificulta mi trabajo.

- Lo siento. - Se disculpó la joven sin saber muy bien qué más hacer o decir, ¿si ella hubiese acabado sirviendo en las cocinas de palacio habría acabado desarrollando el mismo genio? ¿O era parte de la personalidad de esa mujer?

- No te preocupes, Anaís es muy buena trabajadora, pero hay que saber llevarse bien con ella. - Le explicó un hombre de avanzada edad, que pasaba por su lado, con intención de dirigirse a los jardines. - Será mejor que te muevas muchacha, todas las seleccionadas están en la sala esa de estudio. 

     Evelyn asintió y agradeció tanto al hombre como a las mujeres de la cocina y reanudó la marcha con cierta urgencia. Sabía dónde estaban todas las seleccionadas, y también sabía que la reina iría a visitarlas a todas esa mañana, Kristian se lo había dicho. 

     Sin embargo, el estómago se le revolvió ligeramente cuando se encontró frente a una de las puertas de la gran sala que usaban para recibir clases. Sabía quiénes estarían dentro y sabía cómo iban a reaccionar, pero no podía calmar los nervios ni los latidos de su corazón. Inspiró hondo un par de veces, solo tenía que abrir la puerta y entrar, como si nada hubiese pasado. 

     Sintió infinitud de pares de ojos clavándose en ella, aunque era consciente que tan solo habría alrededor de veinte personas en la sala. Cerró la puerta despacio sin apenas moverse y sin levantar la cabeza.

     Veía de reojo al resto de seleccionadas, ya preparadas para el día, y a Lulú y el resto de estilistas, aunque apenas podía distinguirlas sin elevar el rostro.

     Pasaron varios minutos. Minutos durante los cuales nadie dijo nada, todas las presentes observaban a Evelyn y esta había clavado la vista en el suelo, deseando que la tensión del ambiente pasase cuanto antes.

     La primera en hablar, para sorpresa de todos, no fue ninguna de las seleccionadas. Ni tampoco fue la misma Evelyn. Fue una voz femenina dulce que sonó muy baja:

- Evelyn. - Se podía percibir cierta felicidad y la aludida había reconocido la voz de Marian casi al instante.

     Justo cuando levantó la cabeza para buscarla con la mirada y sentir algo de apoyo se encontró con Brielle corriendo hacia ella, fundiéndose en un profundo abrazo.

- Pensaba que estabas eliminada. - Comentó a la altura de su oído, aunque bastante más alto de lo que hubiese sido necesario.

- Yo también pensaba que me iban a eliminar. - Respondió Evelyn respondiendo al abrazo, realmente agradecida por el contacto.

     Poco a poco la chica pelirroja comenzó a separarse y Azalea y Bianca dieron un par de pasos al frente, con la intención de acercarse pero debatiendo mentalmente si hacerlo o no.

- ¿Qué ha pasado?

- Es una larga historia. - Le respondió Evelyn a su amiga esbozando una leve sonrisa. No tenía ganas de hablarlo con nadie, aunque fuese amiga suya.

- ¿Prometes contármelo todo después? - Insistió Brielle sonriendo con la misma gracia e inocencia que Evelyn había estado viendo desde el primer día.

- Claro. - La joven no tenía ganas, pero ya se inventaría algo más tarde para no contarlo, o ya acabaría explicándole a sus amigas lo que había pasado, no lo sabía. Lo único que tenía claro en ese momento era que quería que dejasen de taladrarle con la mirada.

     Comenzó a moverse hacia el grupo de estilistas para buscar a Marian y saludó a Azalea y Bianca en el camino, que le ofrecieron un abrazo notablemente más corto que el de Brielle.

     Agradeció que el resto de sus compañeras ya estuviesen preparadas, pudiendo estar algo más apartadas Marian y ella, dejándole más espacio para tranquilizarse antes de la aparición de la reina.

- Tienes suerte, has llegado con el tiempo justo. Te pondré algo cómodo y, ¿Quieres que te recoja el pelo? - Marian se movía con rapidez, aunque eso no impedía que sus acciones fuesen precisas y elegantes.

- No, por favor, hoy no, no me siento con fuerzas para estar con la cara completamente destapada.

- Por supuesto.

     Evelyn era consciente de que parecía una tontería el querer esconderse tras su pelo, pero agradeció enormemente que Marian simplemente lo aceptase, sin juzgar, sin decir nada al respecto.

     Casi al mismo tiempo que Marian terminaba de preparar a Evelyn, con un vestido blanco y estampado florido, una pequeña diadema de flores rosadas y unos de los tacones más bajos que habían encontrado, la puerta se abrió de golpe por dos guardias fornidos, escoltando a la reina de Xirian.


Holaa!! Mañana empiezo mis exámenes, sé que llevo bastante sin actualizar, pero habrá que sacarse una carrera jajaja. Espero poder ir subiendo algunos capítulos estos días y, como muy tarde, la segunda semana de junio ya estaré completamente libre.

Gracias a todos los que leéis, de corazooon, espero que os esté gustando y, recordar, que no todos ni todo es como parece ser <3

La ÉliteTempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang